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Los aciertos de Maradona

Argentina hizo un gran partido de la mano de sus hombres de ataque Getty Images

BUENOS AIRES -- Aclaración: Desde hace varios meses, este blog freak se ha dedicado a diversos aspectos periféricos al juego en sí mismo. Historias, anécdotas, datos insólitos y opiniones se han sucedido en estas páginas. Sin embargo, hay momentos que ameritan hablar de lo más lindo de todo esto: el juego. Éste es uno de esos momentos, así que hoy el tema será el fútbol, sólo el fútbol.

Argentina terminó de darle el empujón necesario a esta Copa del Mundo. Tras una primera semana repleta de partidos mediocres y de equipos que sólo se preocupaban por cuidarse, llegó el momento de empezar a disfrutar del fútbol de ataque en Sudáfrica.

Después de la gran actuación de Alemania en su debut, Chile, España y Uruguay habían protagonizado la primera jornada completa de buen juego en este Mundial africano. 24 horas después, el equipo de Diego Maradona brilló gracias a una idea clara y a una obsesión: el arco contrario.

"El equipo de Maradona". Como nunca, la frase adquiere sentido. Por primera vez desde su llegada, el Seleccionado empieza a tener una identidad, que poco tiene que ver con aquella que mostró en el amistoso frente a Alemania. El pragmatismo de aquel partido desapareció para darle paso a un conjunto que tiene una clara vocación ofensiva y que primero piensa en el arco rival para luego hacerlo en el propio.

Diego le está empezando a ganar la partida a sus detractores. O mejor dicho, ya se las ganó. Muchos pensaban que esta Selección no superaría la primera fase, que iría a Sudáfrica a hacer papelones. Sin embargo, el ídolo argentino se recibió de entrenador en el ámbito que más conoce y que más disfruta: una Copa del Mundo.

Maradona empezó a acertar antes de que empiece el torneo y no paró hasta esta gran victoria sobre Corea del Sur. Su primer acierto fue incluir como titular a Carlos Tevez, un socio perfecto para el conductor de su Rolls Royce, Lionel Messi.

El atacante del Man City jugó un partido perfecto ante Corea. Generó peligro en cada acción, luchó cada pelota y, sobre todo, jugó e hizo jugar. Porque Carlitos es mucho más que garra, es fútbol en estado puro. Con él en la cancha, Messi tiene con quien descargar, a quien buscar y con quien asociarse para pensar en asistir a Gonzalo Higuaín.

Su segundo gran acierto es la posición en la que se mueve Messi. En la previa, casi todos estaban de acuerdo en que el crack del Barça debía jugar como puntero derecho, o como segundo delantero. Sin embargo, el ojo del técnico vio algo en los entrenamientos y decidió dejarlo libre, cerca de la pelota. Resultado: el Balón de oro jugó sus dos mejores encuentros en la Selección.

Ante Corea el Diez fue más importante para el desempeño colectivo que espectacular en lo individual. Ante la ausencia de Verón, se hizo dueño de la Jabulani y lideró cada ataque. Maradona lo ubicó delante de Mascherano y detrás de los delanteros. En esa posición fue tan ofensivo como siempre. Messi es un crack, un fenómeno y por eso desnivelará en cualquier sector de la cancha, sólo debe tener la pelota y un compañero que hable su mismo idioma.

El entrenador también atinó al rearmar el sector derecho con el tándem Jonás-Maxi. Esa dupla fue clave en la salida y retrocedió con criterio. Gracias a la inclusión de Rodríguez, el improvisado marcador de punta sufrió mucho menos que ante Nigeria.

En las semanas previas al inicio del campeonato, Gonzalo Higuaín le ganó el puesto al multicampeón Diego Milito. Sus goles en tres finales para el Inter eran una carta de presentación imposible de ignorar, sin embargo, Maradona se la jugó por el nueve del Real Madrid y volvió a acertar. En el encuentro ante Nigeria, tuvo varias chances pero no las concretó. Frente a Corea aprovechó todas sus ocasiones y se convirtió en el goleador del Mundial.

Por último, Diego hizo los cambios justos en los momentos justos. Sergio Agüero le dio frescura al ataque y Mario Bolatti equilibrio al mediocampo. El Kun fue protagonista de los dos últimos goles y demostró que tiene todo para acoplarse a la extraordinaria delantera albiceleste.

Diego se recibió de técnico. Si había algo que le faltaba era un triunfo así en una Copa del Mundo. Su equipo ya tiene una identidad definida. Una identidad que lo honra, con una idea honorable. Porque sí, tiene a Messi, pero lo respalda un conjunto que vive para atacar. Así da gusto ver a Argentina, sea cual fuere el resultado.