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Afición abandona al Barcelona en semifinal de la Copa del Rey

BARCELONA -- El Camp Nou se vacía irremediablemente y nadie sabe explicar la causa de que ello suceda en plena era de Leo Messi. Si la media de asistentes al estadio azulgrana había caído ya esta temporada por debajo de los 65 mil, contemplar una semifinal de Copa y frente a un rival como el Valencia con apenas 50 mil personas en el graderío provocó una decepción indiscutible.

De acuerdo a los datos oficiales, acudieron al estadio 50 mil 959 aficionados. La excusa de la lluvia, del frío, de la hora… Lo de siempre. Los argumentos que se repiten desde que comenzó la temporada, pero que chocaron, sorprendieron, por el escenario del encuentro. Por su significado.

Fue a convertirse en la segunda peor entrada del curso, solamente por delante de los 48 mil 336 hinchas que se citaron en el partido de Champions ante el Sporting de Portugal y por debajo de los 51 mil 645 que asistieron al duelo de Liga ante el Eibar.

¿Qué ocurre en el Camp Nou? La pregunta, por repetida, no deja de ser recurrente y más ante la falta de respuestas oficiales procedentes de un Barcelona que mantiene un silencio sepulcral ante el asunto, como dando a entender que no es un problema por más asientos vacíos que se vean en el estadio.

El propio Valverde no entiende las razones por más que las busque.

“La verdad es que no lo sé. El horario tampoco ayuda, es invierno… No sé. Solo podemos hacerlo lo mejor posible para los que vienen”, se limitó a contestar el entrenador azulgrana.

Mientras que Marcelino, el visitante, no negó la sorpresa que le causó ver el estadio medio vacío y dio por hecho que Mestalla sí se llenará. “Quizá llovía… No sé, pero yo puedo hablar de mi afición, no de la del Barça, y sé que nos apoyará y arropará para intentar llegar a la final”, apuró el técnico de un Valencia que no debería recordar jugar ante tan pocos aficionados en el Camp Nou.

Alrededor del club crece no ya la alarma sino, de forma discreta pero clara, la exigencia de que se pongan en marcha iniciativas para recuperar la imagen de años pasados en un estadio que ofrece los peores guarismos de los últimos 10 años.