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Condenan a 18 años de prisión al ex profundo Darren Sharper por violación

El ex estelar de la NFL, Darren Sharper, ha sido sentenciado a 18 años en prisión en un caso en el que está acusado de drogar y violar hasta a 16 mujeres en cuatro estados.

La juez Jane Triche Milazzo sentenció a Sharper este jueves. El ex jugador se había declarado culpable o no había presentado defensa a los cargos derivados de las acusaciones de drogar y violar mujeres en una corte federal en New Orleans, así como en cortes estatales en Louisiana, Arizona, California y Nevada.

Los fiscales sugirieron una condena de 9 años para Sharper con un acuerdo multijurisdiccional con la corte, sin embargo, Milazzo lo rechazó por poco severa en junio. La sentencia tuvo 15 meses menos de la pena máxima. También fue multado con 20,000 dólares.

Sharper se declaró culpable en una corte federal de tres cargos de distribuir drogas con la intención de violar. Él o su amigo Brandon Licciardi, antiguo alguacil en el condado de St. Bernard Parish, ponían calmantes en las bebidas de las mujeres para poder abusar de ellas, de acuerdo a una declaración de 15 páginas firmada como parte del acuerdo.

Milazzo tiene programado dictar la sentencia el 13 de octubre para Licciardi y un segundo cómplice en New Orleans, Erik Nunez.

Los cargos a lo largo del país involucran a nueve víctimas, pero Milazzo ha señalado en la corte que podría haber hasta 16.

Al igual que Sharper, Licciardi y Nunez admitieron suministrar drogas con la intención de cometer violación. Sus acuerdos señalan que Licciardi ha aceptado una sentencia de 17 años, con 10 años para Nunez.

Sharper fue nombrado All-Pro en seis ocasiones y elegido al Pro Bowl cinco veces durante una carrera que incluyó estancias con los Green Bay Packers y Minnesota Vikings. Jugó en dos Super Bowls, uno con los Packers como novato y otro con los New Orleans Saints cuando ganaron el título en el 2010.

Terminó su carrera de 14 años en el 2011. Estaba trabajando como analista de televisión cuando las mujeres comenzaron a contar a la policía en varias ciudades historias sobre perder la consciencia mientras bebían con él y despertar mareadas para descubrir que habían sido violadas.