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Cómo los emails filtrados de Jon Gruden llevaron a la caída de Dan Snyder

Las repercusiones del escándalo de correos electrónicos filtrados costó, al final, la permanencia de Dan Snyder como dueño de una franquicia de NFL

EL DUEÑO del equipo Las Vegas Raiders, Mark Davis no tenía planes de despedir a su entrenador en jefe cuando atendió la llamada del comisionado de la NFL Roger Goodell.

Corría la tarde del viernes 8 de octubre de 2021. Unas horas antes, el diario The Wall Street Journal había publicado un artículo demoledor en el que informaba sobre un correo electrónico enviado hace 10 años por el entrenador de los Raiders, Jon Gruden, cuando laboraba como comentarista para ESPN en sus transmisiones en inglés de “Monday Night Football”. Durante su intercambio de mensajes con el gerente general del equipo de Washington, Bruce Allen, apodó al director ejecutivo de la NFLPA (Sindicato de jugadores de la NFL) DeMaurice Smith como “Dumboriss” (mezclando su nombre con “Dumb”, el término inglés para “tonto”) y le describió con un estereotipo de corte racista. Para la mayoría de quienes observaban la situación, el despido de Gruden era inminente. Pero Davis esperaba (como mínimo) que pudiera desacelerar el paso del huracán desde el centro de la tormenta.

De acuerdo con fuentes conocedoras de su razonamiento, Davis creía que el momento de la publicación de la nota periodística era sospechoso. ¿Por qué hablar de los correos en este momento? ¿Quién los filtró? ¿Y quién ganaría más con ello?

“Parecía una trampa”, comentaría Davis poco después a un socio.

A pesar de que varios ejecutivos de la NFL en New York y algunos dueños de equipos tenían meses en conocimiento de los correos enviados por Gruden, como parte de la investigación dirigida al propietario de los Washington Commanders, Dan Snyder y el ambiente laboral tóxico que prevalecía dentro de su franquicia, Davis se enteró de su existencia en la víspera de la publicación de la exclusiva del Wall Street Journal, cuando el presidente de los Raiders, Dan Ventrelle le dijo: “Tenemos un problema”.

Luego que el diario publicara su noticia, Davis sondeó a jugadores actuales y pasados de los Raiders, al igual que a varios miembros del staff, para conocer la opinión que tenían sobre Gruden. Algunos querían verle partir y otros no. Davis sabía bien que Gruden podía llegar a ser poco cortés y utilizar palabras de grueso calibre; sin embargo, tras una relación profesional con él de más de dos décadas, no tenía motivos para creer que Gruden era racista.

Por eso, cuando Davis y Ventrelle entraron a la teleconferencia con Goodell y el consejero jurídico general de la NFL Jeff Pash, Davis se inclinó por apoyar a Gruden. Pero el dueño de los Raiders sintió la presión de inmediato. Según indican fuentes con conocimiento directo de lo ocurrido en la llamada, Goodell reiteró a Davis en varias ocasiones: “Debes hacer algo”.

“¿Qué vas a hacer?”, preguntó Pash.

Las declaraciones y cuestionamientos enfadaron a Davis. Él consideraba que la gerencia de la NFL no tenía competencias para presionar a un dueño de equipo para que despidiera a un entrenador jefe, independientemente de las circunstancias.

“Saldrán más correos a la luz”, le dijo Goodell a Davis. “Hay que hacer algo”.

Davis se dirigió a Ventrelle una vez concluida la teleconferencia.

“Hijo de p…”, afirmó un encolerizado Davis.

El lunes 11 de octubre, el diario The New York Times publicó un artículo revelando nuevos correos electrónicos en los cuales Gruden afirmaba que Goodell “no tenía idea” y que era “anti-fútbol americano”, describiéndolo con epítetos homófobos y misóginos. Gruden renunció esa noche ante las presiones de Davis. Poco después, Gruden interpuso una demanda contra la NFL y Goodell, acusando al comisionado de “haber filtrado directamente” los correos escritos por él para dañar su reputación y forzar su salida, lo que ha sido reiteradamente desmentido por ejecutivos de la NFL.

Lo que más enfadó a Davis, según indicó posteriormente, fue haber sido sorprendido por los correos meses después de que Goodell, Pash y otros dueños de equipo se enteraron de su existencia. A criterio de Davis, parecía que él y los Raiders fueran un daño colateral en lo que consideraba como uno de los esfuerzos que Goodell mantuvo durante varios años para proteger, entre todos los propietarios, a Dan Snyder a toda costa.

“Que se j--- la NFL”, dijo Davis a Gruden. “Y que se j--- Dan Snyder”.

“Un grave error de cálculo”

QUINCE DÍAS DESPUÉS de la renuncia bajo presión de Gruden, Goodell negó que él o cualquier ejecutivo de la gerencia de la NFL hubiera filtrado los correos condenatorios durante una reunión a puerta cerrada y con acceso exclusivo de los dueños de equipo en sus oficinas de Manhattan. Las especulaciones en torno a la NFL se centraron en Snyder. En octubre de 2022, ESPN informó que la liga creía que Snyder era responsable de las filtraciones. Un informe del Congreso de Estados Unidos publicado en diciembre pasado contiene testimonios que apuntan a los Commanders como fuente de las revelaciones.

Varios meses de entrevistas con ejecutivos, abogados, agentes y ejecutivos de la NFL y varios equipos (la mayoría bajo condición de anonimato) nos revelan que podría haber un grupo de personas mucho mayor tras las filtraciones. Entre los acusados por las fuentes se incluyen:

• Altos ejecutivos de la NFL, incluyendo el propio Goodell. Varias fuentes, incluyendo una vinculada a los propietarios de un equipo, indicó a ESPN que varios ejecutivos de la liga aprobaron la publicación de algunos correos. Cuatro dueños de equipo dijeron a ESPN que consideran que Goodell estuvo personalmente involucrado. El vocero de la NFL, Brian McCarthy, reiteró las negativas de responsabilidad de la NFL en sus respuestas públicas y legales. “Ni la NFL ni el comisionado filtraron los correos ofensivos del entrenador Gruden”, indicó McCarthy a ESPN. En un comunicado enviado a ESPN, Gruden indicó: “Es ridículo que la NFL haya pensado que podía escoger correos escritos hace varios años, cuando ni siquiera era entrenador, para intentar acabar con mi carrera”. Agregó: “Como mínimo, me merecía la oportunidad de responder y ser sometido al debido proceso”.

