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Neymar y un silencio que inquieta en Barcelona

BARCELONA -- Neymar no envejecerá, futbolísticamente hablando, en el Barcelona. El brasileño empieza su quinta temporada en el club azulgrana, las mismas que cumplieron Rivaldo o Ronaldinho antes de abandonar el Camp Nou, y alrededor del estadio azulgrana empieza a contemplarse su marcha como una realidad más próxima que lejana.

El crack brasileño aprovechó su jornada de descanso para marcharse de fiesta a Ibiza con sus amigos… Y no trasladó ninguna clase de señal que diera idea de desmentir ninguna información respecto a su posible marcha. Y eso, a pesar de todos los mensajes lanzados desde el club se contempla como lo más preocupante.

“Se queda en el Barcelona. Al 200 por ciento”, solventó este martes el vicepresidente deportivo del club Jordi Mestre, asegurando que el propio PSG “niega categóricamente” cualquier interés por Neymar… Una verdad a medias, la frase del dirigente, por cuanto desde París la posición oficial del club francés es diametralmente distinta a los sueños de su presidente Al-Khelaifi, quien ya quiso ficharle en el verano de 2016 y no temblaría en volver al ataque.

Probablemente Neymar permanezca en el Barça esta temporada pero la señal que ha mandado su entorno, pocos meses después de renovar su contrato, es un aviso en toda regla, que tanto anima al PSG (o Manchester City) a reiniciar su melodía de seducción a su alrededor como refresca en el Barça sucesos del pasado.

Cierto es que tanto Rivaldo como Ronaldinho abandonaron el club en un momento deportivo personal de evidente declive, lo que en absoluto ocurre con Ney, pero a sus asesores, a él mismo y a cualquiera le vienen a la memoria otros casos, como el de Ronaldo principalmente, cuyo enamoramiento del Barcelona desapareció de pronto.

“222 millones de euros es muchísimo dinero… Quizá no fuera una mala decisión venderle”, admitió un aficionado de los varios que fueron encuestados en las cercanías del estadio azulgrana este martes. La suya fue la respuesta más significativa entre muchas contrarias, vehementes y que considerarían negativo su trasvase.

Mientras Neymar disfrutaba en la isla de Ibiza de la jornada de descanso previa al viaje de la plantilla hacia Estados Unidos, totalmente al margen de cualquier discusión, en Barcelona, en el Barça, se intenta mantener una imagen de unidad absoluta y tranquilidad total respecto a su futuro… Pero esperando a que fuera el presidente en persona quien zanjase todas las especulaciones, el propio silencio del futbolista no hace otra cosa que dar pie a que esta rumorología se mantenga en el plano.