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Barcelona y Luis Enrique hacen historia en la Copa

BARCELONA -- Tras una noche épica, una batalla descomunal y un desenlace frenético, el Barça alcanzó su cuarta final consecutiva en la Copa del Rey después de 63 años sin que ningún equipo lo hubiera logrado.

Fue, el partido frente al Atlético, digno de abrir la puerta a la historia porque el grupo de Luis Enrique se ganó el derecho sufriendo como no pudo imaginar, desde la parada magnífica de Cillessen a Carrasco en el minuto 7 y hasta la conclusión en el 95.

De esta manera, el Barcelona jugará por cuarta temporada consecutiva la final de la Copa del Rey, un hecho que no sucede desde 1954 y que demuestra el absoluto dominio del equipo azulgrana en el torneo, habiendo jugado seis de las últimas ocho finales y conquistado cuatro títulos.

El grupo de Luis Enrique, además, tendrá la posibilidad de enlazar por tercera vez la Copa, algo que no ocurre desde que lo hiciera el propio Barça entre 1951 y 1953 o el Athletic Club de Bilbao, que levantó el trofeo en 1943, 1944 y 1945. No alcanzará, de momento, a los cuatro campeonatos que consiguieron primero el Real Madrid entre 1905 y 1908 y después el Athletic entre 1930 y 1933.

La jornada de este martes también fue histórica en el aspecto personal para el entrenador asturiano, al enlazar su tercera final de Copa, algo que no ocurría desde que Alfredo Di Stefano perdiera consecutivamente las de 1970, 1971 y 1972 al frente del Valencia y que una década antes, en 1960, 1961 y 1962, la jugase el Real Madrid de Miguel Muñoz, con una victoria y dos derrotas… Lo que ofrece a Luis Enrique la posibilidad de igualar a entrenadores aún más alejados en el tiempo.

En 1951, 1952 y 1953 ganó el Barcelona la Copa bajo la dirección de Ferdinand Daucik y al mando de Juan Urquizu lo consiguió el Athletic en los años 1943, 1944 y 1945. Ese es el reto que se le presenta a partir de ahora a un Luis Enrique, técnico empeñado en instalarse en la historia del club azulgrana y de mejorar todos los registros. Guardiola incluido.