• El jefe de la Asociación de Jugadores de la NFL DeMaurice Smith. Smith alardeó de ser el responsable de filtrar el correo racista en el que Gruden se refería a él, según indicó a ESPN un asociado con conocimiento directo de la situación. La filtración del correo fue publicada el mismo día en el que Smith se sometía a la reelección por parte de los miembros del sindicato. Smith declinó hacer comentarios al respecto, según indicó el vocero sindical George Atallah.

Snyder, en una operación conducida por sus representantes legales del bufete de New York, Reed Smith, con la ayuda de la CEO de la agencia Roc Nation, Desiree Pérez, que tiene un contrato con la NFL por 25 millones de dólares para asesorarles en asuntos de justicia social. Antes y después de las filtraciones, un abogado miembro de Reed Smith informó a una fuente sobre la participación del bufete y el presunto papel ejercido por Pérez, que no fue definido por la fuente. Varios abogados con conocimiento directo de la operación hecha por Reed Smith y el doble rol de Pérez (como influyente asesora dentro de la NFL y confidente de Snyder) informaron a ESPN que el grupo desempolvó tácticas utilizadas durante la acción legal de Alex Rodríguez contra la Oficina del Comisionado del Béisbol de Grandes Ligas hace varios años.

Sin embargo, el socio de Reed Smith, Jordan Siev, indicó que el bufete “nunca filtró ningún” correo y que “ni Dan Snyder ni nadie a favor suyo ni de su equipo, solicitó u autorizó que Reed Smith hiciera algo similar. Cualquier afirmación en contrario es falsa”. Pérez se negó reiteradamente a conversar con un reportero de ESPN. Un apoderado jurídico indicó en una carta dirigida a un consultor legal de ESPN que “la señorita Pérez no tuvo ninguna participación en la filtración de correo electrónico alguno, o en cualquier discusión o decisión de filtrar algún correo”.

Las fuentes indican que Snyder, que cumplía una sanción luego de que la investigación conducida por la NFL revelara la cultura tóxica dentro del ambiente laboral de su franquicia, aspiraba que los correos desviaran la responsabilidad de los problemas laborales hacia Allen, a la vez que se ganaban el favor de Goodell por darle comisionado la oportunidad de eliminar a Gruden, antagonista del máximo jefe de la NFL por largo tiempo. La portavoz de los Commanders, Jean Medina se negó a responder preguntas sobre las filtraciones, pero emitió un comunicado en el que afirmaba que “los propietarios están trabajando de forma constructiva con la liga para concretar la venta de los Washington Commanders al grupo de Josh Harris y seguirá apoyando a la organización durante el proceso de transición”.

La identidad de los responsables de la filtración sigue siendo una incógnita. Abogados y ejecutivos se reparten culpas dentro de un círculo vicioso con mucho humo y ninguna certeza. Todos quienes conocían de la existencia de los correos tenían motivos aparentes para filtrarlos.

Independientemente del proceso en el que se orquestó la filtración, múltiples fuentes trazan una línea directa desde los correos dados a conocer durante el mes de octubre de 2021 hasta la caída en desgracia de Snyder y su inminente venta de los Commanders por 6.050 mil millones de dólares. Pocos días después de la filtración, un comité del congreso estadounidense inició una exhaustiva investigación a los Commanders y la NFL que obligó a Goodell, Allen y Snyder a testificar bajo fe de juramento. La investigación del legislativo condujo a una investigación penal por parte de las autoridades federales por presuntos malos manejos financieros por parte de Snyder y la franquicia. A medida que crecía la presión, Snyder se ufanó con sus socios de que había obtenido información comprometedora sobre otros dueños de equipo y Goodell, con la que podía hacer “explotar” la liga. Sin inmutarse, los propietarios finalmente obligaron a Snyder a vender su amada franquicia.

A pesar de que varias personas pagaron (y aún pueden pagar) el precio de una serie de filtraciones que siguen amenazando a la NFL en los tribunales del Estado de Nevada, nadie sufrió peores consecuencias que Snyder.

“Estaba libre y limpio [de toda culpa] en aquel octubre… sólo debía cumplir con su suspensión y dejar que se calmaran las aguas”, dijo una fuente cercana a Snyder. “Un grave error de cálculo. Sin las filtraciones, pudo haber sobrevivido”.

“Dictaba los términos de su sanción”

EN JUNIO DE 2021, el equipo jurídico de Dan Snyder y ejecutivos selectos de la liga se reunieron en las oficinas de la NFL de Manhattan. En modo de supervivencia, el equipo de abogados representantes de Snyder prepararon la defensa contra los hallazgos hechos por la investigación a la franquicia conducida por la letrada Beth Wilkinson. En el verano del año anterior, Snyder contrató a Wilkinson para que indagara a la franquicia, con la intención de mantener alejada a la gerencia de la NFL. Sin embargo, la liga no dudó en tomar control de la investigación de Wilkinson, llegando a un discreto acuerdo con el equipo de Snyder: “un acuerdo de interés común” en el que dueño de equipo y liga compartirían todas las pruebas y materiales recopilados. Ni la NFL ni Snyder publicarían ninguna información producto de la investigación sin el consentimiento de la otra parte.

Aunque dueños de equipo y ejecutivos tenían la sensación de que la NFL y Snyder trabajaron juntos para minimizar las repercusiones de la investigación, entre ambas partes se sentía una tensión palpable. Dentro de los círculos de la NFL, Goodell aparentaba mostrarse cada vez más harto de Snyder. Durante la pandemia, varios dueños de equipo y ejecutivos tenían el chiste recurrente de que Goodell parecía fastidiado o distraído por las intervenciones de Snyder en sus videoconferencias. Pero ahora, Snyder pasó de molestar a la gerencia de la NFL a causar serios problemas.

