MÉXICO -- El mexicalense Diego de la Hoya reconoce que se equivocó, sufrió el hecho de no entregarse en cuerpo y alma al boxeo y quiere recuperar el tiempo perdido. Precisamente por ello, luego de reaparecer en el ring este sábado 13 de abril en la Arena Monterrey en una pelea pactada en 126 libras, espera una oportunidad para contender por un título en las 122 libras.
En charla con ESPN luego de terminar su sesión de entrenamientos en Indio, California, Diego se canto en 131 libras, a sólo cinco de la categoría y se dijo ansioso por volver al ring luego de no pelear desde junio del año pasado. Su rival en Monterrey será Enrique Bernache. Ese mismo día Jaime Munguía expondrá el cetro súper welter de la Organización Mundial de Boxeo ante Dennis Hogan en una velada de Zanfer Promociones y Golden Boy Promotions.
"Me siento contento de pelear y de pelear por primera vez en México, quiero darles una buena pelea, esta vez vamos a pelear en 126 libras, pero quiero regresar en las 122 libras, me siento fuerte en 122 libras, tuve un tropiezo, pero mi meta es ser campeón en 122 libras, en las 126 está bien para regresar, pero quiero demostrar que puedo bajar de nuevo, no quiero empezar de nuevo en peso pluma", dijo Diego (21-0, 10 KOs).
La misión para el primo de Óscar de la Hoya será dejar atrás la imagen que se ha ganado entre los fanáticos del boxeo luego de tener que suspender dos batallas en los últimos meses por problemas para marcar las 122 libras. "Tengo que dejar atrás eso y demostrar de qué estoy hecho y esperar ese chance titular", apuntó.
En noviembre pasado, cuando incluso sufrió un desmayo intentando dar el peso para pelear en su natal Mexicali, lo cual obligó a cancelar la pelea, confesó que se espantó en ese momento. "Tuve deshidratación severa, una infección en los riñones y temí por mi vida, hablaban de dializar, me espanté, estuve hospitalizado unos días pero por fortuna salimos bien, ahora mi enfoque es mejor, tanto dentro como fuera del ring, no estaba dando el 100 por ciento y ahora estoy dando todo, me reencontré conmigo y con el boxeo, quiero recuperar el tiempo perdido", estableció el púgil de 24 años.