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Los Miami Dolphins aún controlan su propio destino

MIAMI -- Los Miami Dolphins sabían que esta seguidilla de tres partidos en condición de visitante, sería la más difícil de la temporada.

No es habitual que un equipo juegue tres partidos seguidos fuera de casa, y menos aún ante rivales tan fuertes.

Los Dolphins se quedaron durante una semana y media en California, para enfrentar a los San Francisco 49ers, que tienen la mejor defensiva de la NFL, y luego tuvieron un duelo ante Justin Herbert y Los Angeles Chargers el pasado domingo por la noche.

Como si fuese poco, ahora tienen una semana corta y tendrán que visitar a los Buffalo Bills en el frío de Buffalo este sábado por la noche.

La derrota ante San Francisco estaba dentro de lo presupuestado, y uno podría alegar que el partido ante los Chargers era, en los papeles, el más accesible.

Sin embargo, ambas fueron derrotas y repentinamente lo que parecía un futuro certero de playoffs, ahora está en duda.

Miami aún controla su propio destino, y la realidad es que aun perdiendo este sábado ante Buffalo, donde han perdido cinco partidos consecutivos, si vencen a los New England Patriots y a los New York Jets para concluir la temporada, las probabilidades están de su lado para llegar a la postemporada.

Habiendo dicho eso, el partido de este sábado es el más importante de todos para Miami.

Los Dolphins están en una encrucijada; su temporada se encuentra en un punto de inflexión.

Digo esto porque las recientes derrotas no son lo que preocupa más a Miami, sino más bien la forma en que perdieron.

Tras caer ante San Francisco, se pensó inicialmente que una de las ofensivas más potentes de la NFL hasta ese entonces había sido limitada por haber jugado ante la mejor defensiva de la NFL.

El problema es que siete días después, una defensiva de los Chargers que no tenía seis titulares, fue igual de dominante ante Miami.

El mariscal Tua Tagovailoa, quien hace dos semanas estaba firme en la carrera por el MVP, tuvo sus dos peores partidos de la campaña.

Tagovailoa es considerado uno de los mariscales más precisos de la NFL, pero ante los Chargers apenas completó el 35 por ciento de sus pases.

Fuera de un par de pases a lo profundo y una jugada fortuita de Tyreek Hill, la ofensiva de los Dolphins lució rota.

La NFL es una liga que copia conceptos cuando funcionan, y eso es exactamente lo que hizo Los Angeles.

Después de ver el éxito que tuvieron los 49ers, los Chargers estaban determinados a ser más físicos con los receptores y a quitarles el centro del campo.

Los Dolphins tienen una ofensiva de timing, y Tagovailoa suele anticipar dónde van a estar sus receptores, y suelta el ovoide con mucha anticipación.

Claro que este concepto estaba basado en el hecho de que las defensivas rivales respetaban en exceso la velocidad de Hill y Jaylen Waddle, por lo cual le daban un colchón importante en la cobertura por el temor a que le ganen la espalda.

Después de todo, un rápido release y corres el riesgo de pasar el ridículo, y no se puede doblar a todos los receptores.

Sin embargo, la anterior fórmula no había funcionado; Miami tiene aún la mayor cantidad de jugadas de más de 20 yardas en toda la NFL, pese a haber tenido dos semanas para el olvido.

San Francisco se adaptó y funcionó. Y cuando Tagovailoa quería lanzar el ovoide, sus receptores no estaban donde tenían que estar. Estas adaptaciones parecieron tomar por sorpresa a los Dolphins, que no tuvieron plan alternativo.

El entrenador en jefe, Mike McDaniel, es considerado uno de los genios de la táctica, y realmente le ha cambiado la cara a la ofensiva de los Dolphins, después de muchos años desesperadamente conservadores.

El éxito de McDaniel es innegable hasta el momento, pero es ahora dónde debe mostrar su siguiente movida porque en la NFL, los equipos estudian los videos, y si no te adaptas como camaleón, te dejan atrás rápido.

Tagovailoa y los Dolphins prefieren trabajar entre los números por el centro del campo, aunque ahora tendrán que mostrar la capacidad de trabajar en los extremos, donde la fortaleza de brazo de Tua será puesta a prueba.

El ataque terrestre debe ser actor más protagónico, al igual que pases pantalla y los envíos al flat, para que esas rutas y ese balance sirvan como liberador de espacios por el centro del campo.

A la vez, los receptores tendrán que mostrar la capacidad de ser efectivos ante una cobertura más física.

Como dije antes, la victoria o la derrota en Buffalo es importante pero no definitiva.

Lo que sí es imperativo es que los Dolphins muestren que aprendieron de sus errores, y que como buenos jugadores de ajedrez, pueden mirar un par de movidas adelante.

Por eso todos los ojos están puestos sobre los Dolphins este sábado por la noche. Porque ganen o pierdan, deben probar que tienen una alternativa a esa explosiva ofensiva que fue muy efectiva pero ha sido limitada en las últimas dos jornadas.

El rendimiento de Miami este sábado por la noche nos dirá mucho acerca de las posibilidades de los Dolphins de cara al futuro.