Varios favoritos cumplieron con los pronósticos, pero el domingo de la Semana 6 resultó, en general, complicado para quienes llegaron como favoritos a sus encuentros y para varios quarterbacks alrededor de la NFL.
El duelo más esperado de la temporada 2022 no defraudó y aunque no fue tan espectacular ni una fiesta de puntos como la que regalaron en la Ronda Divisional de los últimos Playoffs, los Buffalo Bills y Kansas City Chiefs no defraudaron con un sólido encuentro si se considera el calibre de las ofensivas a las que enfrentaron, mientras que quarterbacks experimentados como Tom Brady y Aaron Rodgers volvieron a lucir terrenales ante defensivas que apenas los dejaron respirar.
Este es el análisis de los juegos más relevantes de la jornada alrededor de la liga.
COWBOYS
La realidad le pegó fuerte y seco en el rostro a los Cowboys, algo que bien pudo haber sucedido varias veces desde la Semana 2, pero en el duelo ante los Eagles, Cooper Rush demostró por qué es el suplente de Dak Prescott. En descargo de Rush, la línea ofensiva de Dallas batalló con la presión que ejerció Philadelphia en la línea de scrimmage y eso le puede suceder hasta a los pasadores de mayor renombre y experiencia, como sucedió en otros juegos de este domingo.
Las intercepciones de Rush dejaron en mala posición a su defensiva, pues los Eagles pudieron iniciar ataques en territorio de los Cowboys, lo cual también le impidió a Micah Parsons y compañía imponer condiciones como en duelos anteriores.
EAGLES
La dualidad de Jalen Hurts para atacar a las defensivas rivales y el balance de su ofensiva le abrieron la puerta a los Eagles para mantener el invicto y alejarse de los Cowboys en la carrera por el liderato de la NFC Este, además de las tres intercepciones que aportó la defensiva.
Los Eagles desgastaron a la línea frontal de Dallas al correr 39 veces para 136 yardas; Miles Sanders sumó 18 carreras para 71 yardas y un touchdown y Hurts nueve para 27. Hurts lanzó sólo 25 pases y completó 15 para 155 yardas y dos touchdowns para guiar a un ataque que sin ser explosivo ni productivo como otros, es igual de efectivo.
BILLS
Los Bills contrataron a Von Miller con el objetivo de superar ese obstáculo llamado Chiefs que parece ser el único que se interpone entre ellos y el Super Bowl y la decisión dio el resultado esperado.
La línea frontal incomodó a Patrick Mahomes en todo el encuentro y los Bills hicieron algo que casi no se había intentado ante el pasador de los Chiefs, ponerle un espía, papel que desempeñó Matt Milano a la perfección y que, junto con la presión de Miller, fue fundamental para que los Bills se llevaran el triunfo. Miller, con 12 años de experiencia, fue clave al presionar en las dos jugadas en las que Mahomes fue interceptado, incluida la que sufrió con 51 segundos por jugar y que selló la victoria de Buffalo.
Aunque Mahomes no dejó de encontrar espacios y receptores en el juego aéreo, la constante presión de la defensiva de los Bills limitó el accionar del pasador y no expuso a su aún lesionado perímetro.
CHIEFS
La defensiva de los Chiefs tuvo un buen encuentro ante el explosivo ataque de los Bills al limitarlo en conversiones de tercera (4-11) y cuarta (1-4) oportunidades, pero eso no impidió que Josh Allen y compañía expusieran sus debilidades. Con frecuencia, Kansas City envió paquetes de carga (blitz) contra el pasador, cuya movilidad le ayudó a escapar de capturas que serían casi seguras en otros quarterbacks, sin embargo, eso dejó en coberturas personales al perímetro, lo que fue evidente en las dos recepciones de touchdown que el novato esquinero Joshua Williams permitió a Gabe Davis y a Stefon Diggs sin ayuda de nadie.
Por otro lado, cuando quisieron, los Bills corrieron con efectividad con un Devin Singletary que promedió 5.0 yardas en 17 carreras ante una defensiva terrestre de los Chiefs que comenzó a mostrar serias debilidades desde el duelo de lunes por la noche ante Las Vegas Raiders.