Cuando los apoderados de Snyder --el famoso abogado defensor Joe Tacopina, asistido por los socios de la firma Reed Smith, Siev y James McCarroll-- comenzaron a mostrar una serie de diapositivas, los presentes en el salón se mostraron sorprendidos, según cuentan las fuentes. No presentaron una defensa contra los hallazgos de Wilkinson que perjudicaban a Snyder. Por el contrario, mostraron una serie de capturas de pantalla con correos y mensajes de texto que podrían avergonzar a varios altos ejecutivos de la NFL; incluyendo a Pash, teniente de Goodell. El razonamiento, según una fuente con conocimiento directo de lo ocurrido, era alegar la hipocresía de los ejecutivos de la NFL con Snyder. La táctica fue tan cruel que algunos abogados se mostraron incómodos. A pesar de que los contenidos mostrados no tenían implicaciones sexistas ni homófobas, ni eran de naturaleza explícita, la señal era evidente: si Goodell no cumplía con los deseos de Snyder en cuanto a su manejo del informe Wilkinson y las sanciones a impartir, se filtrarían dichos correos.

La presentación llegó a conocerse en los entornos de la NFL como “El PowerPoint del chantaje”.

Esto despertó la ira de ejecutivos de la NFL y otras partes involucradas en el caso al enterarse de la táctica de Snyder, según indican múltiples fuentes a ESPN. Desde ese momento, se instruyó que cualquier comunicación emitida por la oficina de la liga con destino a Snyder debía ser previamente autorizada por su departamento legal. Sin embargo, la presentación de PowerPoint de los apoderados de Snyder fue efectiva. Varios altos ejecutivos de la NFL habían convencido a Goodell para sancionar de forma contundente a Snyder con una suspensión prolongada. Pero el comisionado empezó a replantearse la idea mientras se acercaba el momento de anunciar el castigo a Snyder.

A finales de junio, Snyder “dictaba los términos de su sanción” hasta el mínimo detalle, según expresa una fuente con conocimiento directo de la deliberación. Fuentes jurídicas indicaron que Snyder y sus abogados fueron consultados por los ejecutivos de la NFL mientras redactaban el comunicado de prensa y Snyder opinaba sobre las palabras a utilizar. Fue un proceso atípico y colaborativo, que contrastaba radicalmente con la forma en la que la NFL imparte sus sanciones, sobre todo en juicios unilaterales después de los escándalos conocidos como “Bountygate” y “Deflategate”. Snyder y su equipo se mostraron complacidos con el resultado. Posteriormente, se jactaron de que la sanción disciplinaria fue sorprendentemente leve.

A últimas horas de la tarde del jueves 1º de julio, poco antes del fin de semana largo del día de Independencia de Estados Unidos, la NFL anunció la sanción a Snyder. Se alejaría de la gestión diaria de la franquicia “al menos durante los próximos meses” y pagaría una multa por 10 millones de dólares, que sería distribuida entre organizaciones sin fines de lucro del área metropolitana de Washington D.C. Nunca se utilizó el término “suspensión”. En un comunicado de prensa, la NFL elogió a Snyder por haber “reconocido la necesidad de cambios” y “haber dado pasos importantes” para mejorar la cultura del equipo. No se reveló ninguno de los hallazgos hechos por Wilkinson a pesar de que ésta había asegurado a sus testigos, incluyendo ex porristas del equipo, que el informe se publicaría en su totalidad. Las recomendaciones previamente redactadas en las que se urgía a la NFL que obligara a Snyder a vender su franquicia quedaron enterradas. Una estación radial de la capital estadounidense informó que había obtenido capturas de pantalla con las recomendaciones incluidas en el borrador del informe Wilkinson; entre ellas, instar a la NFL a obligar a Snyder a vender el equipo. Sin embargo, la NFL insiste que nunca existió un documento por escrito con dichas recomendaciones.

Luego de concluir su labor, Wilkinson entregó a la NFL cerca de 650,000 correos electrónicos redactados por el personal de los Commanders. Un pequeño grupo de altos ejecutivos de la liga supervisaron el trabajo de los expertos en informática que extrajeron los correos ofensivos escritos por Gruden. Solo tuvieron acceso a esos correos algunos ejecutivos de la NFL, en su mayoría miembros del departamento legal, y los abogados del bufete Reed Smith apoderados de Snyder. Por varios meses, según indican las fuentes, los correos fueron objeto de cotilleo entre dueños de equipo y ejecutivos… hasta que se le mostró un resumen de los correos a Roger Goodell a principios de octubre.

“Necesitamos tu ayuda”

MUCHO ANTES DE LA FILTRACIÓN DE los correos, la NFL contrató los servicios de la empresa de entretenimiento Roc Nation, propiedad del rapero Jay-Z, para que le ayudara a resolver un problema de gran magnitud. En 2018, la liga se mantenía a la defensiva debido a que el entonces presidente Donald Trump apuntaba en sus declaraciones contra la NFL por las protestas del mariscal de campo de los San Francisco 49ers, Colin Kaepernick, y un pequeño grupo de jugadores que se arrodillaban mientras se entonaba el himno nacional. La protesta en silencio en contra de casos de brutalidad policial y la reacción desfavorable entre los políticos provocaron un fuerte descenso de los índices de audiencia y fricciones en la relación con sus patrocinantes. Goodell sostuvo largas conversaciones con diversos grupos de jugadores sobre los temas de racismo sistémico y justicia social, pero la NFL tenía dificultades en mostrar una actitud proactiva. El dueño de los New England Patriots, Robert Kraft, entre otros, creía que la liga debía buscar ayuda externa. Kraft buscó la ayuda de Jay-Z, que había denunciado a la NFL luego de que ESPN informara que el entonces propietario de los Houston Texans, Bob McNair, dijo en una reunión a puerta cerrada: “No podemos tener a los presos manejando la cárcel”, en referencia a los jugadores.

Según indican las fuentes, Kraft le dijo a Jay-Z: “La NFL no responde a esta problemática de carácter social. Necesitamos tu ayuda”.

Kraft conectó a Jay-Z y Roc Nation con Goodell. Poco después, según indican fuentes a ESPN, la NFL contrató por 25 millones de dólares y cinco años a Roc Nation para que la empresa asesorara en el replanteamiento del espectáculo de medio tiempo del Super Bowl, produjera temas musicales alusivos a la temporada, ampliara la temática de justicia social dentro de la liga y, quizás lo más importante, ayudara a alejarla de la controversia relativa a la reticencia de los equipos para pactar con Kaepernick. En una rueda de prensa celebrada en las oficinas de la NFL en agosto de 2019 para anunciar la sociedad entre la liga y Roc Nation, Jay-Z declaró a los reporteros: “Creo que hemos superado los arrodillamientos” con Goodell a su lado.

