A dos semanas de su audiencia ante la Comisión Atlética de Nevada, el clima adverso sobre el futuro de Saúl "Canelo" Álvarez parece recrudecer. La posibilidad de que una extensión de la sanción al mexicano que obligue a cancelar su pelea del 5 de mayo contra Gennady Golovkin o se decida una medida que lo absuelva de cualquier castigo, no modifican esa sensación reinante de que el boxeador mexicano ya no se librará de las consecuencias del doble positivo.
En su gran mayoría, los especialistas consideran que la Comisión de Nevada no sancionará a Canelo y habrá pelea el 5 de mayo. Sin embargo, Dan Rafael, analista de ESPN y una de las miradas periodísticas más respetadas en boxeo, en una de sus últimas columnas echó un balde de agua fría sobre esa certeza de que habrá pelea. Para Rafael, basado en conversaciones con involucrados, "si Álvarez queda sin castigo envía un mensaje horrible de que un boxeador puede ser pescado usando sustancias prohibidas y aun así poder boxear por una bolsa de ocho figuras". El analista de ESPN recordó que esa misma Comisión en su momento se negó a licenciar Mike Tyson por un problema menor y marcó un detalle no menor, "HBO no utilizó su transmisión de boxeo del sábado para promover el PPV del 5 de mayo y lo dejó fuera de su próximo calendario de eventos". Esa posible sanción a Canelo, es el tema central de la nueva columna de Rafael en ESPN Digital.
Por donde se mire, nada exime a Canelo de los perjuicios. Si lo sancionan, implícitamente, el mexicano habrá sido castigado por doparse. No importan los atenuantes, no importa la certeza o no de que haya sido un error o el alegato de la carne contaminada. Sanción es sanción y en la práctica "una mancha imborrable en su expediente histórico". Ahora, si deciden no sancionarlo, es obvio que la Comisión Atlética de Nevada, tratará de compensar a la opinión pública con algún tipo de "decisión sustituta ejemplarizante" que libre su imagen. En ese caso no dudo impongan un control antidoping al extremo riguroso previo a la pelea y después, que se extenderá al vendaje y quizás, hasta incluyan alguna clausula sacada de la galera para dejar a salvo su credibilidad y autoridad.
Bajo una perspectiva tan adversa para Saúl "Canelo" Álvarez y colocando su presente, en el mismo lugar donde otros estuvieron en el pasado por culpa del mismo clembuterol, hay que aceptar que el tapatío peligra padecer de un mismo mal que sus antecesores y de sus inevitables consecuencias.
LA MALDICION DEL CLEMBUTEROL
Cada vez que se ha intentado justificar citando la ingestión de carne contaminada como un error involuntario, inevitablemente se toma como referencia inmediata a Erik "El Terrible" Morales, Francisco "Bandido" Vargas y recientemente a Luis "Panterita" Nery. Los tres mexicanos, los tres recurrieron a la misma justificación y los tres, de una u otra manera, sufrieron y aparentemente sufren las consecuencias del "error involuntario".
A Erik Morales se le detectó previo a su revancha contra Danny García, por el doble cinturón súper ligero (AMB0-CMB), el 20 de octubre del 2012. En la primera pelea en marzo de ese año, la victoria había sido de García por decisión unánime. En la revancha, García lo noqueó en cuatro asaltos. Todo el tema del clembuterol pudo tener influir en las condiciones del Terrible, hay que aceptar que había presión bajo un clima anormal. Luego, se le aplicó una dura sanción a Morales, el que de todas maneras se retiró del boxeo luego de esa batalla.
