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Mike Maccagnan apunta a la redención en el draft para Jets

Mike Maccagnan es un tipo calmado. Para una persona que bebe 10 tazas de café al día (sin exageración), nunca parece nervioso o sacudido. Se requiere mucho para sacarle algo, razón por la cual llamó la atención que se mostrara desafiante la semana pasada cuando se le preguntó acerca de su historial manchado a la hora de seleccionar quarterbacks, un tema candente en el panorama actual.

El gerente general de los New York Jets se defendió recordando a los reporteros que Bryce Petty fue un recluta de cuarta ronda (2015) y Christian Hackenberg fue un "tardío" recluta de segunda vuelta (2016). Fue su modo de decir, "Ey, chicos, denme un respiro. No es como si hubiera desperdiciado una selección de primera ronda". No, no lo hizo, pero Hackenberg fue un fallo tan colosal --todavía no juega en un partido-- que algunos se preguntan si Maccagnan acertará el 26 de abril.

"No me distrae", señaló Maccagnan de las críticas. "Es el draft colegial. [Hay] chicos en los que aciertas y chicos que no funcionan. Es parte del proceso. Nos sentimos muy confiados con el grupo de este año y el lugar donde estamos situados".

Los Jets seleccionarán terceros y, descontando la sorpresa de draft de la década, seleccionarán a un quarterback del grupo que incluye a Josh Allen, Sam Darnold, Baker Mayfield y Josh Rosen. Será una decisión que altere a la franquicia y una que defina el legado para Maccagnan, un estudiante de Economía convertido en cazatalentos que encontró la silla grande en el 2015. intentará resolver "El Acertijo del Quarterback", que ha evadido a su desafortunado equipo por décadas.

Lo han intentado todo.

Intentaron buscar en la bandeja de reciclaje (Josh McCown y Ryan Fitzpatrick), intentaron en la segunda ronda del draft (Hackenberg y Geno Smith) e incluso rentaron a un mercenario (Brett Favre). Su último recluta de primera ronda fue Mark Sanchez en el 2009, y eso funcionó por un par de años, hasta que dejó de hacerlo.

Luego de no poder hacerse de la única solución segura disponible en el mercado abierto del 2018 --Kirk Cousins dijo no-- Maccagnan regresó a sus días como estudiante de Economía. Tomó algunos de sus mejores activos (tres selecciones de segunda ronda, incluyendo uno del 2019) y las intercambió por la oportunidad de anotar con una inversión de alto rendimiento, fácilmente el movimiento más temerario de su mandato.

El sonado canje con los Indianapolis Colts, que permitió a los Jets escalar tres peldaños en el orden de draft, acarrea un riesgo considerable. Es una movida para jugarse el todo que podría dejar a Maccagnan sin empleo en un par de años si no funciona.

"No me gusta ceder selecciones necesariamente, para ascender", señaló Maccagnan, añadiendo que lo hizo por que es la oportunidad de "potencialmente ayudarte en el gran esquema de las cosas".

El analista de draft para ESPN, Mel Kiper Jr., lo describió como "un alto precio pagado", declarando que los Jets esencialmente cedieron a tres potenciales titulares --las selecciones de draft que pagaron a los Colts-- para tomar, quizás, al tercer mejor quarterback. En ese contexto, sí, no parece como el mejor de los movimientos, pero nadie recordará la compensación si el quarterback se convierte en solución a largo plazo.

Es un riesgo calculado pero, ¿saben qué? No se puede quedar sentado, pasivamente, esperando al siguiente Tom Brady en la sexta ronda. No se puede ganar un Trofeo Lombardi jugando de acuerdo al librito. Citando a Tom Cruise en "Risky Business", a veces simplemente hay que decir ... bueno, ustedes saben.

"Sí creemos que hay muy buenos prospectos de quarterback en esta camada", subrayó Maccagnan. "Todos tienen diferentes fortalezas y quizás algunas áreas diferentes de preocupación o debilidad. Es una de las razones por las que he asistido a todos estos pro days, porque hay algunos tipos realmente viables allí que uno pensaría serían buenas adiciones si cayeran a nosotros en la posición correcta".

La pregunta es, ¿puede Maccagnan aprender de sus pasados errores con los quarterbacks?

Con Hackenberg, Maccagnan se inclinó demasiado a la proyección. El gerente general vio el gran brazo y proyectó lo que Hackenberg podía ser, no lo que era: un pasador impreciso con instintos cuestionables.

¿Afectará eso el modo en que evalúa a Allen, quien posee una cantidad tremenda de talento físico en crudo, pero que es considerado riesgo a convertirse en fiasco?

Con Petty, Maccagnan apostó a un jugador de un sistema spread, pensando que necesitaría un año o dos para hacer la transición a una ofensiva estilo profesional. No ha sucedido para Petty, quien tiene registro de 1-6 como titular.

¿Castigará Maccagnan a Mayfield en su evaluación porque jugó en la spread en Oklahoma?

Ey, nadie dijo que sería una decisión sencilla. La historia señala que dos de los primeros cuatro quarterbacks elegidos serán decepciones en la NFL. Maccagnan se colocó en la caja del bateador para nuevamente intentar pegar el batazo. Quizás, la tercera sea la vencida.