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Nominada para el Oscar, película del Inca Valero sigue censurada

La película El Inca, basada en la vida del fallecido ex campeón mundial Edwin Valero y dirigida por Ignacio Castillo Cottin, es la candidata de Venezuela al premio Oscar a la mejor película en lengua extranjera. Fue elegida por una comisión de representantes de los gremios venezolanos del cine, coordinada por la Asociación Nacional de Autores Cinematográficos (ANAC).

El film, sin embargo, tiene prohibida su exhibición en el país debido a una medida cautelar del Tribunal Supremo de Justicia, después que una apelación hizo que levantaran una medida similar tomada por un juez de menores. En medio de esa paradoja judicial, el director del film, Ignacio Castillo, vive sentimientos encontrados en medio de la batalla por lograr que El Inca se pueda ver en las salas de su país. La ansiedad por conseguir que su película la vean los venezolanos de un lado y el éxito que sigue creciendo fuera de Venezuela.

"La mama del ex boxeador Edwin Valero, junto a sus dos hijos fueron los que introdujeron la primera demanda ante el tribunal de menores, sin embargo ese caso lo perdieron", respondió cuando le pregunté sobre el presente de su obra. "Sin embargo, tres días después de volver a los cines (el 16 de junio) el Tribunal Supremo de Justicia interpuso una medida preventiva que prohibía la exhibición; tenía que ocurrir una audiencia en el TSJ a las 92 horas de que fuimos notificados, pero hasta hoy eso no ha ocurrido", se lamentó.

La entrevista de ESPN Digital con el creador de la aclamada película, ocurrió en el preciso momento que se conocía la nominación al Oscar. "Estamos muy emocionados con la postulación y haremos todo lo posible por conseguir la nominación final (el shortlist)", fue su primera reacción. Precisamente la posibilidad de competir en la mayor premiación cinematográfica mundial, sería el punto más elevado en la repercusión que ha tenido este film sobre la vida del malogrado campeón venezolano.

Las dificultades se concentran exclusivamente en Venezuela. El proceso judicial se encuentra congelado, aun así también en ese ámbito la obra rompe estereotipos. "Ha sido la primera vez en la historia que en Venezuela se censura una película", apuntó Castillo. "El Inca terminaba de participar en el Festival de Mérida, el más importante de Venezuela, donde habíamos ganado siete premios. Estábamos muy emocionados y nos sorprendió la velocidad del tribunal para frenar la película", agregó.

Profundizando sobre los alegatos de la familia del púgil al introducir la primera demanda en el tribunal de menores, sostuvo que en el reclamo se establece que "la película podría contener escenas que podrían dañar el honor y la reputación de los niños de Edwin Valero", recordó Castillo. "Sin embargo, durante el juicio se le preguntó a la familia que escena específicamente ellos consideraban que afectaría a los niños y no pudieron nunca nombrar una escena siquiera, ni ellos ni su abogada", destacó.

"Nosotros para proteger a los niños les cambiamos el sexo, el fenotipo, los nombres y además aparecen - apenas - en un siete ciento de la película", acrecentó sobre ese aspecto de la controversia judicial.

"Desde el punto de vista de la responsabilidad social y de lo que lleva a contar una historia, fuimos muy honestos porque no tomamos juicios de valor previos, más bien estamos contando una historia a través de los ojos de los protagonistas y es algo muy humano, sin enaltecer a nadie pero si siendo muy reales con lo que pasó", sostuvo. "Por si fuera poco, el propio juez de apelación, al dictar sentencia favorable, recomienda ver la película porque ella cuenta en nuestra formación como venezolanos y rinde tributo a un deportista fuera de serie", acrecentó el realizador venezolano.

A Ignacio Castillo Cottin, le pregunté también sobre el significado de la historia de Valero desde la perspectiva dramática y la necesidad de alertar a las próximas generaciones de pugilistas venezolanos, sobre lo que debe evitarse a partir de los errores del malogrado campeón.

"La película toca todo el tema de la violencia intrafamiliar y la violencia de género. - dijo - Pero lo toca sin establecer juicios de valor, más bien haciéndolo muy cercano, diciéndote en pocas palabras, esto le puede pasar a cualquiera y esto es un alerta"

Castillo insistió en la premisa de que los problemas hay que enfrentarlos. "Es muy fácil emitir juicios de valor una vez que las cosas ocurren, pero cuando las cosas están ocurriendo es difícil detectarlas. Con EL INCA uno se va dando cuenta como las cosas se empiezan a transformar a medida que va transcurriendo la película", dijo y no dudó en apuntar que "se trata en realidad de una historia muy reiterativa en el boxeo como tal".

EL TRASFONDO POLITICO Y LAS DUDAS SOBRE LA MUERTE DE VALERO

En una sociedad que atraviesa tantas dificultades como la venezolana, es imposible disociar el trasfondo político en las repercusiones de la película. Eso fue también razón de consulta en la entrevista. Máxime si la imagen más recordada de Edwin Valero, un personaje muy cercano al gobierno, lo muestra con la cara del fallecido presidente Hugo Chávez tatuada sobre su pecho junto con la bandera venezolana.

