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John Harbaugh ha aprendido a valorar los momentos fuera de la NFL

OWINGS MILLS, Md. -- Los Baltimore Ravens tendrán un descanso de cinco semanas antes de reunirse para el campamento de entrenamiento a finales de julio.

En ese periodo, John Harbaugh disfrutará de su descanso viendo a su hija jugar lacrosse y con un vaje a la playa. Sin embargo, el coach reconoce que es realmente un reto hacer a un lado la NFL por unas semanas.

En el último día del minicampamento, Harbaugh fue cuestionado si hay días en los que no se obsesiona con el futbol americano.

“No. Me gustaría decir que hay días así. Hay días en los que me distraigo mejor que en otros, lo cual es bueno”, relata Harbaugh. “Mi familia me distrae, lo cual es grandioso, pero siempre estaré al pendiente (del futbol americano)”.

Harbaugh intenta valorar el tiempo fuera del siempre demandante mundo del futbol americano y está en búsqueda de su Zen, aunque nunca usaría ese término.

Se ha percatado más de cómo la vida es corta y qué tan importante es disfrutar los días largos porque los años pasan volando. Este tipo de introspectiva no ha sido típicamente parte de las charlas de Harbaugh con la prensa.

“Estoy aprendiendo a disfrutar el viaje en auto a casa; a disfrutar una charla telefónica con un amigo y a sólo disfrutar el momento. En lo personal, ha sido bueno para mí pensar así. Intentaré hacerlo las próximas cinco semanas. El futbol americano está bien si está presente, pero voy a disfrutar esos momentos”, afirmó el estratega.

El futbol americano es parte integral de la vida de Harbaugh. De niño vio a su padre ser entrenador colegial, luego jugó en la Universidad de Miami (Ohio) antes de ser contratado como asistente a los 22 años.

Ahora, a los 54 años de edad, Harbaugh entra a su décima campaña como entrenador en jefe en la NFL. Sólo cinco coaches en activo fueron contratados antes que él.

Así que, ¿cómo aprendió Harbaugh a disfrutar los pequeños detalles más allá del deporte?

“Sólo respiré profundamente y dije, ‘Es una muy buena canción en la radio’. Si alguien me quiere rebasar, está bien. Bajo la velocidad y que me pase. No es una carrera en la autopista. Hay mucha competencia en la vida sin pelear en la autopista”, explica Harbaugh.

Antes de pensar en él como el Phil Jackson de los coaches de la NFL, Harbaugh tiene la misma pasión de siempre por un equipo de los Ravens que intenta recuperarse de una decepcionante temporada y volver a Playoffs por primera vez desde 2014.

“No puedo esperar para la próxima temporada. No puedo esperar para empezar a trabajar con este equipo ni para que nos equipemos. No puedo esperar para el primer juego de pretemporada. No puedo esperar por ver quién destaca. No puedo esperar por ver cómo se desarrollan nuestros esquemas de juego. Uno no puede esperar por esas cosas, pero hay tiempo para todo”, sentenció Harbaugh.