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Luego de 10 jornadas, se aclara el panorama de cara a la postemporada

Carson Palmer y los Cardinals mandaron sonoro mensaje al resto de la liga con su victoria en Seattle. AP Photo

Tantos temas por comentar. Poco espacio y poco tiempo disponible.

La Semana 10, tuvo un impacto sísmico en el panorama de la ya próxima postemporada de la NFL. Vimos a dos perenes líderes de división perder en casa contra rivales que quieren usurpar su supremacía. Tuvimos, en mi opinión, el mejor partido del presente año. Fuimos testigos quizás del ocaso de una leyenda. Y en una era en donde la gente de pantalón largo hace y deshace para abrir las ofensivas, tuvimos TRES partidos sin touchdown en el primer tiempo. Para rematar, cayó uno de los tres invictos el lunes por la noche.

¿Por dónde comenzar?

Pues siguiendo el dicho que honor a quien honor merece, es justo abrir este espacio con lo sucedido con dos equipos que mandaron mensajes claros y fuertes al resto de la liga.

Bruce Arians, el entrenador en jefe de los Arizona Cardinals, comentó poco antes del partido contra Seattle que para que su equipo diera el siguiente paso era necesario vencer en casa a los Seahawks. Pocos equipos han aprovechado la ventaja de local como Seattle. Pocos equipos juegan también la segunda mitad de la temporada.

Por eso mismo, lo hecho por Arizona fue tajante. No sólo vencieron al actual campeón de la conferencia, lo dominaron. El partido estuvo cerrado, lo cual era de esperarse. Un campeón cae con la cara al cielo. Seattle remontó una desventaja de 0-19, y estaban adelante en el marcador en el último cuarto, pero como ha sucedido en cada una de sus últimas derrotas, incluyendo el Super Bowl, no pudieron cerrar el partido.

Quizás sea el nuevo coordinador defensivo. Quizás se deba a la estrategia ofensiva. Más bien se debe a que enfrentaron a un rival muy superior. Arizona superó a Seattle 38 a 18 en primeras oportunidades, 451 a 343 en yardas totales, 84 a 52 en jugadas, y 38:52 a 21:08 en tiempo de posesión. Los 39 puntos que anotaron son la mayor cantidad permitida por Seattle en cinco años. Los Cardinals se convirtieron en el primer equipo en correr para 100 o más yardas, y lanzar para 350 o más en la historia del estadio CenturyLink.

Son, en mi opinión, el equipo a vencer en la Conferencia Nacional.

Cuando perdían 25-29 en el último cuarto, Bruce Arians, que es un viejo lobo con un colmillo largo y retorcido, hizo ajustes a su ofensiva y superó a Kris Richard, el joven coordinador defensivo de Seattle. Anotaron dos touchdowns en series ofensivas consecutivas para sellar el partido. Lo impresionante fue la forma en que lo hicieron atacando los puntos fuertes de la defensiva de los Seahawks, incluyendo el lanzar en dirección de Richard Sherman quien tuvo una noche difícil. Para Seattle, peligra ahora su calificación a postemporada. Para hacerlo, será necesario recuperar no sólo la supremacía defensiva sino su esencia ofensiva de correr bien el balón.

Cada cuatro años en la era de Tom Coughlin, los New York Giants han representado a la Conferencia Nacional en el Super Bowl. En el verano era inverosímil considerar esta opción. El inicio de temporada no fue mejor con una defensiva que llegó a su nadir hace tres semanas ante New Orleans. Con los regresos de Jason Pierre-Paul y Robert Ayers empiezan a presionar bien a sus rivales. Jasper Brinkley, quien nunca ha destacado en su carrera, está teniendo un desempeño sólido en lugar del siempre lesionado Jon Beason.

Con una de las mejores ofensivas de la NFL, estuvieron a punto de vencer una vez más a unos diezmados New England Patriots. Tuvieron dos oportunidades de oro, de esas que rara vez se presentan, para liquidar el partido. En la primera Malcolm Butler desalojó el ovoide de las enormes manos de Odell Beckham en las diagonales en la serie ofensiva final. Un touchdown en esa jugada hubiera puesto a los Giants adelante 30-24. Poco después, en la primera jugada de la última ofensiva de los Pats, el novato Landon Collins azotó en la superficie del campo y soltó una intercepción.

Los equipos campeones no desperdician estas oportunidades.

