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Las sedes de la Copa Confederaciones: Moscú

La mayoría de los equipos estarán en Moscú Getty Images

El corazón de Rusia es Moscú. Allí vive gran parte de la historia, la cultura, el arte y el fútbol del país más grande del planeta. Es imposible saber si la primera vez que se pateó una pelota en el vastísimo territorio ruso fue en la capital, pero sí se puede afirmar que allí es donde nació, creció y se desarrolló el fútbol organizado de la nación que albergará la actual Copa Confederaciones y la próxima Copa del Mundo.

Como en todo el globo, el fútbol llegó a Moscú gracias a los comerciantes ingleses que llevaban consigo su principal divertimento. En los comienzos del siglo XX, los ingenieros británicos empleados por las fábricas textiles de Savva Morozov introdujeron este juego entre sus compañeros. Aunque los obreros se enamoraron a primera vista de la pelota, al principio fue un pasatiempo exclusivo de las clases ricas, sobre todo durante la última etapa de la Rusia imperial.

En 1912 fue fundada la Unión de fútbol rusa, cuya principal tarea era la organización del Seleccionado nacional. Entre 1910 y 1914, el equipo del imperio (tenía gran mayoría de jugadores moscovitas) jugó 16 partidos, con sólo dos victorias (sobre Bohemia) y derrotas humillantes, como un 0-16 frente a Alemania, un 0-14 contra un combinado amateur de Inglaterra o un 0-12 frente a Hungría. Sin dudas, el fútbol ruso necesitaba llegar al pueblo para competir contra los mejores de Europa.

En 1917 se produjo la Revolución de Octubre, lo que provocó un retraso en la organización del fútbol nacional. De todos modos, la pelota ya estaba en las calles, en las plazas y en las escuelas de la capital. Sólo faltaba la creación de un torneo oficial para que la pasión popular tuviera el sitio indicado para liberarse. Tardó, pero en 1936 se disputó la primera edición de la Liga soviética. De los siete clubes participantes, cuatro eran de Moscú, lo que explica a la perfección que esa ciudad era el sitio donde mejor se había desarrollado el fútbol. Dínamo Moscú fue el campeón, con seis triunfos en seis partidos.

Antes de 1936, en cada una de las regiones se habian organizado campeonatos más o menos serios, pero la Liga de la Unión Soviética era el elemento necesario para hacer crecer al fútbol en toda la nación. Como todo en el sistema comunista, los clubes no representaban nada más que a su sindicato. Lo único que importaba era la clase, y eso se trasladó al torneo. Cada sector productivo tenía su equipo: ferrocarril, automotor, metalurgia, ministerio del interior. Cada trabajador podía seguir al club de su gremio.

CSKA fue la primera institución futbolística de la capital. Nació en 1911 como un club de esquí llamado Sociedad Amateur de Deportes de Esquí (OLLS, por sus siglas en ruso), pero ese mismo año formó un equipo de fútbol que compitió en la liga de la ciudad. Con la llegada al poder de la Revolución, todos los clubes fueron cerrados, ya que eran considerados símbolos burgueses. En 1923, el Ejército Rojo se hizo cargo de OLLS y lo renombró CDKA (Club de Deportes de la Casa Central del Ejército Rojo). No tardó en convertirse en uno de los conjuntos más poderosos del país, por a simple razón de que tenía la facultad de incorporar a cualquier futbolista de cualquier cuadro rival, gracias al poder del ejército.

Si CSKA fue el club más emparentado con el régimen, Spartak se autodenominó como el más "combativo". No es extraño que ambos protagonicen el clásico más grande de Rusia. Spartak fue fundado en 1922, a la manera occidental. Un grupo de jóvenes encabezado por Iván Artémiev decidió comprar casas en el distrito Presnya para construir un estadio. Con el tiempo, Spartak se convirtió en la bandera de los "rebeldes". Los triunfos frente a CSKA se festejaban como una revancha contra el régimen. El conjunto rojiblanco es el representante moscovita más exitoso de la historia, tanto durante la época soviética como después.

El tercer gran equipo de Moscú es Dínamo, fundado en 1923 con el apoyo de la OGPU, la primera policía secreta soviética. Fue el primer campeón de la Unión y durante varias etapas ha sabido pelear mano a mano con los gigantes CSKA y Spartak. Además, fue durante dos décadas el hogar de Lev Yashin, quien para muchos es el mejor futbolista ruso de todos los tiempos. Nacido en Moscú en 1929, la Araña negra es el único arquero ganador del Balón de Oro y el que mayor cantidad de partidos sin recibir goles permaneció: 270. Los números son interesantes, pero no alcanzan para describir todo lo que significa Yashin para el fúbol ruso. Él es el símbolo del país que albergará el próximo Mundial.

Torpedo Moscú nació en 1924 bajo el nombre de "Fuerza proletaria". Un grupo de trabajadores del sector automotor decidieron que había llegado el momento de salir a la cancha y fundaron un club que vivió una época de gloria en los sesenta pero que luego cayó en desgracia y recién este año pudo regresar a primera tras casi diez años en el ascenso. También es reconocido por haber formado a una leyenda: Eduard Streltsov, el mejor jugador de campo ruso de todos los tiempos. Moscovita como Yashin, Streltsov se ganó el apodo de "Pelé blanco" por su enorme talento. Sin embargo, nunca pudo llegar a su techo porque era considerado un enemigo del régimen, debido a su estilo de vida "occidental".

El estadio donde se disputarán el partido inaugural y la final de la Copa del Mundo 2018 fue inaugurado en 1956. Está ubicado a orillas del río Moscova y su primer nombre fue "Estadio Central Lenin". Fue remodelado en dos ocasiones: para los Juegos Olímpicos de 1980 y en 1997, para cumplir con las exigencias de la FIFA. De cara al próximo Mundial también será modernizado. Allí se disputó una final de Champions, además de decenas de partidos internacionales de las Selecciones de la URSS y de Rusia. También, en ese escenario tuvo lugar una de las tragedias más grandes de la historia en 1982, cuando en un encuentro de la Copa UEFA entre Spartak y Haarlem de Holanda se produjo una avalancha humana que terminó con 300 muertos y 61 heridos.

Moscú vio nacer a los dos máximos ídolos del fútbol ruso, ganó 49 ligas nacionales y alberga a los compromisos más importantes de la Selección nacional. Por todo eso, merece ser la ciudad que se regocije con la Copa Confederaciones, y luego reciba la Copa del Mundo y corone al nuevo rey del deporte más popular del planeta.