VIKINGS
Minnesota gana feo, pero gana y eso es lo que importa, pero no estaría mal que su ofensiva encuentre pronto el balance que le permita ser más consistente, pues el ataque terrestre que había tardado en producir, sin ser arrollador, aportó lo suficiente en Miami para enfilar a los Vikings al triunfo.
Dalvin Cook corrió 13 veces para 77 yardas y 53 de ellas llegaron en una escapada para touchdown en el último cuarto, sin embargo, el temor de la defensiva de los Dolphins al corredor y su efectividad se hizo patente cuando Kirk Cousins, quien tuvo un mal día al completar 20 de 30 pases para sólo 175 yardas y ser capturado tres veces, lanzó sus dos pases de touchdown en jugadas con engaño de carrera.
DOLPHINS
La posición de quarterback en los Dolphins entró formalmente a la categoría de trabajos de alto riesgo luego de que Skylar Thompson, el pasador de tercer equipo, tuvo que dejar el partido por una lesión en el pulgar derecho. Además de la naturaleza de la posición, la pobre protección de la línea ofensiva aporta a la inseguridad detrás del centro en Miami, pues Teddy Bridgewater fue presionado 19 veces y cuatro más cuando los Vikings mandaron paquetes de carga.
La movilidad de Tua Tagovailoa se extraña mucho en Miami.
JETS
Los Packers pueden tener sus problemas, pero eso no resta valor a la victoria con la que los Jets confirman que hay que tomarlos en serio y no sólo como comparsas en la AFC Este.
El coach Robert Saleh tiene formación defensiva y el duelo en Lambeau Field de alguna forma muestra el estilo físico que le ha dado a unos Jets que juegan como un equipo de los años 90 y 80, con una defensiva implacable que presionó constantemente y golpeó en nueve ocasiones a Aaron Rodgers, un sólido ataque terrestre que produjo 179 yardas, 116 de ellas cortesía del novato Breece Hall (5.8 por carrera), y unos equipos especiales que bloquearon un intento de gol de campo y una patada de despeje.
Si la idea es alejar la presión del quarterback Zach Wilson, los Jets van en el camino correcto.
¿Se puede pedir una victoria más completa que esa?
PACKERS
La ofensiva dirigida por Aaron Rodgers está estancada y fue más evidente en la derrota ante los Jets. Parecía que el regreso hace unas semanas del guardia izquierdo David Bakhtiari ayudaría a trabajar con más calma al pasador de los Packers, pero la presencia del veterano liniero no se ha notado y el juego aéreo de Green Bay sigue sin funcionar de la forma en que acostumbra.
Jugar bajo presión ya comienza a hacer estragos en unos Packers que, además del balón suelto en la entrega de Rodgers a AJ Dillon, sumaron seis pases tirados por sus receptores, la mayor cantidad que sufre Green Bay desde 2017.
BUCCANEERS
A pesar de sus evidentes problemas en la línea frontal, la ofensiva de los Buccaneers logra llegar a la zona roja, pero esa es la zona donde esos problemas se manifiestan de peor manera y gravitan en el marcador.
A pesar de ser presionado e incomodado durante todo el encuentro, Tom Brady logró llevar a su ataque cuatro veces dentro de la yarda 20 de Pittsburgh, pero sólo pudieron anotar un touchdown en su último viaje luego de penetrar, incluso, dos veces dentro de la yarda 5 (yardas 4 y 1). El juego aéreo de los Buccaneers sigue sin carburar pese a tener ya al 100 por ciento a Chris Godwin y Mike Williams y el ataque terrestre con Leonard Fournette tampoco.
STEELERS
Probablemente no por la razón que hubiera deseado, pero Mitch Trubisky demostró que quiere su trabajo como titular de vuelta tras guiar a los Steelers a anotar un touchdown en el último cuarto en sustitución de Kenny Pickett, quien tuvo que dejar el encuentro en el tercer periodo por, así es, adivinaron, una conmoción. El problema para Trubisky es que, hasta el momento en el que se lesionó, aunque discreto, el novato también había tenido un buen juego (11-18, 67 yardas, 1 TD).
Pickett probablemente mantendrá el puesto como titular al ser dado de alta del protocolo de conmoción, pero si la defensiva de los Steelers juega como lo hizo ante los Buccaneers, con constante presión sin necesidad de mandar paquetes de cargas, no importa quién esté detrás del centro a la ofensiva en Pittsburgh.
ESPN Stats & Information contribuyó a este reporte.