MADRID -- Ángel María Villar, suspendido cautelarmente de la presidencia de la Federación Española de Futbol, culpó al gobierno de las amenazas de la FIFA de dejar a España fuera del Mundial.
“La posibilidad (de quedar fuera) es seria. Nadie lo desea. Yo el primero. Pero tenemos múltiples ejemplos de actuaciones similares de gobiernos que han llevado a sus Federaciones a ser sancionadas”, advirtió Villar en una rueda de prensa celebrada este lunes en Madrid, organizada a título personal.
Villar ha comparecido solo; sin el apoyo de un solo representante del futbol español, desde jugadores hasta directivos de la institución que dice aún presidir pese a su inhabilitación desde julio pasado, cuando fue imputado por corrupción, para leer un escrito preparado en que responsabiliza directamente al Consejo Superior de Deportes de la amenaza vertida por la FIFA de suspender a la RFEF y, por tanto, expulsar a España del Mundial por lo que considera “injerencias de terceros”, es decir, gubernamentales después de que el CSD propusiera anular las últimas elecciones a la presidencia de la RFEF.
“FIFA no solicita que un estado soberano incumpla sus leyes, si no que la RFEF respete sus estatutos y estamentos. EL CSD es el único responsable de que la selección pueda quedarse sin mundial. Ni la RFEF, ni Villar tienen responsabilidad”, leyó.
Según trascendió el viernes pasado, Villar habría denunciado la injerencia gubernamental en asuntos federativos ante la FIFA, algo que dijo desmentir “categóricamente”.
“Desmiento de forma categórica cualquier intervención mía ante la FIFA o la RFEF”, antes de calificar la situación de “muy grave”.
Para Villar la raíz del problema está en su inhabilitación tras ser imputado en el caso de corrupción destapado en la Operación Soulè.
“¿Porqué hace esto el gobierno? Poniendo en riesgo la participación de España en el Mundial aun conociendo su carácter arbitrario y contrario a la FIFA. La principal causa de actuaciones, grado de intervencionismo, es apartarme arbitraria e injustamente de la presidencia de la RFEF no respetando mi presunción de inocencia”, dijo Villar.
Durante hora y media, Ángel María Villar cargó con todo y contra todos. Se dijo víctima de un “linchamiento” y acusó a las dependencias gubernamentales que rigen el deporte español de haber dado “un golpe de estado” a la Federación.
“Hay personas que quieren mi cabeza colgada como si fuera un toro. Me están linchando. Hay linchadores sobre linchadores (sic). Me siento leproso. Basta ya. Se ha dado un golpe de estado a la RFEF”, señaló.
Villar acusó al presidente del Consejo Superior del Deporte, José Ramón Lete, y a su antecesor en el cargo Miguel Cardenal, así como al presidente de la Liga de Futbol Profesional Javier Tebas y hasta “algunos medios de comunicación”, de haber orquestado, a través de sus denuncias, el Caso Soulé que desembocó en su detención y encarcelamiento en julio pasado.
Se dijo inocente. No presentó pruebas. Dijo, en su lugar, que acudirá a demostrarlo “en los tribunales” antes de insistir, como hizo durante toda su comparecencia, que su deseo es que España vaya al Mundial.
Para que ello ocurra, dejó caer veladamente, el gobierno tiene que cumplir con la norma “vigente” de la FIFA y, por tanto, evitar interferir en los asuntos de la Federación.
“Nosotros no hemos cometido ningún delito. Ni yo ni mis compañeros (imputados). Lo demostraremos en los tribunales. Estoy deseando que España vaya al Mundial. Los que tienen que cumplir, que cumplan. La normativa vigente de la FIFA y la UEFA.
Con mi dimisión no se salva el problema. La injerencia que ha cometido el señor Lete.. Una de las injerencias es que hay que repetir elecciones cuando el Tribunal Administrativo del Deporte ha dicho que las elecciones eran correctas y ahora solicita un recurso de dimisión. No se salva dimitiendo. El problema está sobre la mesa. La UEFA y la FIFA va a actuar de la misma manera”, dijo.