BARCELONA -- Tras las críticas de Ter Stegen y la llamada de Iniesta, Gerard Piqué se sumó al discurso del vestuario apelando a que la gente tenga “memoria” y ponga en justa perspectiva a un equipo que sufre por la situación actual pero, también, tiene un prestigio ganado a pulso en los últimos tiempos. Y que “merece respeto”.
“No puedo entender los pitos y que la memoria sea tan corta. Ganamos 8 de 10 títulos con este entrenador”, explicó Piqué tras un acto promocional en el que aprovechó para recordar que cuando llegó al club Luis Enrique “estábamos en la mierda absoluta. Deberíamos acordarnos de todo el trabajo que ha hecho con nosotros… Estamos a muerte con él”.
“Este equipo seguirá dando mucho y tenemos que quitarnos la clásica actitud del tribunero (aficionado habituado a solo criticar). El Barça es el club de mi vida y sé cómo van las cosas. Puedo entender el descontento, pero no estoy de acuerdo en cómo se manifiesta” sostuvo Gerard, sumándose al discurso de un vestuario que da la impresión de estar en desacuerdo con la forma de manifestarse de una parte importante de la hinchada.
El central azulgrana reconoció que el Barça “ha cambiado” y aunque admitió que los jugadores “somos los primeros ingeresados en tener el control de la pelota el máximo tiempo posible”, aclaró que el juego “ha evolucionado. Cuando los partidos son de ida y vuelta está claro que sufrimos más, pero ahora, teniendo a los tres mejores jugadores en punta se juega menos en el centro del campo”.
Y sentenció que el pasado, es pasado. “Si jugásemos como hace seis años nos cogen la matrícula rápido”, convino.
El futbolista, de hecho, no ocultó que el Barça no está en su mejor momento pero avisó que “esto es superable. Llevamos mes o mes y medio sin jugar el futbol acostumbrado y nos está costando más de la cuenta”.
“Más allá de ganar o no ganar, lo importante es jugar a lo que sabemos y todos, entrenador y jugadores, estamos centrados en ello”, explicó.
De esta manera, recordó el partido frente al Leganés y dio cuenta de la seriedad con que el equipo acogió la victoria. “Estábamos felices por haber ganado… Pero sí, bueno, no somos tontos y no estamos cómodos. Tenemos que intentar mejorar” resumió.
“Estamos vivos. Ese es el mensaje” que trasladó un Piqué serio, más de lo habitual pero firme. “Siento que en la Liga tenemos opciones de ser competitivos hasta el final y en la Champions solo pido a la gente que vaya al campo”, concretó, anunciando una noche especial ante el PSG: “Si remontamos, se quedarán mal en casa”.
Con todo, centrado en el partido frente al campeón francés, Gerard volvió a poner las cosas en perspectiva. “¿Remontar? Lo que importa es volver a ser reconocibles… De Champions aún quedan unas cuantas por disputar y hasta por ganar” concluyó.