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Tolima llegó a su séptima victoria al hilo y mantiene una campaña fenomenal con David González

El 21 de septiembre fue una fecha que marcó un antes y un después en el semestre de Deportes Tolima. Aquel día, David González se sentó en el banco de suplentes por primera vez para dirigir al Pijao ante Envigado en un momento sensible del equipo. Pasados más de tres meses, el Vinotinto y Oro hoy domina el Grupo A del cuadrangular y logró su séptima victoria consecutiva en una remontada impresionante.

Tolima cambió la cara de la mano de González. Cuando le tocó llegar, encontró a un equipo que le costaba convertir y al que le marcaban mucho, que no ganaba hace cinco juegos y con pocas aspiraciones para estar entre los ocho mejores del fútbol de Colombia.

Su metodología impactó de lleno en el Pijao y logró una seguidilla de triunfos que fue vital para poder quedar entre los mejores del 'todos contra todos'. Pudo ganar cuatro duelos seguidos antes de su primera y única derrota en este ciclo, ante el Cali en Palmaseca. Esa caída 2-0 fue la base sobre la cual se construyeron siete victorias continuadas que fueron el sprint final en la carrera por su lugar en los cuadrangulares.

El destino decidió que Tolima forme parte del Grupo A junto a Junior, Deportivo Cali y Águilas, quien partía como favorito por su tremenda campaña en la fase regular, en la que terminó primero e invicto. Sin embargo, los de González no sacaron el pie del acelerador y consiguieron 9/9 en un inicio contundente.

Iniciaron el cuadrangular con triunfo por 3-1 ante Junior en Ibagué, luego viajaron al Nido de Águilas y le propinaron una paliza: 4-0 para 6/6.

En la tercera fecha, los Pijaos recibieron a Cali, quien fue verdugo del ciclo de González, y también lo golearon por 4-2 para volver a pisar fuerte y empezar a mirar de cerca ese lugar en las finales del fútbol colombiano, ese que Tolima había acostumbrado a visitar bajo el mando de Hernan Torres.

En total, David González dirigió a Tolima en once juegos, logrando diez triunfos y solo una caída. Ahora deberá enfrentar la parte más dura del cuadrangular y no tendrá que confiarse con su ventaja. Todo depende del Vinotinto y Oro, que renació a mediados de semestre y buscará la estrella de fin de año.