Carlos Sainz sigue mostrándose cauto y asegura que el rally aún es muy largo a la vez que asume que si hay órdenes de equipo en Citroen las aceptará.

"Los dos últimos tramos han ido bastante bien. El primero de ellos estaba muy difícil, con mucho hielo y los neumáticos eran fundamentales porque el resto del tramo era seco y montábamos gomas bastante duras. Muy complicado", señaló el piloto español.

"La adaptación al coche está siendo mejor de lo esperado. Cada tramo voy mejor, tanto con el coche como con Marc" (Martí, su copiloto), dijo.

Sainz no esperaba estar tan arriba en la primera cita del Mundial: "No, la verdad es que no. Llegamos al rally con pocos kilómetros de pruebas, con un periodo muy corto de adaptación al coche y a Marc en un rally en el que hay que apuntar mucho".

"De todas formas, la prueba no ha terminado. Quedan dos tramos complicados como Loda y el Turini, en los que siempre pasan cosas", dijo Sainz.

El rendimiento del coche no le sorprende al piloto madrileño: "Siempre había mostrado muy buenas aptitudes sobre asfalto. Ahora lo que tenemos que hacer es trabajar para que destaque también en otros terrenos".

La anulación del primer tramo desató las iras de los pilotos, que volvieron a criticar duramente a la organización del Montecarlo. Carlos Sainz señaló: "es un rally absolutamente descafeinado. Es una pena que la organización, que sólo tenía dos tramos por controlar en todo el día, no prevea estas cosas".

"Hay que estudiar con anticipación dónde y cuándo cortar los tramos y con qué medios. No puedes dejar que dos horas antes de que se haga la especial se circule libremente por ahí porque entonces el caos es el resultado final", agregó.

Carlos tiene detrás de sí al estonio Markko Martin, a quien aventaja en 39 segundos, por lo que no puede aflojar el ritmo: "En Montecarlo las diferencias, aunque parezcan grandes, se funden como la nieve".

"Una mala elección de neumáticos y todo se va por la borda", comentó Sainz.