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Yannick Carrasco se reivindica ante el Celta

MADRID -- Yannick Carrasco no marcaba desde el 27 de noviembre, cuando contribuyó con un tanto a la victoria rojiblanca por 0-3 sobre Osasuna.

Para entonces se había convertido en uno de los favoritos de la afición rojiblanca y competía con Antoine Griezmann por el ‘status’ de máximo goleador del equipo, de hecho marcha segundo con once dianas pese a la sequía de poco más de dos meses.

Aunque ha tenido minutos en prácticamente todos los encuentros que ha disputado el Atlético de Madrid esta temporada, salvo los tres que se perdió a principio de año por una lesión, no jugaba un partido de Liga entero desde el derbi madrileño del 19 de noviembre.

La noche del domingo, en la que Atlético remontó en los últimos minutos para vencer al Celta por 3-2, estaba ‘destinada’ a transcurrir de una manera muy similar para el belga, que tras ser el hombre más incisivo en el ataque rojiblanco y apuntarse una asistencia para el tanto con que Torres marcó el 1-1, había sido escogido para dejar su lugar a Ángel Correa con poco más de 15 minutos por jugarse.

Pero una decisión de último momento del técnico rojiblanco cambió el curso del encuentro y acabó por encaminar la victoria.

“Me iba yo al banquillo porque me quería cambiar el míster, hay muchos jugadores buenos en el banquillo, pero después Saúl ha sido honesto, ha dicho que le molestaba algo y salió él”, relató Yannick Carrasco.

Pocos minutos después de que Saúl abandonara el terreno de juego, el partido enloqueció. Guidetti adelantó al Celta, que casi empezaba a saborear la victoria hasta que poco después, el belga, haciendo gala de un enorme talento, puso el 2-2 en el marcador dando aire a los suyos.

“Pensé (antes de disparar) que cuando estás ahí no puedes correr mucho riesgo, puede haber un contraataque. Había que patear para no tener riesgo.

“Es un poco difícil cuando sabes que estás perdiendo 2-1 a diez minutos del final. Es muy difícil darle la vuelta a un partido, pero el equipo ha respondido muy bien y estamos muy contentos con los tres puntos”, relató el jugador.

Después vino el tanto de Griezmann que selló la victoria y la explosión de felicidad en el Vicente Calderón.

La noche, no obstante, había comenzado de una manera lúgubre y un sector de la grada, tan reducido como contundente, había descargado su frustración a modo de rechiflas al extremo belga.

“No lo escuchas cuando estás en la cancha, pero me pueden pitar a mí o a cualquiera; cuando las cosas no van muy bien la afición quiere más y quiere ganar. Es importante para la afición mover a los jugadores”, señaló Carrasco, quien no ocultó que haber sido el hombre clave en la victoria con un tanto y una asistencia le han quitado un peso de encima.

Hacía semanas que Carrasco era el blanco de las críticas en torno al Atlético de Madrid, ya fuera por su actitud ante los cambios –no hace ni dos semanas que pateó dramáticamente una botella de agua al ser enviado a la banca– o la manera en que había perdido relevancia en el equipo de Simeone.

Y no ayudó que, apenas el ‘Cholo’ externó alguna crítica a la resistencia de “algún jugador de banca” a colaborar en defensa, las miradas inquisidoras apuntaran casi exclusivamente al belga, quien por otro lado nunca ha ocultado que le ha costado trabajo aprender a jugar a gusto de su técnico y, sobre todo, colaborar en defensa.

Pero Carrasco, que conoce bien a su jefe, se ha apartado del ruido y se ha dedicado a ganarse –de nuevo – al ‘Cholo’ a base de trabajo.

Éste domingo, al menos, se ha llevado un amago de elogio.

“Está trabajando mucho y se esfuerza por mejorar. Había arrancado (la temporada) extremadamente bien, superando sus números. En Barcelona tuvo (oportunidades) y hoy también. De los tres goles, posiblemente el suyo es el más espectacular”, señaló Simeone en rueda de prensa tras el encuentro.