El liniero defensivo de los Dallas Cowboys, Randy Gregory, ha sido suspendido de manera indefinida por violar nuevamente la política de abuso de sustancias de la NFL y los términos de su reinstalación, anunció la liga este martes.
Gregory se perdió todos excepto dos partidos de la campaña del 2016, y la temporada entera del 2017, gracias a violaciones múltiples a la política en sus primeros años con los Cowboys. Regresó a jugar 14 encuentros del 2018, y finalizó segundo en el equipo con seis capturas y 28 apresuramientos de quarterback.
De acuerdo a fuentes, los Cowboys estaban al tanto de que Gregory enfrentaba otro castigo y no se vieron sorprendidos por la noticia.
"Nadie está en modo pánico", dijo el abogado de Gregory, Daniel Moskowitz. "Hará todo lo que pueda para volver al campo lo más pronto posible".
Gregory cayó a los Cowboys en la segunda vuelta del draft del 2015 tras arrojar positivo en el Combinado de Talento y problemas en la Universidad de Nebraska, alejando a otros equipos. El propietario y gerente general de los Cowboys, Jerry Jones, estuvo dispuesto a arriesgarse con Gregory y esperaba que la estructura que el equipo tenía a su alrededor le ayudara a mantenerse por el camino correcto.
Según términos de la política en contra de las drogas, a Gregory se le sometía a pruebas de control hasta 10 veces al mes durante la temporada pasada, y era requerido para él reunirse con el director médico de la liga.
"Ciertamente reconozco lo que hizo el año pasado", dijo el vicepresidente de los Cowboys, Stephen Jones, acerca de Gregory el martes, antes de que se diera a conocer la noticia. "Digo, llegó luego de no jugar por más de un año, y creo que lo hizo muy bien y estaba trabajando para reincorporarse.
"Ciertamente tiene retos... los sigue teniendo. No creo que esas cosas desaparecen, así que trabajamos y le apoyamos, y creo que solamente va a mejorar conforme avance, porque tiene grandes cualidades para presionar a los quarterbacks y ciertamente lo destelló el año pasado. Pienso que debe dar el siguiente paso, dentro y fuera del campo".
Después de su suspensión por una temporada, Gregory fue reinstalado a la liga en julio pasado luego de reunirse con el comisionado Roger Goodell. Durante su tiempo fuera del juego, Gregory dijo a ESPN que pasó más de seis meses en un centro de rehabilitación y en una casa de vida sobria en California, obtuvo un empleo, y estaba poniendo en orden su vida.
Jugó en 12 encuentros como novato en el 2015, perdiéndose cuatro de ellos por una lesión de tobillo. Terminó en el programa por abuso de sustancias de la NFL en el 2016 e inicialmente fue suspendido por los primeros cuatro partidos de aquella campaña. Otra prueba fallida lo llevó a ser suspendido por otros 10 partidos, pero fue capaz de regresar para los dos partidos finales de aquella campaña regular.
Información de Adam Schefter y Elizabeth Merrill fue utilizada en la redacción de esta nota.