BARCELONA -- El Barcelona no aumentará la presión alrededor de Paulinho y esperará a que sea el propio futbolista quien, con la ayuda de su entrenador Luiz Felipe Scolari, consiga variar la postura del Guangzhou para negociar su traspaso al club azulgrana.
Toda la polémica y opiniones encontradas que provoca su nombre alrededor del Barça es unanimidad en la dirección deportiva que lidera, oficialmente desde este martes, Pep Segura. Si Robert Fernández entendía a Paulinho como un jugado “diferente” y que sumaba a la calidad general de la plantilla; el nuevo manager general lo considera “trascendental” en la búsqueda de los diferentes dibujos tácticos que pueda utilizar Ernesto Valverde.
El entrenador mantuvo el domingo un breve pero productivo encuentro privado con el presidente Josep María Bartomeu, el Director de los Deportes profesionales Albert Soler y el propio Pep Segura en Sant Joan Despí en el que conoció de primera mano la actualidad del mercado en clave azulgrana. Y tanto supo de las dificultades que hay para aligerar una plantilla en la que sobran no menos de cuatro jugadores como de los problemas que se mantienen en la operación refuerzos…
Pero sabiendo con nombre y apellidos quienes están en la lista del club, Valverde, a través de Pep Segura, atiende a que Paulinho sea la pieza fundamental, un jugador “diferente” y con un perfil determinado que le ofrezca opciones distintas. “Sería conveniente que fuera un futbolista con posibilidades de jugar en las tres posiciones del mediocampo. Eso sería lo ideal” admitió el lunes Roberto Fernández. Y eso es lo que ofrece el brasileño.
A partir de aquí la directiva del Barça espera que el transcurrir de las semanas suavice la postura del Guangzhou. “No solo es una cuestión de dinero” apuntó desde Beijing, Jonathan Soriano, jugador español del Beijin Gouan y que considerando al brasileño un “excelente refuerzo” para su antiguo equipo, manifestó a ESPN Digital que el club chino, líder de la Liga local y pendiente de los cuartos de final de la Champions, “perdería mucho sin él”.