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Santa Cruz vs. Rivera, una guerra mexicana con final predecible

Una guerra mexicana, de boxeo disfrutable y final predecible, es la que protagonizarán este sábado el súper campeón 126 libras de la AMB, Leo Santa Cruz (35-1-1 con 19 KOs), y su retador sustituto Rafael Rivera (26-2-2 con 17 KOs), encabezando la cartelera que organiza Premier Boxing Champions (PBC) en el Microsoft Theater de Los Ángeles, California.

No hay mucha ciencia en vaticinar una victoria del campeón, seguramente por KO, no muy tarde en la pelea. Sin embargo, la expectativa, esta vez, no pasa por imaginar el resultado, las incógnitas que despertarán atención se derivan hacia la forma en que Santa Cruz consiga esa victoria y cuanto esfuerzo le demandará el boxeo previsible de Rivera.

Santa Cruz ha dicho que luego de este combate, está dispuesto a unificar contra todos los campeones de la división súper pluma y mencionó un nombre en particular: Gary Russell Jr., el monarca del CMB, al cual desea enfrentar en junio o julio

¿Cumplirá esta vez “El Terremoto” con el viejo reclamo de sus fanáticos y asumirá el desafío de probarse ante los mejores? Por sus declaraciones parece dispuesto. Su padre, José Santa Cruz, le dijo a ESPN que “a su hijo le encantaría pactar una o dos peleas grandes antes de invadir la división de las 130 libras”. Esa es buena señal, pero antes está Rafael Rivera.

UN RIVAL CÓMODO, QUE PUEDE RESULTAR INCÓMODO

Rafael Rivera parece tener aquellas características elementales de un rival a modo para Santa Cruz, es rápido en su golpeo, pero tiene desplazamientos muy limitados sobre piernas. No hay peligro que se transforme en un nuevo Carl Frampton. También Rivera tiene menor alcance en el brazo, (Leo lo supera por siete centímetros) lo cual le permitirá a Santa Cruz soltar su artillería desde una distancia confortable. O sea, castigar sin riesgos o en su caso, obligando a su rival a entrar a su territorio para encontrar su propio espacio de golpeo.

Si tomamos en cuenta que Leo Santa Cruz no pelea desde junio del 2018, año en el que realizó una sola pelea, puede existir oxido acumulado que le obligue a demorar hasta lograr ajustar a su modo normal de boxeo. Hasta ese momento (3 o 4 asaltos iniciales), es posible que veamos a un campeón tomando algunas precauciones. Ese podría ser en consecuencia, “el único momento” de Rivera para volverse un rival incómodo.

¿Puede conseguirlo?, es posible. Rivera no tiene la estatura boxística de su rival, pero es un púgil difícil, aguerrido, técnicamente aceptable, disciplinado en su plan de pelea y como una virtud interesante, es rápido en su golpeo con las dos manos. Por ese detalle es que apostamos por un Santa Cruz tomando precauciones iniciales hasta lograr el ajuste necesario.

La zona de confort para Rafael Rivera es esperando y contragolpeando o sorprendiendo con la recta de derecha, con la que suele rematar un explosivo 1-2 que inicia con la izquierda en punta. Se protege de manera decente con la defensa alta, parece ser buen asimilador, es poco amigo de caminar el ring y apuesta a moverse en un espacio reducido, al acecho, buscando la oportunidad de colocar sus golpes en velocidad. Si lo acosan en el espacio corto, abanica muy bien la izquierda arriba o la transforma en un doloroso gancho a las costillas.

Precisamente, Rivera es peligroso por su paciencia y disposición a ser agresivo sin arriesgar, tanto en la contra como aprovechando errores del rival, para lo cual dispone de varias herramientas, entre ellas un triple jab entrando para rematar con mucho golpeo, “por donde caiga”. Muy al estilo mexicano.

En sus peleas recientes, hay un saldo negativo que no le hace justicia. Ganó por KO su ultimo combate, y perdió las dos anteriores, contra dos invictos y en peleas disputadas. Joseph “JoJo” Díaz Jr. y Joet González fueron sus oponentes victoriosos. Ante González cayó por decisión mayoritaria en un combate donde muchos lo vieron ganar.

