MADRID -- La polémica desatada tras la victoria del Real Madrid sobre el Villarreal por 2-3 luego de que el árbitro Gil Manzano decretara un penal por mano de Bruno Soriano dentro del área no ha cesado.
A las quejas en redes sociales del jugador del Barcelona Gerard Piqué por lo que considera doble vara de medir en el arbitraje español, mismas que podrían acarrearle una sanción, siguieron las palabras del presidente del Villarreal, Fernando Roig, quien en una intervención radiofónica tras el encuentro, dijo que lo hecho por el Madrid al reponerse de un 2-0 en contra, “no puede llamarse una remontada” ya que fue beneficiado por las decisiones de Gil Manzano, a quien veladamente acusó de estar influenciado por el Real Madrid, pues según dijo “lo vi salir del estadio con bolsas del Real Madrid y eso no está bien”.
Como era de esperarse, las palabras de Roig no han caído nada bien en la capital española. Los medios locales resaltan un posible fuera de lugar en el segundo tanto del Submarino Amarillo y hablan de una supuesta molestia de la directiva con la transmisión televisiva del partido.
Sin embargo, los merengues parecen tomarse el alboroto como un mal pasajero al que hay que plantar la mejor cara posible.
Durante el entrenamiento de este martes, el último de cara al encuentro que disputarán mañana frente a Las Palmas en el Santiago Berbanéu, incluso llegaron a bromear con un balón que accidentalmente pegó en el brazo de Dani Carvajal.
“¡Fue de rebote!”, señalaban entre risas y ante la atenta mirada de Zinedine Zidane, que si bien prefiere evitar meterse en problemas, consideró que las reacciones al incidente han sido exageradas y se dijo “molesto” por las constantes acusaciones veladas (o directas) a su equipo.
“No voy a entrar en eso; yo respeto a todo mundo. Cada quién puede opinar. Yo no estoy de acuerdo y ya está. A mí lo que me importa son mis jugadores, que son respetuosos y profesionales. Molesta, sí, pero ya está”, dijo Zinedine Zidane en rueda de prensa celebrada tras el entrenamiento.
“Cada uno puede opinar y no voy a meterme. Un jugador, un presidente, nadie puede impedir que hablen, pero no es verdad. Lo que hacemos, lo hacemos sólo en el campo. Por eso estoy orgulloso de mis jugadores.
“Ellos respetan mucho a toda la gente que trabaja por el bien del futbol y nosotros contribuimos a eso. Nosotros lo que queremos es que se divierta la gente. Hacer el máximo, lo que hacemos desde hace mucho tiempo. Real Madrid siempre ha sido un club respetuoso”, agregó el entrenador, quien en cambio consideró que este tipo de incidentes son frecuentemente llevados al extremo porque su equipo y, en concreto, él mismo, “molestan a mucha gente”.
“Que molestes a mucha gente, puedo entender, pero yo lo que quiero transmitir es que estoy orgulloso de mis jugadores porque respetan al cuerpo arbitral”, dijo Zinedine Zidane.