La dramática batalla donde Deontay Wilder estuvo a punto de perder su impresionante invicto, junto al título CMB de los pesos pesados ante Luis Ortiz, fue el gran acontecimiento boxístico del fin de semana y ya dejó pistas sobre sus repercusiones futuras. La vulnerabilidad del campeón es ahora razón de esas repercusiones y hasta facilita el argumento a las especulaciones sobre su futuro inmediato.
El universo de los pesos pesados es muy reducido y son pocas las figuras de estatura comercial suficiente como para seducir comercialmente. Ante esa realidad y si bien todos le apuntan a ese deseado desafío contra Anthony Joshua, la percepción ahora es que esa posibilidad(enfrentar a Joshua) se tendrá que repartir con la opción Tyson Fury y no debe descartarse aún, hasta una posible revancha contra Luis Ortiz.
TODOS LOS CAMINOS CONDUCEN AL REINO UNIDO
El 31 de marzo en Cardiff, Inglaterra, el campeón AMB-FIB, Anthony Joshua, enfrentará al neozelandés Joseph Parker, monarca de la OMB en la división suprema. La unificación de tres títulos será de antemano uno de los grandes acontecimientos boxísticos del 2018 y una prueba de fuego para Joshua, al cual, al igual que a Wilder, no son pocos los que le cuestionan la débil oposición enfrentada en la mayor parte de su carrera invicta.
Ese día, el 31 de marzo, en la arena estará presente Deontay Wilder y también estará Tyson Fury. Los dos querrán ver ganador a Joshua y los dos querrán luego enfrentarlo. No es para menos, el campeón británico es garantía de bolsas multimillonarias. Tanto contra Wilder como ante Fury las cifras del evento pueden ser las mayores de la temporada. Aún superiores a las de Canelo-GGG, por ejemplo.
La decisión sobre la elección del rival es parte de la estrategia de Joshua. Mejor dicho, de su hábil promotor, Eddie Hearn, que desde el año pasado ha manejado el mes de septiembre de 2018 para esa unificación. Sin embargo, la pretendida división 50/50 que el equipo de Wilder reclamó en los primeros tanteos fue - según Hearn - el motivo del atraso en cualquier acuerdo.
Sin embargo el representante del estadounidense, Shelly Finkel, ha desmentido ello y ha acusado a Joshua de "estar evitando a Wilder", citó una carta de Eddie Hearn del 29 de noviembre último cuando se reunió con su padre (Barry Hearn) y se declararon listos para montar un gran evento en Las Vegas a la que estimaron llegarían unos 20 mil británicos a gastar más dinero que cuando peleó allí Ricky Hatton.
Los promotores de Joshua siempre han alegado que su pupilo es el lado A, el que más dinero genera de recaudación y además, cuando Wilder lo enfrente tendrá tres cinturones mundiales, contra uno solo del estadounidense. Las negociaciones no han sido ni serán fáciles de llevar adelante, por más que en estos días el ex campeón mundial Evander Holyfield le sugirió a Joshua no demorar su pelea contra Wilder.
Si Joshua vence a Parker, creo que él y Wilder pueden llegar a ganar unos 250 millones de dólares peleando entre sí, por ello ¿por qué no ganar ese dinero mientras ese dinero está allí? , se preguntó Holyfield.
Ponerse de acuerdo con la fecha, el lugar de la pelea, la división de ganancias y los términos generales del contrato para esa hipotética pelea, promete ser un largo camino repleto de contratiempos. Si tenemos en cuenta, además, que nada podrá discutirse hasta después de la pelea entre Joshua y Parker, es muy elevada la posibilidad de que a Wilder no le quede más remedio que asegurar un Plan B, ante la posibilidad de quedarse sin ningún plan y tener que recurrir a la peligrosa decisión de ofrecerle una revancha al cubano Luis Ortiz.
TYSON FURY ES UN PREVISIBLE PLAN "B"
Tyson Fury se sigue preparando para regresar, oxidado y sin ritmo, volverá al ring en algún momento del 2018. Mientras cumple con la rutina del gimnasio, dedica muchas horas de su tiempo a mantener viva su imagen y lo va logrando con creces. El estrafalario ex campeón mundial ha conseguido colocarse como la mejor de todas las opciones para todos los campeones actuales.Su presencia en una pelea, especialmente la del regreso, será un acontecimiento mediático. Fury vende, todos lo quieren tener en su pantalla y su nombre puede ser una alternativa perfecta para Wilder, tan perfecta que nadie se sorprenda si esa pelea deciden amarrarla antes del 31 de marzo. La explicación para ello es muy sencilla, evitar que sea Joshua el que se adelante una vez despache a Parker, o sea este último en caso de la gran sorpresa y vevenciendo al británico.
Tanto Joshua como Parker han elogiado en este tiempo a Fury, han hablado de su interés en enfrentarlo y dejaron abierta esa opción para el momento en que regrese. Deontay Wilder ya tuvo un cara a cara con Tyson Fury que lo desafió en el cuadrilátero e incluso hubo contactos para que el primo de este, Hughie Fury, lo enfrentara antes de su derrota contra Joseph Parker.
Los problemas para negociar que han tenido los equipos de Wilder y Joshua, la necesidad de esperar el resultado de su pelea contra Parker y la incertidumbre sobre las dificultades que enfrentará la negociación, le dan fuerza al plan B, especialmente por lo debilitado que, boxísticamente, quedó el estadounidense tras su dramática pelea contra Luis Ortiz.
Wilder tendrá enormes problemas para llegar a ese 50/50 que aspira ante un triple campeón como Joshua, después de ganar de manera controversial en una pelea donde su rival de 39 años (Ortiz) lo tuvo al borde del KO. Contra Joshua, no será favorito y deberá dar concesiones grandes. Ello sería el aliciente para negociar y atar rápidamente ese combate contra Fury, posiblemente en Inglaterra y por todo lo alto.
Vencerlo en su propio patio, a Wilder le daría mayor peso para negociar luego la pelea contra Joshua en mejores condiciones económicas. Lo mismo sucedería con Joseph Parker, en caso de que sea el ganador el 31 de marzo. Pero hay otra razón para irse por ese camino: Luis Ortiz.
Si Fury no acepta enfrentar a Wilder y ya negoció con Joshua para septiembre, Wilder se queda sin rival y en ese escenario de desastre, solo una peligrosa revancha contra Luis Ortiz le salvaría el año, en lo económico y en lo deportivo. Sería recurrir a la peor de las soluciones, si el cubano lo tuvo noqueado en el séptimo asalto y solo sobrevivió por la ayuda de los jueces, con oportunos ajustes, es posible que Ortiz consiga ganarle la revancha. No creo que Wilder tenga ganas de repetir la terrible experiencia. Por ello, para el futuro cercano, parece que todos los caminos de Deontay Wilder conducen a un solo destino: Tyson Fury