Rivera llega a esta pelea como reemplazo de Miguel Flores, que era el rival original, pero, mientras entrenaba sufrió una lesión y debió abandonar.

UN CAMPEÓN QUE NECESITA GANAR COMO CAMPEÓN

Leo Santa Cruz es uno de los más carismáticos campeones mexicanos. Por alguna razón que solo la fanaticada mexicana podría explicar, es de esos pocos campeones aztecas que tienen una empatía total con la platea.

Es aclamado antes de sus peleas, saludadas con efusividad sus victorias y es posible percibir que es de aquel tipo de boxeadores con los cuales se identifican sus seguidores.

No obstante, esos seguidores tanto lo aplauden como lo cuestionan. Unificar, ir por las grandes peleas, es la eterna cobranza. En parte tienen razón. Santa Cruz ha peleado poco y excepto sus dobletes contra Carl Frampton y Abner Mares, a su palmarés le faltan grandes nombres. El campeón superpluma AMB parece dispuesto a complacerlos luego de esta pelea, incluso, hasta buscando un tercer pleito contra Carl Frampton.

Ello hace crecer, sin duda, la expectativa por verlo este domingo y saber “qué Santa Cruz” es este. Por lo pronto, si vemos al de siempre, ganará sin duda alguna y de manera contundente. Si aparece óxido por esa poca actividad, si se confía demasiado o sufre algún apagón en su boxeo, la ecuación puede cambiar. Esa es la incógnita que develara durante la pelea.

Boxísticamente, Santa Cruz es muy superior a Rivera. No solo lo supera en alcance de brazo, también lo supera en alternativas ofensivas. “El Terremoto” puede pelear en las tres distancias, puede ser contundente desde una posición frontal o moverse a soltar metralla desde cualquier ángulo. Y por sobre todas las cosas, su volumen de golpeo es de los más nutridos en el primer nivel. Según CompuBox en sus dos peleas contra Abner Mares promedio 106 golpes por asalto, bajando muy poco ese promedio para los asaltos finales.

PREVISIÓN Y PRÓNOSTICO

El estilo de pelea que veremos no parece tener sorpresas. Leo Santa Cruz estableciendo el jab temprano, ocupando el centro del ring y soltando golpes desde la distancia, arriesgando poco en los primeros asaltos hasta acostumbrarse a su propio ritmo y apurando en el último tramo de cada round.

Rivera será el mismo que le dio guerra a Joet González, esperando, contragolpeando y buscando sorprender adentro con golpes en velocidad. Es posible que, en su plan de pelea, exista alguna orden de sorprender temprano dando el paso adelante y entrando a soltar combinaciones en corto, por detrás del doble jab.

Es muy alta la posibilidad de que veamos una pelea sumamente entretenida en los primeros episodios. No obstante, una vez Leo ajuste y empiece a colocar sus golpes de poder, la acumulación sobre la humanidad de Rivera, facilitará la destrucción sistemática que le permitirá al campeón solventar el compromiso antes de la cuenta, por la vía rápida. Es de esperar que eso suceda no mucho más allá del sexto o séptimo asalto.

De cualquier manera, todo depende del estado físico, boxístico y mental de Leo Santa Cruz. Si vemos al de siempre, ganará como siempre, si así no fuera, Rafael Rivera podrá llevar la pelea a la distancia, tal como lo consiguió ante JoJo Díaz o Joet González, aunque tampoco en las tarjetas lo imaginamos dando la sorpresa.

Lo dicho, la expectativa mayor es ver como regresa Santa Cruz y constatar la veracidad de sus buenas intenciones, o sea, si esta vez efectivamente ira contra los demás campeones. En ese caso, después de la campana final, mucho se hablará de nombres tales como Josh Warrington, Gary Russell y Oscar Valdéz como el próximo deseado. Pero esa ya es otra historia.