ATLANTA -- Ya han pasado seis años desde que Aaron Rodgers tuvo su única aparición en un Super Bowl, y cumplió 33 años el mes pasado.
Pero el quarterback de los Green Bay Packers no piensa que su tiempo está cerca de su final, aún después de la derrota por 44-21 ante los Atlanta Falcons el domingo en el Partido de Campeonato de la NFC.
"No lo veo así; todavía me siento bastante joven", dijo Rodgers. "Pienso que aún tengo dentro de mí algunos años en los cuales puedo jugar a un alto nivel. Solo tenemos que asegurar que estamos apostando todo todos los años para ganar. Y creo que podemos dar un paso hacia adelante en esta temporada muerta".
Rodgers no especificó lo que quiso decir con "apostar todo," pero el gerente general de los Packers, Ted Thompson, ha estado rehacio a hipotecar el futuro al hacer cambios por selecciones del draft para subir en el orden -- aunque si lo hizo el año pasado en la segunda ronda para conseguir a un tackle ofensivo -- ni tampoco gastar mucho en la agencia libre. Su única adición veterana el año pasado fue el ala cerrada Jared Cook, quien Rodgers piensa que "debería estar cerca de la mayor prioridad el que lo vuelvan a firmar, juzgando por sobre como jugó esta temporada".
Aún así, Rodgers piensa que no habría que hacer mayores cambios para que los Packers puedan regresar a esta posición. Han sido derrotados en el Partido de Campeonato de la NFC en dos de las últimas tres temporadas.
"Tenemos muchos jugadores que son jóvenes que está contribuyendo en grande", dijo Rodgers. "Solo tenemos que recargar un poco en la temporada muerta".
Rodgers se convirtió en el único quarterback en ser titular en seis postemporadas consecutivas sin llegar a un Super Bowl, según ESPN Datos.
Sin embargo, Rodgers que una clave para cambiar los resultados es asegurar que los Packers no tengan otro arranque de 4-6 como ocurrió en el 2016, razón por la cual no puedieron competir por la ventaja en casa. Las tres derrotas en los campeonatos de la NFL de los Packers han sido en la carretera. Rodgers tiene marca de 1-2, su única victoria viniendo en Chicago en ruta hacia la victoria en el Super Bowl XLV.
"Creo que si algo hemos aprendido de esto es lo importante que es jugar en casa", dijo Rodgers. "El poder dormir en su propia cama y practicar sin tener que viajar y tener el apoyo de los fanáticos, es una diferencia. Hemos jugado en tres de estos, y todos en la carretera. Es sencillamente difícil jugar en la carrera".