Varios altos ejecutivos de la NFL y al menos algunos dueños de equipo consideran que la sociedad ha dado frutos, más allá de la cifra superior a 250 millones de dólares recaudada por la liga a beneficio de causas de justicia social. Los ejecutivos consideran que Roc Nation ha elevado el nivel de los espectáculos de medio tiempo del Super Bowl en años recientes. La afiliación con Jay-Z ha ayudado a la NFL a mejorar su imagen entre la afición con respecto a temas raciales, según indica un ejecutivo ajeno a la NFL con conocimiento de los datos manejados dentro de la liga.

Asimismo, la sociedad abrió a Pérez las puertas de las oficinas de la NFL de par en par, en su carácter de CEO de Roc Nation. Pérez superó su pasado en la delincuencia para forjar su reputación como una de las ejecutivas más poderosas de la industria del entretenimiento. En 1994, fue detenida por conspiración para distribuir cocaína. Posteriormente fue informante de la DEA y cumplió nueve meses de prisión por una violación de su libertad condicional. Fue una de las decenas de convictos indultados por Trump un día antes de dejar la presidencia.

Algunos personeros de la gerencia de la NFL consideraban que Roc Nation se había autodesignado como departamento de mercadeo de la liga. Y algunos ejecutivos de la NFL creían que los empleados de Roc Nation trataban con desdén al personal de la NFL, enfadando a aquellos que sinceramente querían ayudar a encontrar soluciones a la problemática de justicia social dentro de la liga.

En 2020, Goodell se negó a apoyar a su personal cuando surgieron tensiones entre la NFL y Roc Nation, limitándose a instruir a su equipo que resolviera el problema. La NFL no podía darse el lujo de romper su relación con Jay-Z, y menos después de la controversia con Kaepernick y la gran promoción hecha a la sociedad con el famoso rapero. Además, Goodell parecía mostrar confianza y aprecio hacia Pérez, invitándola a asistir a reuniones clave, lo que desconcertó a algunos dueños de equipo y ejecutivos. “La NFL llegó a temer a Roc Nation”, afirma un ex ejecutivo de la NFL, que calificó como “un desastre” a la sociedad entre la liga deportiva y la empresa de entretenimiento.

Pérez se ganó la confianza de Dan y Tanya Snyder y, según una carta enviada por un abogado representante del equipo a ESPN en diciembre pasado, forma parte de la Junta Directiva de los Commanders. Jason Wright, que en 2020 se convirtió en el primer presidente de raza negra de una franquicia de la NFL al asumir las riendas de los Commanders, contrató al exdirector financiero de Roc Nation, Greg Resh, para que asumiera el mismo cargo en Washington. Eventualmente, se convirtió en jefe de operaciones de la franquicia. Roc Nation y Snyder son clientes de Reed Smith, bufete conocido por su agresividad a la hora de representar a famosos. Anteriormente, Pérez y Reed Smith eran acusados por presuntas filtraciones a periodistas y contratar investigadores privados para seguir al actual comisionado del Béisbol de Grandes Ligas, Rob Manfred para ayudarles en la demanda interpuesta por Rodríguez contra Major League Baseball.

La reputación de Reed Smith como un bufete de actitud ruda atrajo el interés de Dan Snyder, que durante el otoño de 2021 se sentía impaciente por volver a su equipo.

Snyder creía que su sanción solo debía durar un mes y que debía volver con total normalidad, según indican fuentes. Asistió a todos los partidos disputados por los Commanders durante su vago destierro, aunque no se le viera en el terreno como de costumbre. A medida que se acercaba el ecuador de la temporada 2021, Snyder creía que había cumplido con su castigo y esperaba volver por completo, para mostrarse ante el público como jefe de la franquicia y asistir a las reuniones convocadas por la NFL.

“No creo que eso formara parte de las condiciones que él había pactado”, expresó una fuente cercana a Snyder.

Posteriormente, ESPN informó que John Brownlee, abogado del bufete Holland & Knight y apoderado de Snyder, creía que su sanción había terminado para el 1º de noviembre de 2021. A pesar de ello, Goodell se negó a permitir su regreso a las reuniones de la NFL. Si Snyder se hubiera mantenido de bajo perfil hasta la conclusión de la temporada pudo haber retenido el control de la franquicia, según afirman dueños de equipo y ejecutivos a ESPN.

Pero Snyder no podía resistirse. Varias fuentes afirman haberse enterado de que Snyder y la NFL vieron la oportunidad de dar a conocer correos electrónicos de carácter racista y homófobo por parte de uno de los entrenadores más importantes de la liga.

El objetivo, según indica una fuente, era que las filtraciones “alejaran la atención de esta situación con Snyder y darles margen a todos para envainar sus espadas… Esto fue un ataque despiadado… un regalo de Snyder para Goodell, con la intención de recuperar los favores de Goodell ante la suspensión”.

La fuente indica que un abogado que participó en la operación le dijo que Pérez vio en este incidente la oportunidad de ayudar al comisionado: “Goodell y la NFL querían acabar a Gruden y mostrarse duros con el racismo”.

“Fue un obsequio”.

“No publiques la noticia”

A PRINCIPIOS DE LA semana del 4 de octubre, varios altos ejecutivos de la NFL entregaron a Goodell resúmenes contentivos de algunos de los correos más fuertes redactados por Gruden. Fuentes de primer nivel dentro de la liga insisten en que entregaron los correos a Goodell bajo estricta confidencialidad.

Ese plan de reserva absoluta se mantuvo hasta la tarde del jueves 7 de octubre. Gruden dejaba el terreno de prácticas cuando recibió la llamada de Davis para informarle que The Wall Street Journal obtuvo un correo enviado hace 10 años por él. Gruden llamó de inmediato a su agente de muchos años Bob LaMonte. “Apenas podía hablar”, recuerda LaMonte. El agente se puso en contacto con Andrew Beaton, periodista del diario especializado en temas económicos. “¿Hablaste con Jon?”, fue la pregunta de LaMonte a Beaton. La respuesta: aún no. “Deberías conversar con Jon”.

