La AFC Oeste está llena de talento defensivo de primera.
Los alas defensivos Khalil Mack (Oakland Raiders) y Von Miller (Denver Broncos) terminaron uno y dos en la votación de la temporada pasada para Jugador Defensivo del Año. El también ala defensivo Joey Bosa, de Los Angeles Chargers, es también una estrella en ascenso.
Sin embargo, se puede argumentar que el esquinero Marcus Peters, de los Kansas City Chiefs, debería ser parte de la conversación sobre alrededor de qué jugador defensivo en la división se podría construir un equipo.
Peters es el mejor jugador en la NFL en una posición importante. Puede desviar pases o registrar una intercepción casi el 20 por ciento de las veces que han lanzado a su cobertura en las últimas dos campañas, el registro más alto en la NFL en ese lapso.
Los Chiefs tuvieron un sistema débil para presionar al quarterback rival en 2016 y debido a lesiones y bajo nivel de juego, tuvieron que hacer varios cambios en el grupo de esquineros, a excepción de Peters.
Pese a todo esto, el equipo tuvo el tercer mejor rating rival en la liga, en gran parte por el esquinero de segundo año, quien tuvo la capacidad de hacer grandes jugadas en momentos clave. En 2016, en el último minuto de un juego que estaba empatado en Carolina, Peterson le zafó el ovoide al receptor Kelvin Benjamin, quien lo había atrapado frente a él, y provocó un balón suelto que él mismo recuperó y con el que le dio la oportunidad a los Chiefs de conectar el gol de campo del triunfo.
Si pudieran iniciar la construcción de un equipo con algún jugador defensivos en la AFC Oeste, ¿quién sería y por qué?
Jeff Legwold, reportero de Denver Broncos: Si vas a empezar la construcción de un equipo, necesitan un jugador de impacto en una posición clave –ala defensivo—o un liniero interno excepcional. También se podría usar a un jugador de impacto en una posición que el vicepresidente de los Broncos, John Elway, considera una piedra angular: esquinero. En ese sentido, Mack, Bosa y los esquineros Chris Harris Jr. y Peters están entre las opciones obvias.
Sin embargo, en mi opinión, la opción es Miller, quien apenas cumplió 28 años en marzo, ha sido titular en al menos 15 juegos en cinco de las últimas seis campañas (sufrió la rotura del ligamento anterior cruzado en 2013), ha registrado más de 10 capturas en cinco temporadas, llegó a 13 en tres temporadas, fue Jugador Más Valioso del Super Bowl 50 y jugador clave en una de las mejores defensivas de la liga los últimos cuatro años.
Los Broncos han terminado con la mejor defensiva contra el pase y entre las tres mejores en capturas en cada una de las dos últimas temporadas. Muchas de las alineaciones de los rivales ante la defensiva de los Broncos tienen que ver con la posición de Miller en el campo.
Aunque Miller pudo haber tenido su mejor temporada en 2016, aún puede mejorar. Es un jugador de élite que aún no alcanza su tope.
Eric D. Williams, reportero de Los Angeles Chargers: Tengo que elegir a Bosa por su edad (cumplirá 22 el martes) y su potencial para desarrollarse como uno de los jugadores más dominantes en su posición la próxima década. En 12 juegos en su campaña de novato terminó con 10.5 capturas y muchos de sus compañeros creen que debió ir al Pro Bowl. Bosa tiene oportunidad de ganar el premio como Defensivo del Año en 2017.
“(Joey) tiene potencial para el Salón de la Fama”, afirma Dwight Lowery, safety de los Chargers. “Y eso es luego de verlo jugar sólo en dos partidos y en las prácticas. Su tamaño y sus atributos físicos le dan la posibilidad de ser tan bueno como desee”.
Paul Gutierrez, reportero de Oakland Raiders: La vieja pregunta de Mack vs. Miller, ¿verdad? Bosa generará mucho apoyo en este tema, además de Eric Berry, pero, mientras Miller y Berry tengan quizá ya un currículum digno de Canton, los mejores días de Bosa y Mack aún están por llegar y Mack es el actual Defensivo del Año en la NFL, así que iré con Mack, pero no sólo por sus logros. El ala defensivo de los Raiders demostró que podía adueñarse de un partido sin recibir el tratamiento que los réferis le dan a los veteranos y para prueba, los numerosos castigos por sujetar que debieron y no fueron marcador cuando los rivales bloqueaban a Mack, quien aún así terminó con 11 capturas y ligó ocho juegos con al menos una.
Mack también se ganó el reconocimiento por sentenciar juegos con capturas y registró una intercepción de seis yardas para touchdown a pase de Cam Newton. Eso es desempeñarse bajo coerción y, al mismo tiempo, sentar el cimiento para la construcción de un equipo.