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Quiero ver Bayern Munich-Juventus ya mismo

PARIS -- Tal como en la primera semana de octavos de final de la UEFA Champions League, en la segunda hubo dos claros ganadores y otras dos series con mucha paridad. La diferencia fue que, esta vez, los que propusieron más no necesariamente se llevaron la mejor parte.

Fue el caso del encuentro entre Juventus y Bayern Munich, que terminó siendo un partidazo en el que se repartieron el protagonismo, cada uno con su libreto.

Después de un primer tiempo arrollador del equipo alemán, que se adueñó de la pelota casi por completo, tras el segundo gol el partido cambió de rumbo. Entre el bajón del Bayern y el cambio de actitud de la Juve, llegó un empate que parecía impensado unos minutos antes.

La Juventus demostró, una vez más, que es un equipo auténticamente italiano. Hasta cuando juega mal hace algunas cosas bien que le alcanzan para no irse con las manos vacías.

Es un equipo realista al máximo. Podrá haber sido superado en la posesión prácticamente dos tercios a uno, pero aun así, cuando tiene oportunidades lastima. Y eso que, estando 0-2 abajo, había creado poco y había chocado contra una excelente labor en el fondo del chileno Vidal, en una inusual posición de líbero con dos centrales a sus costados.

Pero como dijimos, la Juventus había apostado a mantener el cero y le salió mal: eso no le impidió cambiar y salir a revertir el marcador. Lo hizo y eso le abre una oportunidad para la vuelta, en la que el Bayern seguramente siga siendo favorito, pero cuidado: si yo fuera Guardiola dormiría con los dos ojos abiertos, porque la Juventus se le puede colar por el agujerito de la cerradura.

El Arsenal tampoco pudo aprovechar lo que propuso, que no fue demasiado, pero le alcanzó para generarle peligro al Barcelona. Si bien pensó el partido para no sufrir goles, cuando encontró lugares para lastimar le faltó la puntada final, con sus tres atacantes extrañamente erráticos, a pesar de ser los tres titulares de sus selecciones.

Y ya sabemos lo que pasa cuando del otro lado está el Barcelona: uno puede defenderse muy bien, pero si no tiene contundencia arriba, a la larga va a llegar el error propio o la maravilla ajena y eso que uno no hizo en el otro arco, se paga en el propio.

Así fue que, con el partido ya avanzado, el Arsenal quedó mal parado y, tras una pared entre Suárez y Neymar, el brasileño le puso un pase caviar a Messi, que definió como si estuviera jugando en la década del 40: con todo el tiempo del mundo para voltear al arquero y elegir dónde poner la pelota. Con ese gol y un segundo de penal, de paso Messi rompió finalmente la racha negativa que tenía frente a Cech.

La serie del Barcelona quedó así tan definida como la del Manchester City, que así como por momentos pudo golear, terminó llevándose un premio quizás excesivo de Ucrania con el 3-1 final gracias a un regalo en el cierre.

Como dijimos la semana pasada con el Zenit San Petersburgo, los equipos de Europa del Este vuelven de su largo receso muy faltos de ritmo. Y justo en ese momento enfrentan una instancia clave, como es la de la eliminación directa de la Champions.

Eso no quita que Manchester City haya sido superior: sin dudas mereció ganar y ahora está a un paso de llegar a cuartos por primera vez. De paso, dejó atrás una racha de tres derrotas seguidas, dos en la Premier y otra en la FA Cup, con lo cual al menos se mantiene firme en el frente más importante.

Es que el Manchester City seguramente esté un paso por detrás de Barcelona, Bayern Munich e incluso Real Madrid y París Saint Germain. Pero tiene un plantel de mucha calidad, sobre todo cuando se recuperen sus lesionados, y si el sorteo lo ayuda podría meterse en semis. Y ahí, con la clase de sus jugadores, si tiene un par de buenos partidos puede hacerle frente a cualquiera.

Llegar lo más lejos posible en la Champions sería sin duda la mejor despedida tanto para el técnico Pellegrini como para muchos de sus jugadores, que ya saben que con Guardiola tendrán que buscar nuevos aires la próxima temporada.

Por último, Atlético Madrid jugó tan como se esperaba que hasta dejó pasar la oportunidad de llevarse más que un 0-0 de su visita al PSV Eindhoven. Su delantero Griezmann lo describió de manera muy realista: "Nosotros primero nos armamos bien atrás y después tratamos de hacer un gol".

Es así y les ha dado excelentes resultados, pero si hubiera arriesgado un poco más lo hubiera ganado y no estaría obligado a marcar en casa, pudiendo elegir una vez más apostar a cuidar su arco más que a buscar el otro.

Ahora queda esperar que pase una semana sin actividad para ver si los cuatro que tomaron clara ventaja no pasan sobresaltos y qué sucede en las otras cuatro series que siguen abiertas. Paciencia, que lo mejor está por venir.

Felicidades.