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El sueño del Manchester City

Ahora parece todo real. Que Messi se quiere ir y que el Manchester City quiere, y puede comprarle

BARCELONA -- Se lo escuché a Marcelo Bielsa mientras el técnico gestionaba a su manera la inconformidad de la figura más importante de su equipo de entonces. Fernando Llorente no asimilaba bien la suplencia en la que había caído con Bielsa. El técnico no creía que el delantero marcaba la diferencia en el Athletic Bilbao de esa época. Varios factores aportaron al distanciamiento entre el entrenador y el jugador que, para entonces, ya era campeón del mundo.

El contrato de Llorente era uno de ellos. Bielsa no lo creía tan importante como para renovarle y Fernando consideraba que una renovación tenía que llegar con un importante aumento de sueldo. El club estaba con Bielsa y Llorente con pocas ganas de seguir, ya se imaginaba fuera del Athletic Club. “Cuando un jugador piensa en irse, es que ya se ha ido”, dijo el técnico en una rueda prensa.

Messi piensa en irse y las acciones hablan de un jugador que ya se ha ido. Solo su larga relación con el Barcelona, su estatus del mejor en la historia del club, quizás en la historia del fútbol, hacen de este un caso distinto a otros. Lo demás del asunto sigue el manual de los futbolistas que buscan salida de su vínculo contractual. Manifestar el deseo por salir del club es el primer capítulo en este manual. Una cláusula en el último de sus contratos firmados con el Barcelona, descubierta recientemente en medios españoles, le permitiría a Messi salir del club sin necesidad de abonar los 700 millones de euros por la rescisión. El capítulo 2 del manual habla de las rebeldías. Messi no se ha presentado a la primera convocatoria para arrancar la nueva temporada del Barcelona. El final se está escribiendo por capítulos.

La historia que empezó en una servilleta ahora termina en burofaxes y mensajes de whatsApp. Pero un buen día el final iba a llegar. Sé que hace tres años, Messi examinó las posibles opciones llegada la posibilidad que su carrera no terminara en Barcelona. Sabía de Neymar que el PSG era un club menor con grandes ambiciones, pero menor al fin. Que sus instalaciones y la organización del club no cumplirían con las expectativas profesionales de un futbolista de la talla de Messi. Por su gente de mayor confianza, llegó a conocer que la infraestructura del Manchester City era única en el futbol europeo.

Llegado el increíble momento en el que quisiera salir de la ciudad que es su hogar, Messi habría visto en Manchester un mejor destino que París. El inesperado momento es ahora y la idea sigue siendo la misma.

El lado celeste de Manchester lo recibiría con gusto, porque lo quieren desde el mismo día que llegó el dinero de Abu-Dhabi a cambiar la historia del club. Esto lo sé porque lo ha contado Garry Cook en una extensa entrevista a The Athletic. Cook era el CEO del City cuando llega el Jeque Khalddon Al Mubarak a comprar el club en 2008. El Abu Dhabi United Group tenía una cláusula obligatoria para completar la compra del club: aterrizar con el fichaje de una gran estrella. Contaban con recursos económicos, pero apenas una semana para completarlo antes del final del mercado de traspasos.

Acompañados por las urgencias y limitados por los factores normales a una negociación tan importante, el City fichó a Robinho por 42 millones de euros. Fue entonces el fichaje más caro en la historia del futbol británico.

En medio de la turbulencia de los últimos días del mercado y la necesidad por cumplir con la cláusula de compra del club, el desfile de nombres que el City buscaba fue brutal. Incluso apareció el de Lionel Messi. Garry Cook cuenta que se atrevió a lanzar una oferta al Barcelona por el astro argentino: 86 millones de euros en ese entonces habría sido el fichaje más caro en la historia.

“La Premier League me llamó para saber si la oferta era cierta” cuenta Cook en esa entrevista, “me tildaron de loco. Del Barcelona llamaron a las oficinas de la Premier porque querían saber que todo era real. Les dijeron que, de ser así, quizás habrían hecho negocio, pero unas semanas antes”.

Ahora parece todo real. Que Messi se quiere ir y que el Manchester City quiere, y puede comprarle.