De inmediato, Gruden supuso que la NFL era responsable de la filtración. Un último esfuerzo de Goodell para “vetar” al entrenador, según este comentó a sus asociados.

El correo enviado por Gruden en el que se refirió despectivamente a Smith con epítetos racistas sería publicado pocos días después de que Goodell replanteara los términos de la sanción contra Snyder, coincidencia difícil de eludir según reconocieron en privado los ejecutivos de la NFL. Varias fuentes vinculadas a la liga se negaron a afirmar si Goodell había compartido los correos con terceros.

Los ejecutivos de los Raiders llamaron a las oficinas de la liga, intentando comprender lo que acababa de ocurrir. La NFL respondió de inmediato, enviando a los Raiders 11 correos firmados por Gruden para que iniciaran su propia investigación. El destinatario era Dan Ventrelle, entonces presidente y consejero general de la franquicia, según afirman fuentes.

Beaton llamó a Gruden en la noche del jueves. El entrenador había salido a cenar con su esposa Cindy en el barrio de Southern Highlands en Las Vegas.

Gruden le comentó a un asociado que llegó a rogar a Beaton: “No publiques la noticia… Destruirás las vidas de varias personas”. Beaton le respondió: “Solo es la punta del iceberg”.

Ese mismo jueves, Goodell le adelantó a Smith que un reportero del Wall Street Journal tenía un correo en el que Gruden se refería a él, según afirma una fuente vinculada a la liga.

El diario publicó la noticia en la tarde del viernes 8 de octubre y Gruden se convirtió de inmediato en el rostro del racismo dentro de la NFL. Los temas raciales fueron uno de los elementos que caracterizaron los 14 años de Smith como representante sindical (los jugadores eligieron al empresario retirado Lloyd Howell como sustituto de Smith el 28 de junio), ya que solía ser a menudo el único hombre de raza negra presente en el salón a la hora de negociar con dueños de equipo y ejecutivos mayoritariamente caucásicos.

En aquel momento, la NFL reaccionó a las filtraciones sin reconocer que se había enterado de dichos correos con anticipación o las comunicaciones entre la liga y los Raiders o Smith. “El correo electrónico enviado por Jon Gruden en el que denigra de DeMaurice Smith es espantoso, aborrecible y totalmente opuesto a los valores de la NFL”, indicó McCarthy, vocero de la liga, mediante un comunicado de prensa.

La filtración llegó justo en el momento en que Smith estaba en peligro de perder su posición gracias al voto de los representantes de jugadores. Una votación del comité respecto a su futuro culminó en un empate de 7-7, conduciendo a un voto total por parte de los representantes sindicales de los clubes. Por años, Smith había enfrentado duras críticas por parte de sus miembros debido a la percepción de que la liga lo había superado en dos procesos consecutivos de negociaciones para el contrato colectivo de trabajo. Dueños y ejecutivos de la liga lo veían como un activo, y deseaban verlo continuar como director ejecutivo del gremio. Goodell y Smith también se volvieron más cercanos en los años recientes, después de que encontraran el modo de jugar una temporada en medio de una pandemia. Un propietario dijo a un asociado que la liga esperaba que los emails ayudaran a Smith a sobrevivir.

Un abogado que frecuentemente trabaja con la liga, dijo que el momento de la filtración fue "sospechoso porque claramente parecía para cualquiera que pusiera atención, que alguien intentaba ayudar a De. ¿Quién tenían incentivo para que De mantuviera su empleo? La NFL".

A horas de la publicación de la historia en el Journal, Smith fue reelegido como como director ejecutivo de la NFLPA para un quinto término, por un solo voto. Smith más tarde presumió que la filtración había funcionado, dijo una fuente a ESPN.

La historia del The Journal sacudió a la liga, con propietarios y ejecutivos preguntándose quién fue el responsable por la filtración y los señalamientos. Bruce Allen, desde su casa en Arizona, llamó a la oficina de la liga para quejarse de que su email con Gruden había sido filtrado. La vicepresidente senior y consejera especial para investigaciones, Lisa Friel, dijo a Allen que el equipo de Snyder había filtrado. "No lo hicimos en las oficinas de la liga", dijo Friel a Allen, como el testificaría más tarde ante el congreso. "Salió de su lado".

Una fuente que habló con Pash, el abogado general de la NFL, en el día de la historia del Journal señaló que "estaba furioso por la filtración", e insistió que no había salido de la oficina de la liga. Pash, quien declinó una solicitud de entrevista a través de un portavoz de la liga, dijo a la fuente creer que había venido de "la firma de abogados de Snyder y Desiree Pérez".

Más tarde ese día, la NFL compartió acceso a servidores a miles de emails adicionales con los Raiders, de acuerdo a una fuente de la liga. La fuente dijo que solamente la NFL, oficiales clave en Washington y, para ese punto, los Raiders tenían acceso a ese servidor.

En The New York Times, el reportero veterano de la NFL, Ken Belson, cubría la campaña de reelección de Smith cuando se publicó la historia del Journal. Se puso a trabajar, tratando de encontrar más emails. Fue la misma tarde en que Goodell dijo a Davis en llamada de conferencia que venían más correos electrónicos. Tres días después, Belson publicaría una historia --firmada en conjunto con la reportera de la sección Metro, Katherine Rosman-- que reveló una nueva colección de correos electrónicos de Gruden. Algunos de ellos no estaban entre los 11 emails compartidos con los Raiders por la NFL, sugiriendo que otra fuente los brindó al Times, dijo una fuente de la liga. Un vocero del Times señaló que, "por cuestiones de política, The New York Times no discute sus fuentes".

Pese a una furiosa reacción en contra de Gruden vía redes sociales, y Davis creyendo que la liga estaba tácitamente presionándolo para despedir al coach, para el viernes por la noche, Gruden creía que sobreviviría. Habló con el equipo. Al tiempo que volvió a leer sus viejos correos electrónicos, pensó que algunos de ellos eran graciosos --"cadenas de email donde seis o siete tipos intentan hacer reír a los otros diciendo cosas estúpidas"--, excluyendo el tropo racista que empleó para describir a Smith. El coach creyó que la organización sabía quién era, en el fondo. Davis parecía estar de acuerdo.

