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Godín y Griezmann, amigos inseparables, se reencuentran como rivales

BARCELONA -- Antoine Griezmann y Diego Godín volverán a reencontrarse el próximo miércoles en el césped del Camp Nou. Compañeros en el Atlético de Madrid por cinco años, ambos se hicieron inseparables a través de una férrea amistad que a día de hoy parece indestructible.

Para los dos el partido del miércoles será especial. Godín le abrió las puertas del vestuario al francés cuando éste fue fichado por el Atlético de Madrid procedente de la Real Sociedad en 2014. Carlos Bueno, un futbolista uruguayo le pidió a Godín que lo acogiera en aquel vestuario y desde el primer día Griezmann estuvo siempre bajo el control del central, respetado en el vestuario y admirado por la grada.

Bueno fue el que inició a Griezmann en el mundo del mate. Le enseñó a tratarlo y servirlo, cosa que le sirvió al francés para reforzar desde un primer momento su amistad con Godín.

“Eran inseparables”, reconoce a ESPN Juanfran Torres, ex futbolista del Atlético, ahora en el São Paulo, y otro de los pilares que Griezmann tenía en el vestuario colchonero. “Su relación era muy buena y positiva para el equipo en todos los sentidos”, insiste Juanfran.

“Godín fue fundamental para que Griezmann se quedara un año más en el Atlético”, explica Juanfran. El atacante francés lo tenía todo atado para jugar en el Camp Nou desde el verano desde el 30 de junio de 2018, aunque un cambio de opinión lo frenó todo.

Después de ganar la Europa League ante el Olympique de Marsella (2-0) en mayo de 2018, el Atlético recibió al Eibar en Liga como local. Griezmann había marcado en la final, por lo que se esperaba una sonora ovación, pese a que ya lo tenía todo acordado con el Barça.

Pero no fue así. El atacante francés recibió una sonora bronca de su público al entrar en el partido por Koke y se vino abajo. Mientras unas palabras de apoyo de Fernando Torres le hacían llorar, Godín y Diego Simeone trataron una estrategia para revertir la situación.

Y les salió bien. El central se acercó al fondo sur del estadio y advirtió que Griezmann no iba a irse del Atlético y que lo que debían hacer es cambiar su actitud. Así fue, los radicales colchoneros comenzaron a corear su nombre y la situación se calmó.

Pero Godín tuvo aún más trabajo. Acabado ese partido, el central uruguayo, Simeone y algún compañero más fueron a la casa de Griezmann, al que acabaron de convencer de que todo estaba bien con la grada y que acertaba quedándose. Los dirigentes hicieron fichajes interesantes y el delantero, gracias al central, le dijo que no al Barça semanas después en un polémico reportaje llamado “La decisión”.

Hace un año, más o menos, Godín intuyó que el Atlético no iba a renovarlo y comenzó a buscarse la vida. Le llamaron desde el Inter y sin hacer ruido aceptó una suculenta oferta. Griezmann pronto lo supo y comenzó a moverse, hasta que el 17 de marzo de este año ESPN FC destapó que había contactado con varios grandes de Europa, entre ellos el Barça que acabó fichándole.

Mañana será un día especial para Godín y Griezmann. El Camp Nou los volverá a juntar en un terreno de juego, aunque esta vez cara a cara. Durante el partido el francés intentará que el padrino de su hija Mia se equivoque en bien del Barça, aunque acabado el partido posiblemente Griezmann le prepare un buen mate a su amigo del alma.