BARCELONA --El Barcelona, que se dejó la Liga hace un año en La Rosaleda, regresa a Málaga con la mirada puesta en otra victoria que le acerque a un título que se da más por supuesto en el entorno que en el vestuario azulgrana, donde la cautela de Ernesto Valverde se multiplica en una plantilla que mantiene firme el discurso de la tranquilidad.
Habiendo sumado apenas 2 puntos de los últimos 36 en juego y derrumbado en la cola de la clasificación, 8 por debajo de la salvación, al Málaga no le supuso ninguna mejora el despido de Michel en enero… Pero mantiene una figura alarmante alrededor del barcelonismo, que ni olvida aquella trágica derrota de 2017 ni, tampoco, que el equipo andaluz se ha convertido en uno de sus contendientes más antipáticos.
No se olvida, tampoco, que fue en Málaga donde el Real Madrid se proclamó campeón de Liga la pasada temporada semanas después de que el propio presidente del club andaluz, Abdullah Al Thani, llamase “escoria” a los catalanes e insinuase que su club era favorable a que el título lo conquistase el equipo de Zidane por encima del que entonces dirigía Luis Enrique.
El Barça, que solamente ha ganado 3 de los 7 últimos partidos de Liga disputados contra el Málaga, ha sumado una victoria, un empate y una derrota en sus 3 visitas postreras a una Rosaleda que se ha confirmado como una plaza complicada históricamente y en que ha ganado 9 de 16 partidos, no más, desde principios de siglo.
De hecho, los números son claros al recordar que el pasado curso el Málaga le restó cinco puntos en los dos partidos de Liga que enfrentó al Barça… Y que la Liga acabó con el conjunto azulgrana subcampeón con tres puntos de diferencia con el Madrid. Fue el equipo andaluz, a su manera, el que le apartó del trono, consumándose, casí, con el 2-0 de La Rosaleda. No fue la única jornada para olvidar…
HISTORIA
Y es que fue allí donde en diciembre de 2003 encajó una humillante goleada (5-1) que estuvo muy cerca de provocar el despido de Frank Rijkaard cuando apenas llevaba cinco meses como entrenador del equipo azulgrana, salvando el puesto por el empecinamiento del entonces presidente, Joan Laporta, en la que
fue primera crisis con su vicepresidente Sandro Rosell, quien apostaba por el despido como primer paso para el fichaje de Luiz Felipe Scolari.
Avalado por Johan Cruyff, Rijkaard permaneció en el banquillo del Barça y con el paso del tiempo no solo acabó aquella primera temporada en buena dinámica, sino que dio paso a dos títulos de Liga enlazados junto a la Champions de París en la mejor época de Ronaldinho, quedando la debacle de Málaga como una anécdota… Pero permaneciendo el conjunto blanquiazul en un plano incómodo.
El Barça de Valverde regresa ahora a La Rosaleda con un ojo puesto en el Chelsea y la intención de seguir descontando fechas por conquistar, cuanto antes mejor, el título de Liga. Volviéndose a especular con las rotaciones que pueda decidir, o no, el entrenador azulgrana en un partido de los que se debieran considerar confirmados los 3 puntos… Por más que la desesperada situación del Málaga le convierta en un enemigo imprevisible.
Atlético, Valencia y Sevilla ganaron por la mínima (0-1, 1-2 y 0-1) los últimos tres partidos disputados por el Málaga como local, lo que muestra una idea de lo trabados que se han convertido los choques ante un colista que ganó su último choque liguero el 10 de diciembre de 2017 en Anoeta y que entiende, de forma obvia, que cada semana que pasa es más indispensable sumar para soñar, mínimamente, con la salvación.