Ambos hombres ignoraban que otra bomba estaba por caer, en otra historia que contenía emails filtrados.

"Tenemos un problema"

EL DOMINGO POR LA TARDE del 10 de octubre, Gruden estaba de regreso en las laterales de los Raiders, dirigiendo al equipo a su segunda derrota consecutiva, esta vez ante los Bears, por 20-9. Los correos electrónicos del coach ensombrecieron el partido, pero todavía creía que podía sobrevivir a las heridas autoinfligidas. Para la noche siguiente, cuando charló con Davis, el tono había cambiado.

"Recibió un email de The New York Times", dijo Davis. Se preparaba una historia respecto a los emails anti-gay de Gruden en torno a Goodell. Davis dijo a amigos que ahora había sido encerrado en una esquina. No era solamente dueño de los Raiders, quienes tenían al ala defensiva Carl Nassib, primer jugador en activo en la historia de la NFL en declararse públicamente gay, en su plantilla; Davis también es dueño de Las Vegas Aces de la WNBA, con jugadoras, empleadas y fanáticas lesbianas.

"Tenemos un problema", dijo Davis a Gruden.

Gruden sabía que estaba acabado. Renunció, poniendo fin a una carrera como coach de 27 años en la desgracia. Más tarde, alcanzó un acuerdo con el equipo por los siete años restantes de su contrato por 10 temporadas y 100 millones de dólares.

De regreso en Manhattan, el escándalo parecía lejos de terminar, Más emails salían en el Times, esta vez también dirigidos en contra de Pash; algunos de ellos los mismos emails que los abogados de Snyder habían compartido con oficiales de la liga durante su presentación de PowerPoint en junio. El jueves, 14 de octubre, el Times publicó una nueva historia detallando correos electrónicos casuales y amistosos entre Pash y Allen, una historia que gente cercana a Snyder dijo a ESPN tenía como propósito culpar a Allen por los problemas de cultura tóxica del equipo, y mostrar que la liga había sido cómplice y estaba cómoda con él. "Dan deseaba matar a Pash", dijo una fuente con conocimiento de las filtraciones a ESPN.

A lo largo de los años, Goodell había respondido a filtraciones desde el interior de las oficinas de la liga reuniéndose con sus más cercanos colaboradores y señalando que la NFL buscaría en sus teléfonos y computadoras por comunicaciones con reporteros. Pero, después de las filtraciones de Gruden. dijeron fuentes de la liga, Goodell no celebró tal tipo de reunión; no está claro el por qué.

Abogados cercanos a la NFL y a Gruden dijeron que la elección de filtrar al Times por encima de The Washington Post, un diario que Snyder odia, fue una señal obvia de que Snyder y los suyos estaban detrás de las filtraciones. Dos fuentes dijeron a ESPN que el mismo "libro de jugadas" que se empleó en la demanda de A-Rod en contra de la MLB fue empleado para filtrar los emails publicados por el Times.

"Las mismas personas que ayudaron a Alex arremeter en contra de Manfred ayudaron a Snyder con las filtraciones", dijo otra fuente, que fue informada sobre cómo se trabajaron las filtraciones de Gruden.

El equipo legal de Gruden llegó incluso a investigar trabajo previo de los reporteros que recibieron las filtraciones y hallaron lo que consideraron historias favorables escritas previamente en torno a Dan y Tanya Snyder, y Roc Nation. Rosman, de The Times, escribió una pieza en febrero del 2020 acerca de la sociedad de Roc Nation con la NFL. Beaton, del Journal, escribió en junio del 2021 acerca de los esfuerzos de Dan y Tanya Snyder para reformar la cultura del equipo, incluyendo una rada entrevista con Dan Snyder. The Wall Street Journal declinó hacer comentario.

"¿Cuán estúpido se puede ser?", dijo una fuente cercana a Snyder quien estaba al tanto de las historias previamente escritas por reporteros que dieron a conocer los emails filtrados. "Dejaron un rastro en la tierra".

Pero, otra fuente que conoce a Pérez disputó su papel. La fuente dijo que ella no tenía motivo para ayudar a Snyder y se había distanciado de él durante su tiempo en la junta de los Commanders. Y, Pérez "no tenía conocimiento de que [las filtraciones] estaban siendo contempladas", escribió su abogado a los representantes de ESPN.

Después de que Gruden se fue, Snyder había esperado ser recibido de regreso en la liga de forma definitiva. Pero, su plan fue un tiro por la culata. Goodell siguió negando a Snyder asistir a las reuniones de la liga.

De hecho, la liga dijo en su respuesta a la demanda de Gruden, que el comisionado no tenía ninguna revancha en contra de Gruden y que la filtración de email fue "inequívocamente, en contra de los mejores intereses de la NFL".

"Los emails no solamente nublaron la histórica temporada de la NFL, pero también representaron un contraste dramático con el progreso significativo que ha realizado la liga en años recientes con iniciativas de diversidad, equidad e inclusión, y resultó en cobertura mediática negativa para la liga", de acuerdo al documento legal.

A días de las filtraciones. el congreso abrió una investigación en torno a Snyder, los alegatos de acoso sexual y las conductas financieras inapropiadas, y en torno al manejo de Goodell de la investigación de Wilkinson. Una fuente cercana al comité dijo a ESPN que, aunque miembros del congreso y algunos representantes ya estaban interesados en temas alrededor de los Commanders y Snyder, la serie de filtraciones los movió a la acción. Su pensamiento fue, si las filtraciones muestran la clase de material que Snyder estaba usando como arma en contra de sus enemigos, ¿qué más podría haber allí?

La pesquisa del congreso colocó bajo los reflectores las acusaciones en contra de Snyder que habían quedado dormidas desde julio. En febrero del 2022, varios ex empleados de Washington hablaron en una mesa redonda del congreso, y una mujer, Tiffani Johnston, alegó que ella había sido acosada sexualmente por Snyder durante una cena del equipo. Esa revelación obligó a la NFL a contratar a Mary Jo White, ex fiscal general de los Estados Unidos y cabeza de la Securities and Exchange Commission, para llevar a cabo una nueva investigación en torno a Snyder. El reporte de White, cuyos resultados ha prometido reiteradamente Goodell publicar, son esperados pronto. En junio del 2022, Goodell testificó, pero Snyder evadió su testimonio, navegando por el Mediterráneo en su súper yate. Snyder y Allen también testificaron bajo juramento ante el comité.

