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Boxeo y universidad, la otra batalla de López Sasso y Maestrito Córdoba

En el boxeo profesional cuanto más intensas, más breves serán las carreras de sus atletas. Muchos son los que compiten, muy pocos son los que consiguen ser campeones, menos son los que además de campeonatos alcanzan la gloria y apenas un reducido grupo, ganará suficiente dinero para lograr la tranquilidad económica luego del retiro. Algunos estiran su trayectoria más allá de lo que aconseja su salud, otros permanecen vinculados al boxeo como entrenadores o en otro lugar en la esquina de los nuevos boxeadores. La mayoría, sin embargo, encara la incertidumbre de la vida fuera del ring, sobreviviendo con salarios reducidos y sin una profesión que les permita crecer en ese otro mundo, tan o más duro que el violento deporte que eligieron practicar. Pero hay excepciones, otras batallas que no transcurren dentro o fuera del ring. Ocurren dentro de las salas de aula universitarias.

Encontrar un camino hacia la superación personal, es una dura pelea contra un rival más difícil que los enfrentados en los cuadriláteros. Vencer ese desafío es una satisfacción mayor, un premio mayor. El puertorriqueño Edgardo López Sasso se graduó de abogado antes de abandonar el boxeo. El panameño Ricardo "Maestrito" Córdoba, empezó la Universidad después de abandonar el boxeo y en pocos meses recibirá su diploma de Licenciado en Derecho.

Su ejemplo es parte de esa Cara Oculta del Boxeo que permite mostrar una ruta tan sacrificada como la deportiva para crecer más allá de los triunfos, las frustraciones o las heridas que haya provocado el boxeo en la vida de sus protagonistas. Un ejemplo inspirador para quienes están dispuestos a aceptar que la carrera no termina con la última derrota. Por el contrario, es allí que comienza la verdadera guerra por la mejor de las victorias.

EL EJEMPLO DEL "MAESTRITO" CORDOBA

El panameño Ricardo Córdoba, ex campeón súper gallo AMB, se retiró del boxeo activo en el 2012 tras 12 años de carrera activa y con un récord de 39 victorias, 3 derrotas, 2 empates y 25 KOs. Su última derrota fue en una competitiva y cerrada batalla contra el cubano Guillermo Rigondeaux en noviembre 2010. Su última pelea, fue también su última victoria, el 31 de marzo del 2012 contra el mexicano Eduardo García.

Por edad, Córdoba tenía mucha carrera por delante. Sin embargo, el sentido común dijo otra cosa. "Ya no tenía el mismo ánimo, no tenía el espíritu competitivo ni las ganas de asumir el sacrificio del entrenamiento", recordó. "Estaba recién casado con mi actual esposa y decidí ingresar a la Universidad. Hoy estoy en mi último cuatrimestre de derecho y ciencias políticas, aspiro a ser abogado", afirmó.

"El Maestrito", que también maneja y estrena a un grupo de boxeadores tres de los cuales son profesionales activos. Más allá de esa actividad, la inclinación de Córdoba es por la base amateur. "Estoy trabajando con muchachos que se encuentran en riesgo social, inculcando valores y orientándolos por el buen camino. Es una forma - reconoció - de devolver algo de todo lo que el boxeo hizo por mí".

Ser campeón mundial fue una de sus metas, de sus sueños de infancia, ser abogado su otro objetivo. El boxeo ocupó todo el tiempo, la meta se alcanzó y la carrera universitaria más que lograr un sueño tardío, fue una imposición de la realidad.

"Cuando me retiré en el 2012, solo tenía un bachillerato, pero cuando fui al campo laboral, tropecé con la realidad: me di cuenta que no era competitivo y que si no me educaba iba a ser toda la vida un funcionario público más", aceptó. "No lo pensé dos veces, entre de una a la Universidad, me sostuve gracias algunas inversiones que me permitieron costearme los estudios y no me quejo, he crecido laboralmente, mi carrera asociada al boxeo ha sido reconocida pese al poco tiempo de trabajo y en el estudio estoy a punto de lograr la meta".

