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La agencia libre es un frenesí de inversión sin garantía en la NFL

Una de la definiciones de la palabra "espejismo" de La Real Academia de la Lengua Española es: "Concepto o imagen sin verdadera realidad". Me pregunto si esa misma definición no refleja lo que representa la agencia libre de la NFL.

Año tras año el frenesí de la agencia libre acapara los encabezados e ilusiona a fanáticos de equipos que despilfarran millones en busca de jugadores que los lleven a la tierra prometida: la postemporada. La historia ha sido dura con la mayoría de estos equipos. Pocos son los jugadores que reciben contratos multimillonarios que desquitan su salario, y por lo general los equipos que los firman hipotecan su futuro. Estas gráficas reflejan los resultados de los últimos años.

Hay excepciones de jugadores que aseguran su futuro, y el de varias generaciones de su familia, y que mantienen su nivel de excelencia. J.J. Watt es un ejemplo. Drew Brees y Joe Flacco, ambos ganadores del Super Bowl y nombrados jugadores más valiosos del mismo, firmaron contratos multimillonarios. Aún cuando su desempeño en los años siguientes fue bueno, no correspondió el nivel de salario que percibieron. Sus equipos, con limitaciones en el límite de nómina, no pudieron retener a jugadores importantes.

En el caso de Nueva Orleans, salieron baluartes como Darren Sproles, Jermon Bushrod, Malcolm Jenkins y Jimmy Graham. Después del acuerdo firmado por Brees, las marcas de los Santos en los siguientes años fueron 7-9, 11-5, 7-9 y 7-9. Cabe mencionar que 2012 fue el año en que Sean Payton fue suspendido por la NFL. En el caso de Baltimore, jugadores que fueron importantes el año que ganaron el título emigraron, a través de canjes o por la agencia libre, a otras franquicias como fue el caso de Anquan Boldin, Dannell Ellerbe, Paul Kruger, Haloti Ngata y Torrey Smith. Este año, con la perspectiva de un impacto de 28.55 millones, los Cuervos renegociaron el contrato de Flacco añadiendo tres años más, reduciendo el impacto para 2016, a 22.55 millones. Este espacio adicional les permitió firmar a jugadores como Eric Weddle, Mike Wallace y Ben Watson con contratos razonables que en conjunto suman 10.25 millones para el límite de nómina de 2016.

Denver ha sido de los pocos equipos que han tenido buenos resultados con jugadores firmados en la agencia libre. DeMarcus Ware, Aqib Talib, T.J. Ward, y por supuesto Peyton Manning fueron piezas clave en el equipo que ganó el Super Bowl 50. Ahora Denver está pagando la factura. Es similar a tomar una vacación lujosa en un lugar exótico y cargar todos los gastos a la tarjeta de crédito. Todo es dicha y felicidad mientras dura la vacación, pero después viene el shock cuando llegan los estados de cuenta. Debido al exceso de nómina, Denver perdió a elementos importantes como Brock Osweiler, Malik Jackson, Danny Trevathan, Ryan Harris, Evan Mathis y David Brutton, que tuvieron funciones importantes durante la temporada 2015.

El reto de John Elway será decidir el futuro de Von Miller. Miller es uno de los mejores jugadores en la NFL presionando a QBs. Fue el jugador más valioso del Super Bowl, pero de acuerdo a la gráfica anterior, la historia indica que asegurar jugadores estelares por contratos millonarios no garantiza el éxito. Los más cotizados de los últimos años terminaron en equipos que no calificaron a postemporada, como fue el caso de los mencionados Watt, Brees y Flacco.

Otros, a los que les "hizo justicia la revolución", se durmieron en sus laureles y tuvieron temporadas mediocres como fue el caso de Ndamukong Suh, Dez Bryant, Julius Thomas, Graham, DeMarco Murray y el mismo Darrelle Revis. Raramente, jugadores por los que se pelean equipos al inicio del período de la agencia libre, desquitan el contrato recibido. Sucede año tras año, pero aún así, equipos en situaciones desesperadas siguen avorazándose y abriendo la cartera. Este año el equipo más gastador en la agencia libre fue el de los Gigantes de Nueva York que "invirtieron" más de 200 millones de dólares en contratos para jugadores como Damon Harrison, Janoris Jenkins, Olivier Vernon que llegaron de otros equipos y Jason Pierre-Paul a quien retuverion. Jerry Reese, el gerente general, está bajo gran presión por la decisión de forzar el retiro de Tom Coughlin. De no avanzar a los playoffs, Reese está en peligro de perder sus puesto.

¿Por qué en lo general los jugadores estrellas firmados en la agencia libre no desquitan lo que devengan? Hay varias razones. La primera es que ya no tienen la misma motivación. Con dinero depositado ya no tienen el incentivo de jugar por un contrato millonario otra vez. La segunda es que fueron parte de un sistema, rodeados de otros jugadores que los ayudaron a brillar, y en el nuevo equipo tienen una situación diferente. Tercero, es la presión de jugar al nivel del contrato. Los medios y los aficionados esperan por lo menos que sus equipos lleguen a postemporada y la críticas se dirigen a los elementos recién llegados. Un equipo que no sucumbe a la presión de firmar a estrellas por lo que exige el mercados son los Patriotas. A través de los años han dejado ir a jugadores en su mejor momento como Lawyer Milloy, Drew Bledsoe, Ty Law, Deion Branch, Richard Seymour, Wes Welker, Revis y recientemente, a Chandler Jones. Los reemplazan con jugadores de menor costo, pero con talento que no fue reconocido, o que no fue debidamente aprovechado por otros equipos.

Los jugadores que funcionan en la agencia libre son aquellos que se sienten menospreciados, tanto por contratos poco lucrativos o por haber sido ignorados por sus equipos anteriores. Los agentes libres que funcionaron en Denver mencionados en esta nota llegaron con la motivación de probar que todavía tenían mucha cuerda. Los Pats año tras año se enfocan en este tipo de jugadores. Sólo basta ver las contribuciones de Rob Ninkovich, Danny Amendola, Jabaal Sheard, Alan Branch y LeGarrette Blount. El mismo Revis venía de ser descartado por Tampa Bay. Los Pats han llegado al campeonato de conferencia de la AFC en cinco años consecutivos. Mucho, por supuesto, se debe a la mancuerna imponente que representan Bill Belichick y Tom Brady, pero también al elenco que jugadores productivos que llegan en la agencia libre año tras año.

Dicen que lo barato sale caro. En la agencia libre, muchas veces lo caro no es garantía de éxito ni de campeonatos.