Un mes después de su salida, Gruden interpuso una demanda en contra de la NFL, nombrando a Goodell como demandado, y argumentando que la liga buscó arruinar su carrera al darle la luz verde a la filtración de sus correos electrónicos, un acto que LaMonte describe como "desgraciado", y el "peor atentado que jamás haya visto".

"Para que exista la liga, debe ser neutral", según el abogado de Gruden, Adam Hosmer-Henner. "Si favorece o arremete contra algunos dueños, equipos o coaches, entonces no hay nada por hacer en términos de responsabilidad civil, protección antimonopolio, e integridad competitiva. La liga no fue neutral ni justa con Jon, y nuestra demanda prueba que hay consecuencias".

La lista de enemigos de Gruden

GRUDEN TUVOS SUS MOTIVOS para creer que Goodell y la oficina de la liga iban tras él. Las razones fueron plantadas por Al Davis, quien enseñó a Gruden a odiar a la oficina de la NFL desde el momento en que contrató al coach en 1998, ocho antes de que Goodell se convirtiera en comisionado. Davis a menudo dijo a Gruden que ejecutivos en 345 Park Avenue tenían a sus favoritos, una clásica paranoia de los Raiders. Pero, también derivaba de la demanda de Davis a la liga por violaciones antimonopolio. Davis estaba también convencido de que el ex comisionado Pete Rozelle había personalmente negado un canje antes del draft de 1983 que hubiera enviado a John Elway a los Raiders, rehusándose a permitir que un quarterback generacional jugara para una franquicia renegada.

Pero, luego de convertirse en uno de los mejores y más celebrados coaches, Gruden vio ejemplos de lo que hablaba el viejo. ¿De qué otro modo se puede explicar la ahora eliminada "Tuck Rule" --una regla que Gruden nunca había escuchado antes-- que condujo a una victoria de los Patriots a expensas de los Raiders en los playoffs, en el 2002? Conforme pasaron los años, y Gruden ganara un Super Bowl con los Tampa Bay Buccaneers y eventualmente se mudara al palco de transmisiones de "Monday Night Football" en el 2009, creció su odio hacia la oficina de la liga. En el 2011, Gruden estaba en un espacio mental particularmente malo, dijo más tarde a amigos, furioso por el cierre patronal en ese receso de campaña y que los clubes hubiera votado en el 2009 la opción para los equipos de eliminar los planes de pensión para coaches asistentes y otros empleados.

Su frustración llegó a su punto más alto durante un partido de lunes por la noche de diciembre del 2011 entre los Falcons y los Saints. El linebacker de Atlanta, Curtis Lofton, dio un golpe casco a casco al receptor abierto Marques Colston por el medio, y fue casigado por rudeza innecesario. Ante una audiencia nacional, Gruden mostró su insatisfacción por la llamada. "Simplemente, no entiendo cómo son oficiados los partidos", comentó Gruden después de una jugada en la siguiente posesión.

El comentario de Gruden le ganó una llamada de las oficinas de la liga en Park Avenue. Por teléfono, Goodell pidió a Gruden presentarse en las oficinas para reunirse con John Madden y Jeff Fisher. El propósito, como explicó el comisionado, era que Gruden recibiera una lección sobre la seguridad del jugador.

"Debes estar bromeando", dijo Gruden a Goodell.

Gruden se preguntó si era un chiste, dijo más tarde a asociados. ¿Necesitaba una lección sobre la seguridad del jugador de Madden y Fisher, dos coaches cuyos jugadores entregaron algunos de los peores golpes en la historia de la NFL? Gruden dijo más tarde a amigos que sintió que Goodell lo estaba tratando como a un "tonto" que jamás había dirigido en la liga, "como si no estudiara fútbol americano a diario ... como si no supiera nada acerca de la seguridad del jugador".

Gruden nunca se presentó en la oficina de la liga para esa reunión. La única otra vez que se reunió con Goodell fue años más tarde, cuando fue a la oficina de la liga para promover al fútbol americano infantil, una de las pasiones de Gruden. Esperaba sentarse con Goodell y planear un modo para incrementar las tasas de participación. En lugar de eso, Gruden se reunió con un asistente del comisionado. Al final de la sesión, Goodell ingresó a la sala de conferencias, agradeció a Gruden por su visita, y se fue. Gruden quedó furioso; después de ese breve encuentro, Gruden no volvió a hablar con Goodell.

Gruden estaba consumado por las sospechas cuando Mark Davis fue sacado del derby de tres equipos para mudarse a Los Angeles en el 2016, a pesar de ser el dueño del equipo más popular, por mucho, en ese mercado. Esos sentimientos se intensificaron cuando en el 2020, Gruden estaba en su tercer año de regreso como el head coach de los Raiders. la liga multó a los Raiders con 500,000 dólares, multó a Gruden con 150,000 dólares, y les retiró una selección de draft de sexta ronda por violaciones a la política de la liga en torno al COVID-19, y eso llegó después de que el equipo y su entrenador habían sido multados por un total de 350,000 dólares por violaciones previas en la campaña. Davis se ofreció a pagar la multa de Gruden de 150,000 dólares, pero oficiales de la liga insistieron en que Gruden debía pagarlo personalmente, algo que hizo. Molesto, Gruden apeló las multas, pero terminó pagando las sumas. Después de hacerlo su amigo Sean Payton, entonces head coach de los Saints que también había sido multado por violaciones a la política de COVID-19, le llamó y echó a reír.

"Nunca pagué la multa", dijo Payton a Gruden, agregando que otros coaches también se rehusaron a pagar. "Eres el único tonto que pagó la multa".

