MADRID -- Zidane insiste: Cristiano Ronaldo debe ganar el Balón de Oro. La discreta cuota goleadora atacante del Real Madrid en la presente campaña no debería influir impedir que se adjudique el galardón más prestigioso del mundo del futbol, en opinión de su entrenador, Zinedine Zidane, quien recalcó que “lo que ha hecho en 2016” – rebasar la barrera de los 50 goles por sexta campaña consecutiva, proclamarse campeón de Europa con el conjunto merengue y con Portugal y acabar como máximo goleador de la Champions League - deberían ser argumentos suficientes.
“Yo sé como funciona eso, pero sobre todo lo que he visto todo el año. Lo que ha hecho Cristiano... El problema es que siempre es lo mismo; ha puesto el listón tan alto que cada vez que no marca como toda la gente queremos, es un problema y es al revés. En 2016, lo que ha hecho ha sido... no sólo a nivel individual, si no de equipo.
“Él sabe perfectamente que todo lo que está haciendo es con su trabajo pero también con la gente a su al rededor, los que juegan con él. Se merece el Balón de Oro claramente”, dijo el entrenador del Real Madrid en rueda de prensa celebrada este viernes tras el último entrenamiento del equipo de cara al encuentro que disputará mañana ante el Alavés.
Pero las cosas han cambiado esta campaña para Cristiano y para el Real Madrid. El portugués se tardó en arrancar tras perderse los tres primeros encuentros de la campaña por una lesión y cuando volvió se encontró con que el trabajo de cara a gol se ha repartido de forma más equitativa. Ya son 17 los jugadores merengues que han marcado esta temporada y Cristiano, con cuatro tantos, ni siquiera es el máximo goleador del equipo. Marco Asensio y Álvaro Morata, con seis cada uno, lo superan por dos tantos.
Su aportación al equipo no es lo único que se encuentra en el centro de la discusión, sino su “actitud”. Su escaso protagonismo con el equipo merengue ha provocado que se especule con su estado de ánimo – y la manera en que manifiesta su frustración en la cancha no ayuda a disipar las dudas. Zidane reconoció que su jugador “se enfada” cuando no marca, pero recalcó que se trata de una actitud “normal” de un jugador que se ha puesto metas muy altas.
“No están ansioso. Bueno, enfadado puede ser, pero es normal. El quiere meter gol y es normal. Con ansiedad o más preocupación que eso, no. Él es único. Cada vez que no juega tan bien o no mete gol la gente se sorprende porque ha puesto el nivel muy alto, pero es lo de fuera y tiene que vivir con eso. Es lo que tienen los fenómenos”, dijo.
A medida que se aproxima el 13 de diciembre, fecha en que se conocerá al ganador, la polémica por su condición de favorito crece ya que su arranque de temporada ha sido gris, comparado con años anteriores en que a estas alturas del campeonato duplicaba, cuando menos, al que más se le acercara de entre compañeros en la tabla de goleo.
En cambio, Lionel Messi y Antoine Griezmann, favoritos para acabar en la terna final junto a Cristiano, no han hecho más que brillar con sus respectivos equipos. El argentino es líder goleador en España al lado de Luis Suárez, con siete tantos cada uno, con el francés siguiéndolos de cerca con seis tantos en su cuenta.
Y si se trata de lo hecho en 2016, Messi se proclamó campeón de Liga y de Copa y llegó hasta la final de la Copa América. Griezmann, por su parte, disputó las finales de Champions League y Euro, torneo en que se proclamó máximo goleador con seis tantos.
Cabe recordar que después de cinco temporadas tras haberse fusionado con el premio Jugador Mundial FIFA, el Balón de Oro vuelve a su formato original para 2016.
Será entregado por la revista France Football y únicamente votarán los 193 periodistas registrados como representantes de cada Federación tomando en cuenta actuaciones individuales y colectivas (o sea, palmarés), el ‘fair play’ del jugador y su trayectoria.
Si las cinco últimas ediciones – dominadas por Messi y Ronaldo – hubiesen conservado el formato original en que la prensa decidía el ganador, Wesley Sneijder (2010) y Frank Ribèry (2013) habrían roto esa tendencia aunque Cristiano y Messi se hartaran a meter goles y dijeran lo que dijeran sus técnicos.