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Ángel Di María y Nicolás Gaitán, sudamericanos destacados en octavos de la Champions

BUENOS AIRES -- Ángel Di María y Nicolás Gaitán. Piernas zurdas argentinas. Máxima precisión para fabricar pases de gol. Jugadores de la albiceleste ambos, resultaron fundamentales para los triunfos de Paris Saint-Germain y Benfica en la ida de los octavos de final de la UEFA Champions League, frente a Chelsea (2-1) y Zenit de San Petesburgo (1-0), respectivamente.

Hay un halo de gracia y magnificencia en la asistencia que ‘Fideo’ Di María le regala al uruguayo Cavani a los 78 minutos, que significó nada menos que el triunfo. El exjugador de Rosario Central, Benfica, Real Madrid y Manchester United recibe la pelota de Zlatan Ibrahimovic estando de espaldas al arco, pero lo más grande es la simpleza con la que gira, controla con el pie zurdo, acomoda el cuerpo, y casi en el mismo movimiento, después de generarse espacio y panorama en un flash, envía un pase científico dejando a Edinson Cavani cara a cara con el excelente arquero belga Thibaut Courtois.

Siempre se suele decir, y con razón, que quienes hacen buena una asistencia son los delanteros. Hay miles de pases sensacionales, quirúrgicos si se quiere, que se pierden en la amnesia colectiva porque el delantero de turno no está fino en la definición. No fue este el caso. La pulcritud de la entrega de Di María encuentra su cénit en la estupenda definición de Cavani con un disparo cruzado y raso que deja si efecto la salida desesperada del arquero.

Y es ese pase el que corona la actuación del rosarino, elegido en diferentes portales y aplicaciones web como el sudamericano más destacado y el quinto mejor jugador del partido entre PSG y Chelsea. Di María intentó 62 pasadas de balón y completó 50, 81% de eficacia en el juego de posesión, aspecto que dominó el conjunto parisino con un acumulad de 65% - 35%. Remató en 2 ocasiones entre los tres palos del arco de Chelsea, y otras 2 fuera. Le cometieron 1 falta, y se mostró siempre para la recepción y distribución del juego.

Mientras tanto, Nicolás Gaitán emergió como hombre clave en el epílogo del match que Benfica libró contra el Zenit ruso. Un tiro libre indirecto dispuesto al punto de penal era la única manera de desbaratar el cerco del conjunto de otro argentino, Ezequiel Garay. Benfica consiguió hacer saltar la banca en el último segundo de partido. En el tiempo añadido al reglamentado. Envío certero a las inmediaciones del arquero Juiri Lodygin, y cabezazo a la red del brasileño Jonás.

En la comparación con el gol que gesta Di María, el que provoca Gaitán acaso pierde atractivo visual por tratarse de una jugada de estrategia, a balón parado. De todos modos, la pegada resultó ser lo suficientemente venenosa para alterar el curso del partido.

El 9 de marzo, cuando portugueses y rusos se enfrenten en el Stadion Petrovskiy de San Petesburgo, en el juego de vuelta de la eliminatoria de octavos de final, saldremos de dudas acerca de si el gol que gestó la zurda del exjugador de Boca Juniors acabó siendo decisivo para decantar la suerte de esta eliminatoria. Gaitán remató 3 veces contra el Zenit. Una entre los tres palos y las otras dos, afuera. Cometió un foul y sufrió otro. Y su eficacia en el juego de posesión continúa siendo un punto flojo para Nicolás. Ensayó 41 pases y completó 26, lo que redunda en un 63% de efectividad. Aún con ese no tan alto promedio, Gaitán fue votado el cuarto mejor jugador del partido en la encuesta a través de internet y, por ende, el mejor jugador sudamericano.

Ambos, Di María y Gaitán, intentarán guiar a sus respectivos equipos a los cuartos de final del torneo de club más importante a nivel mundial.