Gruden siguió dirigiendo, desencantado por lo que veía como incompetencia y exceso de las oficinas de la liga, desde un desempeño pobre e inconsistente de los oficiales, hasta ejecutivos de la liga presionándolo para contratar coaches diversos. Como muchos entrenadores, Gruden creía que había una desconexión masiva entre lo que se dictaba en 345 Park Avenue y el modo en que se jugaba sobre un emparrillado. En momentos de silencio, Gruden en algún momento tuvo designios de convertirse en comisionado. Pero, en el fondo, sabía que era un coach, y nunca pensó realmente demasiado del lenguaje ofensivo que al final le costó su empleo. Sabe que probablemente nunca volverá a ser head coach; está fungiendo ahora como consultor para los Saints, ayudando a su ex quarterback Derek Carr.

Gruden preguntó recientemente a asociados por qué Dan Snyder tendría algo en su contra. Sabía que Snyder odiaba Bruce Allen; Snyder había despedido a Allen en el 2019, y los dos peleaban sobre si Snyder necesitaba pagarle el resto de su contrato, según fuentes. Y, Gruden sabía que su hermano Jay había compartido algunas historias amargas a inicios del 2021 respecto a trabajar para Snyder, incluyendo decirle al Post que el propietario "bajaba de su yate" y elegía a jugadores en el primer día del draft, pasando por encima de sus coaches, scouts, todos. Gruden pensó entonces en un intercambio con Snyder de unos años antes, cuando se encontró a Snyder en un restaurante. Gruden creyó que Snyder estaba ebrio, y él y Gruden comenzaron a hablar basura, en tono de broma, con Snyder llamando gordo a Gruden, y el coach diciendo que tal vez "botaría su cabeza sobre el asfalto". Ambos se rieron, pero Gruden se preguntó si Snyder lo había tomado a mal.

Aunque la liga inicialmente expresó confianza de que la demanda de Gruden sería desechada, Gruden ha ganado cada etapa en el proceso en contra de la NFL. La liga ha intentado mudar el caso ante un mediador, su sede preferida, donde abogados cercanos a la liga están a cargo del descubrimiento, donde las comunicaciones entre oficiales de la liga y otros, no se hace público. El caso de Gruden está ahora en apelación por la NFL ante la Suprema Corte de Nevada. Se espera una determinación más tarde este año.

Oficiales de la liga dijeron a ESPN que, más allá de cualquier problema que existiera entre Goodell y Gruden, el comisionado no hubiera aprobado la filtración de los correos, a pesar del tono racista. "Aun así, no lo hubiera hecho", dijo una fuente de la liga. En círculos de la NFL, se cree que, de no ser por las filtraciones, esos emails hubieran permanecidos enterrados en lo que dueños y ejecutivos denominan comúnmente como "la caja negra de Jeff Pash".

Gruden persiste en creer que Goodell "ordenó el código rojo", en contra de él, dijo a asociados, añadiendo que el comisionado ejecutó el "tiro mortal" contra su carrera, "una bala a la cabeza". Gruden insiste en que no aceptará arreglo en su demanda por ninguna cantidad, pretendiendo "quemar la casa hasta los cimientos" para revelar la verdad acerca de quién ordenó las filtraciones. "Fue un atentado masivo", dijo recientemente Gruden a un asociado, a menudo señalando que Allen le había dicho que los 650,000 emails "incriminan a todos en la liga".

"¿Por qué esa gente buscaría ir tras de mí?". La única explicación, dijo, es que había liderado una campaña de murmullos a lo ancho de la liga con un tono de "A la mie--- Roger Goodell. Y no soy el único, por cierto. ... En el fondo, sabía que --Goodell-- me tenía de las bo---".

Así son las cosas

A FINALES DE MAYO DEL 2023, en un hotel suburbano de Minneapolis, Mark Davis y Roger Goodell se reunieron cara a cara. Goodell llegó temprano. Davis viene detrás, uno de los últimos dueños en ingresar a la sesión a puerta cerrada. Por tercer año en fila, Snyder no está presente, pero por tercer año en fila, su presencia ensombrece el encuentro. La venta de los Commanders a Harris no está completa, pero los dueños dejan en claro que es cuestión de cuándo, y no de si se completará. En el vestíbulo del hotel, Jerry Jones dice a reporteros que la venta se completará porque los propietarios desean que se complete.

En privado, los dueños todavía esperan que Snyder luche hasta que se complete el traspaso, como lo ha hecho desde el inicio. Fuentes dijeron que en octubre del 2022 --un año completo después de las filtraciones de los email y días después de un reportaje de ESPN en el sentido de que había amenazado con "hacer volar" a la liga y a Goodell con "cosas sucias" que había recopilado-- circuló que Snyder planeaba aparecerse en reuniones celebradas en Manhattan. Goodell insistió en que no se le permitiría, pese a los términos vagos de su castigo. Propietarios pidieron a Jones, el único de entre ellos con influencia sobre Snyder, implorar al todavía dueño de los Commanders no asistir. Al día siguiente, Jim Irsay de los Colts dijo a reporteros que los demás dueños necesitaban estudiar la remoción de Snyder, con base en su conducta. Dos semanas más tarde, Snyder anunció que exploraba la venta del equipo, esperando ser aprobados por dueños para el 20 de julio.

Al tiempo que Davis ingresa a las reuniones de primavera del 2023, sonríe, complacido por estar presente, como es usual. Ha sido un tiempo difícil desde que renunció Gruden. Los Raiders llegaron a playoffs en el 2021, pero tienen marca 13-18 en general desde que fueron filtrados los emails. El equipo ahora está en medio de una reconstrucción y en busca de un nuevo quarterback franquicia, un recordatorio de cuán frágil es el éxito en la NFL. Davis recientemente sumó a un nuevo socio limitado: Tom Brady. Y, a pesar de que la liga y los dueños le entregaron a Las Vegas el draft en el 2022 y el Super Bowl LVIII en febrero próximo, Davis sigue molesto por el modo en que fue tratado por Goodell, especialmente comparado con el modo en que el comisionado trató a Snyder. En la NFL de Goodell, casi siempre, el comisionado permite a un dueño mayores facilidades que cualquier head coach o jugador estelar. Pero, incluso los dueños no son tratados de modo igual. Davis sabe así son las cosas para su familia, y para los Raiders.

Y, aunque los dueños en esa sala exclusiva añoran finalmente llevar a la liga a un mundo post-Snyder, por el momento, Dan Snyder sigue siendo uno de ellos.

Información de Tisha Thompson y John Mastroberardino fue utilizada en la redacción de esta nota.