Al igual que Arizona, no fue que los Giants perdieran el partido sino que los Patriots buscaron la manera de ganarlo. En los momentos álgidos del encuentro Tom Brady no contaba con Julian Edelman, su mejor receptor. Jugando detrás de una línea ofensiva parchada, Brady sufrió, pero puso a su equipo en posición de ganar. Poco antes, mientras los Giants buscaban rematar el encuentro antes de la pausa de los dos minutos, vimos una verdadera cátedra de cómo manejar el reloj del partido en una situación precaria. Con el cronómetro marcando 2:34, Bill Belichick empezó a usar sus tiempos fuera de tal manera que la defensiva de los Pats forzó el gol de campo y Brady dispuso de 1:47 para la serie ofensiva que los llevó al gol de campo de la victoria.

New England no estuvo en su mejor nivel. No siempre se puede bien, pero los equipos grandes buscan la manera de ganar aun cuando trastabillan. Un calendario accesible debe de ayudar a unos Pats que se ven vulnerables debido a tantas lesiones, pero que saben ganar de muchas maneras.

Minnesota es un equipo que “calladamente” empieza a hacer ruido, valga la contradicción. No se habla mucho de ellos, pero semana tras semana cumplen con su trabajo. Después de dos victorias apretadas, ganaron de manera convincente ante un equipo de los Raiders que mostrando cosas buenas. La ofensiva no es complicada. Establecen el ataque terrestre con Adrian Peterson y son eficientes en el juego de pase con Teddy Bridgewater que no comete errores. La defensiva es la segunda más férrea permitiendo puntos después de Cincinnati. Tuvieron un mal comienzo en la primera semana en "MNF" dando una pésima exhibición ante San Francisco, pero a partir de entonces, su único descalabro fue una derrota apretada en Denver. Son ahora líderes de división y reciben en casa a unos Green Bay Packers que van en caída libre.

Fue duro ver el desempeño de Peyton Manning ante Kansas City. Los Chiefs son un buen equipo que va mejorando semana tras semana. Tienen tres victorias consecutivas. Su defensiva de pase, la que permitió cinco touchdowns por aire a Aaron Rodgers un lunes por la noche, cuenta ahora con su elenco completo y no han permitido más de 18 puntos en sus últimos cinco encuentros. Ciertamente influyeron en el mal desempeño de Manning, pero lo que vimos fue la peor actuación en la historia de uno de los mejores quarterbacks en la historia de la NFL. Peyton lanzó un pase completo más que las intercepciones que tuvo que fueron cuatro. Esta temporada, sus pases no han sido los mismos de otros años, pero los que lanzó del domingo contra Kansas City no sólo flotaban, planeaban. Lo que más me sorprendió fueron las malas decisiones que tomó. Si algo ha caracterizado a Peyton Manning a través de los años es su inteligencia, capacidad de anticipar las intenciones de la defensiva y sus buenas decisiones. Contra Kansas City parecía novato debutando. Gary Kubiak no tuvo otra opción que reemplazarlo.

Es duro para mí escribir esto por el respeto y la admiración que le tengo a Peyton. Pocos han jugado la posición más difícil del deporte como lo ha hecho él, pero el Padre Tiempo sigue invicto. Entre sus víctimas están Joe Montana, Brett Favre, y el ahora jefe de Manning, John Elway. Elway tendrá la oportunidad de evaluar a Brock Osweiler y ver si es el futuro quarterback de los Broncos. Manning declaró que sufre de ruptura de la fascia plantar en su pie izquierdo, hombro derecho magullado y golpes en las costillas. No jugará ante Chicago el próximo domingo. El desempeño de Osweiler determinará si regresa o no. Hay quienes tienen esperanzas de que Manning se recupere y de un último destello de grandeza para cerrar la temporada. Me incluyo entre esos, pero francamente lo veo complicado.

Finalmente, la situación ofensiva por la que pasan los Broncos y las lesiones que aquejan a los Patriots de New England, dejan abierta la puerta para dos equipos en la División Norte, Cincinnati con marca de 8-1 y Pittsburgh. La pobre exhibición ofensiva que dieron los Bengals ante Houston da mucho qué pensar sobre Hue Jackson como coordinador ofensivo. Cometieron castigos, soltaron balones y no insistieron en el juego por tierra. Un equipo repleto de opciones ofensivas me dejó perplejo al no anotar un solo touchdown. No vimos ajustes cuando Houston buscó neutralizar la primera opción de pase de Dalton.

Podría ser sólo una mala noche, pero otros equipos tomarán nota de lo que hizo Houston y seguramente lo repetirán.

Respecto a Pittsburgh, veo a este equipo como el caballo negro de la conferencia. El reto es que Ben Roethlisberger juegue sin lastimarse. Con Big Ben al frente de la ofensiva podrían llegar al Super Bowl.

¿Arizona vs Pittsburgh en el Super Bowl 50? Tengo gratos recuerdos de la vez que se enfrentaron en Tampa Bay.