Alcanzar esa meta para el "Maestrito", sin embargo, no ha sido fácil. El mismo lo reconoció. "Afrontar el estudio a mi edad fue una experiencia muy dura. Tantos años lejos de las obligaciones educativas, a uno le hacen perder muchas capacidades", reveló. "Me tocó entrar con muchachos muy jóvenes, recién salidos de la escuela, sin embargo no me sentí discriminado, me mantuve firme en estos cinco años y estoy viendo los resultados de ese esfuerzo".

EL EJEMPLO DE EDGARDO LÓPEZ SASSO

El puertorriqueño López Sasso debutó en noviembre del 2010 y se retiró en octubre del 2016 con un récord de 13 peleas ganadas, 2 derrotas, 1 empate y 4 KOs. Ganó cinturones regionales tanto de la AMB como del CMB y en su caso, toda la carrera universitaria transcurrió en forma paralela a su carrera boxística.

"No era fácil estudiar, primero, contabilidad para obtener la reválida de CPA (Contador Público Autorizado) y luego seguir estudiando la Escuela de Derecho para revalidar como abogado, al mismo tiempo que efectivamente trabajaba y boxeaba", dijo López Sasso. "A veces yo empezaba a las seis de la mañana haciendo la carrera matutina, de allí me iba a trabajar, por la noche tenía que estudiar en la Escuela de Derecho y casi a las diez es que yo lograba entrenar para mis peleas de boxeo, terminando casi a la medianoche".

El apoyo de su familia fue fundamental para lograr cumplir con todas las responsabilidades diarias. "Mi padre era mi manejador, mi madre es la que me llevaba la dieta y a la misma vez era quien me levantaba por la mañana, porque sinceramente muchas veces las fuerzas me faltaban, peor ahí estaban ellos al firme para ayudarme", reconoció.

En su caso, se siente agradecido del apoyo que encontró dentro y fuera de la Universidad. "Tal vez, porque veían y valoraban mi esfuerzo por superarme. Ellos veían que yo quería mejorar académicamente así como quería también triunfar en el deporte", sostuvo. "En el trabajo me daban facilidades para que pudiera pelear, ir a los pesajes o las conferencias de prensa y mis profesores si tenían que hacer excepciones en caso de exámenes no dudaban en hacerlo, por más que nunca las pedía"

Sobre boxear y estudiar, consideró que el mayor inconveniente radicaba en la obligación de anticiparse a todo, creando un cronograma de sus peleas para que no coincidieran con sus exámenes finales. Al mismo había momentos de mucho trabajo en su tarea de CPA y debía considerar ello en su itinerario boxístico. "Ello me obligaba a elaborar mi itinerario en coordinación con mi promotor", dijo.

López Sasso, consideró que boxeo y estudio se complementan a la perfección y una carrera ayuda a la otra.

"A mí el boxeo me ayudó a pensar con rapidez, en un segundo, cuando uno está en el ring, puede cambiar la suerte con un solo golpe. Esa velocidad mental, trasladada a las obligaciones del estudio, me sirvió para razonar de otra manera tanto en los exámenes o presentaciones orales", dijo. "A su vez, los estudios me ayudaron en el boxeo, porque me dieron la capacidad de desarrollar estrategias a la hora de enfrentar a un oponente", consideró, al valorar el desarrollo intelectual que le permitió el estudio a la hora de aprovecharlo en la carrera boxística.

La graduación de Edgardo López Sasso como abogado coincidió con el fin de su carrera, no obstante se ha mantenido vinculado a este deporte a través de la Organización Mundial de Boxeo, como vicepresidente de su Comité de Clasificaciones.

"Si bien estoy retirado, sigo ligado al boxeo desde una perspectiva más administrativa, gracias a aquello que los estudios, tanto de Administración de Empresas como en la Escuela de Derecho, me brindaron. Por lo tanto el boxeo, me sigue ayudando en la vida".

López Sasso defiende y aconseja a todos los boxeadores que no abandonen el estudio y siempre tengan presente la necesidad de pensar en su vida más allá de la carrera boxística. "No todos los boxeadores conseguirán ser un Floyd Mayweather o un Manny Pacquiao, por eso siempre hay que tener en la vida un Plan A, un Plan B y un Plan C", culminó diciendo.

NOTA DEL EDITOR: Este reportaje, es parte de la serie de ESPN Digital, La Cara Oculta del Boxeo, que investiga varias facetas de este deporte, incluyendo su influencia en la sociedad mundial.