Una de las mejores cosas de la Copa Mundial 2018 fue la naturaleza espontánea de las fiestas para ver los partidos en todo el mundo. Más allá de las zonas oficiales de fans, las reuniones improvisadas para los partidos se convirtieron en salidas llenas de cerveza y emoción para los fanáticos. ¿Cómo fue para los 4 millones de personas de Croacia que vieron a su equipo enfrentarse a Francia en su primera final?
Después de ganar su independencia hace 27 años, Croacia es la segunda nación más pequeña en llegar a la final de la Copa Mundial, solo detrás de Uruguay. A pesar de que la Copa del Mundo terminó rompiéndoles el corazón, los croatas se mantuvieron orgullosos de su equipo nacional y vitorearon ruidosamente desde cada esquina. Como, por ejemplo, la aldea de Sikirevci, a más de 1,300 millas de Moscú. La familia del jugador estrella Ivan Rakitic es oriunda de Sikirevci, y una cuarta parte de sus 2,000 habitantes llevan el apellido Rakitic.
Cuatro fotógrafos se desplegaron por el pequeño país del mar Adriático a las principales ciudades, pequeños pueblos, clubes y sitios locales para echar un vistazo al interior de cómo los entusiastas aficionados vitorearon a su equipo nacional durante la final de la Copa Mundial de 2018.
Tomo Galovic, de 49 años, y su hermano Duro Galovic, de 47, se preparan para ver la final de la Copa Mundial en el patio de su casa en Sikirevci. También estaban celebrando el cumpleaños del hijo de Tomo.Ioana Moldovan
Sarah, quien es mitad francesa y mitad croata, tararea los himnos nacionales antes del inicio del partido.
Ino Zeljak
En Umag, una ciudad costera, unos niños preparan banderas antes de que Croacia se enfrente a Francia en la primera final de la pequeña nación. Vladimir Zivojinovic
Ivan Kovacevic, 8 (derecha), juega fútbol frente a su casa en Sikirevci el domingo vistiendo una camiseta de Rakitic. Ivan Rakitic, el mediocampista croata, nació en Suiza, pero comprometió con su carrera internacional con el país de sus padres, Croacia. Rakitic recibió el título de ciudadano honorario de Sikirevci. Ioana Moldovan
Ivan Lukic, de 63 años, y su esposa Marica, de 58, en su automóvil en el pueblo de Sikirevci antes del comienzo de la final de la Copa del Mundo. Sikirevci es el pueblo natal de la familia de Ivan Rakitic, por parte de su padre. Luka Rakitic, el padre de Ivan, así como sus cinco hermanos, también jugó fútbol. Ioana Moldovan
Josip Benakovic toma un café en el Café Bar Pandora en Sikirevci, donde vería el juego. Su jugador favorito es Dejan Lovren.Ioana Moldovan
Hinchas croatas reaccionan durante la final de la Copa del Mundo entre Croacia y Francia en Umag. Vladimir Zivojinovic
En Zagreb, la capital, un hombre lastimado se dirige hacia un bar local donde verá el juego. Los fanáticos ya están animando mientras esperan el comienzo. Ino Zeljak
Josip Matic y sus amigos ven la final en la asociación de caza Lovacko Drustvo en Sikirevci. Ioana Moldovan
Aficionados se alinean en una mesa en la asociación de caza Lovacko Drustvo en Sikirevci, donde las cabezas de los animales cazados decoran las paredes. Ioana Moldovan
Un grupo de nudistas alemanes observa la segunda mitad de la final de la Copa del Mundo en el campamento de Kovacine en Cres, Croacia.Imke Lass
Fans de Croacia se detienen en una acera frente a un pub local en la calle Preradoviceva en Zagreb.Ino Zeljak
Ivan Kovacevic, 8 (derecha) y Vito Jaric, 6, ven la primera mitad de la final de la Copa del Mundo en la casa de Iván en Sikirevci. Ivan no puede mirar y se da vuelta mientras Antoine Griezmann se acerca para patear el penal. Ioana Moldovan
Conductores de autobuses observan el juego en sus teléfonos inteligentes. El tráfico en partes de la ciudad pareció detenerse literalmente durante el partido.Ino Zeljak
Fra Vito (Hermano Vito), 45, derecha, un monje en el Convento de San Francisco y la Iglesia en la ciudad de Cres, observa la primera mitad de la final en una de las bibliotecas del monasterio. Fra Vito llegó al monasterio hace apenas dos semanas y media. Le hubiera gustado salir y ver el juego en medio de una multitud, pero todavía no conoce a mucha gente en la isla. Está en compañía de Fra Ferdinand, de 78 años, quien ha vivido en el monasterio durante los últimos 25 años. Imke Lass
Bomberos voluntarios ven la final de la Copa del Mundo en su edificio en construcción en Sikirevci. Hay 90 personas voluntarias como bomberos en esta estación; este año, celebraron 90 años del establecimiento de la fuerza de voluntarios. Ioana Moldovan
Trabajadores de una panadería local en Zagreb se toman unos minutos para ver jugar a Croacia. Ino Zeljak
Hinchas en Umag se sientan mientras miran un juego en una pantalla gigante al otro lado de la calle.Vladimir Zivojinovic
Ivan Lukic, de 63 años, ve la final de la Copa Mundial desde su casa en Sikirevci.Ioana Moldovan
La familia Ivosevic celebra uno de los goles de Croacia en la final de la Copa del Mundo. Vladimir Zivojinovic
Anne, Emmi y Pascal Lenz de Wuerzburg, Alemania, observan la final de la Copa del Mundo en el Campamento Kovacine en Cres, Croacia.Imke Lass
Fanáticos de Croacia reaccionan cuando el juego llega a su fin y aceptan el hecho de que terminarán como subcampeones. Vladimir Zivojinovic
El alcalde de Sikirevci, Josip Nikolic, de 33 años, monta el camión de bomberos en el pueblo después de la final de la Copa del Mundo. Los voluntarios de lucha contra incendios dicen que hay una tradición en Croacia para que los bomberos suenen la sirena al principio y al final del juego, en honor a la selección nacional. Ioana Moldovan