Francisco Vargas, vivió una historia parecida previo a la defensa de su cinturón súper pluma del CMB ante Orlando Salido. Pelea que finalizó con un polémico empate, muchos vimos ganar a Salido. En ese combate se notaron las marcas de la presión en el desempeño de Vargas, algo que quizás le cobró factura en su siguiente pelea, derrota ante Miguel Berchelt que le arrebató el título. Desde entonces ha sostenido una sola pelea, victoria contra Stephen Smith que abandonó debido a una lesión en el noveno asalto. El Bandido desde su pelea con Salido ha mostrado deterioro boxístico. No sabemos cuánto de culpa tuvo en ello su positivo de clembuterol, pero no se puede descartar la directa influencia.
Al tijuanense Nery, previo a su pelea contra el japonés Shinsuke Yamanaka en Kioto, Japón, al que noqueó en cuatro asaltos el 15 de agosto de 2017 y le arrebató el título gallo del CMB, en las pruebas previas le detectaron zilpaterol, una sustancia similar al clembuterol y también dado al ganado para aumentar su volumen.
Como consecuencia de ese positivo, el CMB no pudo determinar la existencia de intencionalidad y por ello ordeno una revancha inmediata. Al pesaje de la misma, Nery llegó con notorio exceso de peso. Todo termino en escándalo, volvió a noquear al héroe local, fue acusado de conducta antideportiva y en una decisión unilateral, fue suspendido de por vida para pelear en suelo nipón. Aún, Nery se encuentra en proceso ante el CMB para clarificar su culpabilidad o inocencia. No hay dudas que su carrera se perjudicó y como en los demás casos, su honestidad deportiva fue puesta bajo escrutinio permanente.
Otro pugilista que padeció de manera dramática las consecuencias de un positivo por clembuterol, fue el venezolano Jaider Parra, que en enero del 2017 derrotó en las tarjetas al español Nicolás González y se adjudicó el vacante cetro súper ligero Intercontinental de la AMB. Sin embargo, falló la prueba antidoping por la misma sustancia y la pelea fue declarada "No Contest". Parra fue suspendido por seis meses por parte de la AMB, perdió el cinturón, perdió su lugar en la clasificación y obviamente la oportunidad de ir por un título mundial. Desde entonces, camino a sus 36 años, ha sumado cinco victorias en peleas locales en Venezuela y difícilmente le quede tiempo para iniciar el trayecto hacia otra oportunidad. Culpable o inocente, él es otra víctima del clembuterol.
¿EL INICIO DEL DECLIVE PARA CANELO?
A Saúl "Canelo" Álvarez le aguarda la Comisión Atlética de Nevada, ante quien hará sus descargos el próximo 10 de abril. Como lo dice hoy la última columna de Dan Rafael, la mayor posibilidad es que Nevada le aplique una sanción de seis meses al boxeador tapatío.
De un panorama sombrío inevitable, ese sería el más oscuro de los escenarios. Las sanciones crean precedentes, destrozan la credibilidad, instalan la sospecha de deshonestidad deportiva para siempre y peor que eso, colocan también bajo sospecha a todo el pasado del púgil sancionado. El efecto negativo es aún mayor cuando el acusado tiene la dimensión de una superestrella como Canelo.
Si en el mejor de los casos se le retira la sanción y el 5 de mayo enfrenta finalmente a Gennady Golovkin, no podrá Canelo librarse de la percepción de culpabilidad ¿Cuál será el precio? ¿Cómo se recuperará de las acusaciones y de las sospechas de que el clembuterol pudo ser algo más que un descuido en la comida? No dudo que lo pagará con un pobre desempeño en el ring. Por donde se lo mire, esto será un antes y un después.
Tomando en cuenta las consecuencias de los casos anteriores, no hay dudas que luego de Canelo, la maldición del clembuterol será una figura omnipresente en el boxeo mexicano y condicionará la carrera de todos sus profesionales. Por ello es tan importante el 10 de abril.
Debiendo juzgar este caso bajo esa perspectiva y pensando casos similares que en el futuro puedan ser otro dolor de cabeza, la suspensión por seis meses a Canelo podría ser la única salida que le quede a la Comisión de Nevada para resolver el presente y el futuro del clembuterol. Hay que aceptarlo, es una maldición.