Los Dallas Cowboys cerraron de la mejor manera la temporada regular y ahora deben acarrear ese buen momento a su estadio para intentar vencer a los Seattle Seahawks.
Sin embargo, los Cowboys deben pulir detalles de ambos lados del balón si pretenden competir contra otro equipo que cerró en ritmo la campaña regular.
Dallas llega a la Ronda de Comodines con siete victorias en sus últimos ocho de la temporada, entre ellos, dos triunfos sobre los Philadelphia Eagles y otro ante los New Orleans Saints, ambos conjuntos clasificados a Playoffs y el último con la mejor marca de la Conferencia Nacional.
Seattle ha ganado seis de ocho partidos, incluida victoria sobre los Kansas City Chiefs, que este domingo aseguraron la primera siembra de toda la Conferencia Americana.
“La motivación es grande”, dijo el ala defensiva de los Cowboys, DeMarcus Lawrence, quien terminó con 10 capturas la temporada. “Necesitamos entender en qué estamos fallando y en qué necesitamos trabajar. Sólo tenemos que limpiar los errores y mejorar”.
Dallas entiende a la perfección que sus mejores herramientas son la posesión de balón, el ataque terrestre, evitar entregas de balón y la presión al quarterback para evitar otra derrota contra los Seahawks como la que sufrieron en Seattle por 24-13 en la tercera semana de la campaña.
La defensiva de los Cowboys, que ha cargado en hombros hasta Playoffs, terminó los últimos dos juegos “pidiendo esquina“ contra equipos que distan de ser los mejores.
Los Tampa Bay Buccaneers les movieron el balón 383 yardas, incluidas 336 por pase de Jameis Winston. Este domingo, los Giants recorrieron 441 yardas, 301 por pase y 143 por tierra.
Ante New York, igual que a Tampa Bay, les permitieron touchdowns fáciles, que por momentos cambiaron el momento del partido en todos aspectos.
La buena noticia para la defensiva de los Cowboys es que van a llegar a Playoffs con defensiva completa. Leighton Vander Esch, el linebacker novato sensación, salió lesionado este domingo de la barbilla, pero él mismo dijo que no fue nada grave y estará listo.
El veterano linebacker Sean Lee está sano y dispuesto para competir, igual que el esquinero níquel Anthony Brown y el tackle defensivo Tyron Crawford.
Los Cowboys tienen que arrancar rápido sus partidos con touchdowns. En Playoffs es difícil aspirar a la victoria dejando escapar oportunidades en zona roja o sólo con goles de campo, en especial, si tampoco tienen al pateador más consistente.
Este domingo, la mentalidad positiva aumentó porque ganaron sin necesidad de desgastar a su corredor Ezekiel Elliott, quien cerró con su segundo título en yardas ganadas por tierra en tres años de carrera.
El quarterback Dak Prescott tampoco es el más preciso de la liga o el mejor anticipador de esquemas rivales pero compite todo el partido. Contra los Giants, a los que Dallas venció por cuarta ocasión consecutiva, encabezó a su equipo en la décimo cuarta serie ofensiva final para ganar, la mayor cantidad en la NFL desde 2016, cuando era novato.
“Sólo salí a tratar de ganar”, dijo Prescott, quien jugó todo el partido, que era intrascendente para la tabla de posiciones. “Conseguir un triunfo para nuestros compañeros y para que el buen momento siga. Quería enseñarles qué tan importante es para mí ganar en cualquier circunstancia”.
Prescott está redescubriendo las ventajas que brinda el receptor Cole Beasley, quien fue olvidado durante los primeros juegos de Amari Cooper con los Cowboys. También ha encontrado a sus alas cerradas y no sólo Blake Jarwin, quien tuvo 119 yardas en siete recepciones, tres de touchdown.
En general, Jarwin y el novato Dalton Schultz han tenido una buena segunda mitad de temporada como receptores y bloqueadores.
Si Prescott puede ser más consistente con buenos envíos para Cooper y Michael Gallup, la ofensiva puede aspirar a llegar lejos.
Por lo pronto, los mismos Cowboys dicen que están listos para los Playoffs contra los Seahawks.
“Me agrada la idea de que ya jugamos contra ellos una vez este año”, dijo el dueño y gerente general de los Cowboys, Jerry Jones. “Creo que es bueno que tenemos oportunidad (de ganar) en nuestro campo”.