"Es verdad que alrededor de la película ha existido algún tipo de sensibilidad desde lo político - reconoció Castillo - , sin embargo, la premisa fue la historia de amor con su esposa, que motivó su carrera profesional y aquel final trágico va relacionado directamente con ella (su esposa)".

No obstante y abundando sobre la misma respuesta, consideró el cineasta venezolano que "la gente lo relacionaba (a Valero) de alguna forma con el chavismo y seguramente alguien vio alguna clase de vinculo pero, no es así, él fue un venezolano como cualquier otro que simplemente se identificaba con el gobierno de Hugo Chávez"

Pero, más allá de ese contexto de lo dramático alejado de la influencia política, las dudas persisten en la muerte de Valero, bajo las sospechas de que no fue suicidio y sí un asesinato. Esa muerte - según la versión oficial - se produjo el 19 abril del 2010. Primero asesinó a su esposa Jennifer Carolina Viera en el cuarto de un hotel y dos días después se suicidó en la celda en la que fue recluido tras confesar el homicidio. Esas circunstancias fueron razón de una nueva pregunta a Castillo Cottin. ¿Cómo aborda el film las dudas sobre su muerte?

"Esa versión oficial de que él (Edwin Valero) se quitó la vida después de asesinar a su esposa, es también la versión a nivel general y no hubo nadie que probara que a Valero lo mataron", afirmó. "Sin embargo, su hermano alega y ha alegado varias veces que a Edwin Valero lo asesinaron. En todo caso la película contextualiza mucho sobre lo confuso que fue ese final, ya que está contado a través de los ojos de los protagonistas".

REACCIONES, APOYO Y REPERCUSIONES

Castillo entiende que las repercusiones han sido altamente positivas. "Hemos trabajado de la mano con el boxeo local y el internacional, además de recibir apoyo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Asociación Mundial de Boxeo (AMB) e importantes marcas mundiales relacionadas con el boxeo", destacó y posteriormente se permitió una anécdota. "Un cinturón de campeón que aparece en la película, fue prestado por el campeón mundial ligero Jorge Linares" y acotó que "muchísimos guantes y el material utilizado se lo donamos a varias escuelas de boxeo de aquí en Venezuela".

A propósito de esa participación de representantes del boxeo venezolano, Castillo puso énfasis en señalar que "utilizamos boxeadores reales para las peleas en que recreamos las principales batallas de Valero, más allá que el protagonista es un actor que se preparó para boxear", dijo. "Valero tuvo peleas increíbles como las que sostuvo contra Antonio DeMarco o contra "El Loco" Mosquera, la cual fue recreada de forma muy real, round a round, porque fue la que, de alguna manera, provoca un cambio definitivo a su carrera profesional".

A la película El Inca, Castillo insiste en resumirla como "una historia de amor basada en la vida de un boxeador y no en la clásica historia de boxeo como estructura, que termina con una gran pelea al final", sostuvo. "Es una película entretenida, muy nuestra y que permite acercarse a la vida de un deportista único, un personaje histórico, pero que a su vez fue una persona muy hermética comunicacionalmente, además de ser también una persona misteriosa, incluso para sus propios familiares".

LOS NUEVOS VALEROS Y EL FUTURO DE "EL INCA"

A Castillo Cottin le pregunté si a raíz de esta experiencia y convivencia con el mundo del boxeo venezolano, pudo sentir la cercana presencia futura de algún fenómeno similar al de Valero. "Es muy difícil, lo dicen todos, que pueda surgir alguien similar o que se aproxime siquiera a lo que logró Valero".

Los números del malogrado campeón, incluso, son difíciles de igualar a nivel planetario. Consiguió ganar sus primeras 18 peleas por KO en el primer asalto y al día de su muerte, sumaba un record perfecto de 27-0 con 27 KOs. Sin embargo, el director de El Inca, tuvo palabras de elogio para el cuñado de Edwin Valero, Yoel Finol. "Él es un fenómeno, fue medallista olímpico en Brasil, tiene condiciones para llegar muy lejos, pero lo escuché decir en varias entrevistas, que después de las olimpiadas de Londres no quisiera seguir boxeando". De acuerdo con Castillo, esa decisión seguramente sería consecuencia de la tragedia que le tocó vivir con el asesinato de su hermana a manos de su cuñado, el que precisamente lo introdujo a la práctica del boxeo a la edad de 13 años.

Sobre el futuro de la película, Castillo Cottin informó que seguirá participando en festivales internacionales. Asimismo, junto a la buena noticia de la nominación a los premios Oscar, también le fue confirmada la participación de la película El Inca en el Festival de Cine de Morelia, México, que se desarrollará durante el mes de octubre. Para fin de año, por otra parte, planea llevar la película a Europa. No obstante, el mayor objetivo es que la misma se pueda ver en cines de Venezuela.

"Aquí (en Venezuela) tuvo una aceptación muy grande, incluso durante los pocos días que estuvimos en cartelera la gente respondió muy bien" sostuvo, antes de regresar al tema de la censura que pesa sobre la película, pese a que la misma ya había ganado su derecho en la corte de apelaciones. "También como un venezolano que vive en Venezuela es un tema de dignidad, de ejercer nuestros derechos y que no se violenten más ni la constitución ni nuestra libertad de expresión", finalizó diciendo.