BARCELONA -- El Huesca, último club en estrenarse en Primera División, debutará este domingo en el Camp Nou... En partido de Liga y cuatro años después de haber visitado al Barça en la Copa del Rey. Entre el 8-1 que encajó aquel mes de diciembre de 2014 al que se presente en esta tercera jornada no hay apenas similitudes. De hecho, se diría que son dos clubes distintos.
Ningún futbolista que disputó aquel encuentro permanece en la plantilla del equipo aragonés... Mientras que Sergi Roberto, Rafinha, Munir y Samper, titulares en aquel encuentro, siguen en el vestuario azulgrana, como Ter Stegen, que fue suplente y será titu>lar este domingo en un Barça en el que se esperan varias novedades en el once inicial.
Llama a la puerta Lenglet como se espera el debut como titular de Arturo Vidal y pudiera entrar también Malcom en una alineación que, se considera, debe comenzar a agitar Ernesto Valverde después de haberse mantenido extremadamente fiel a su equipo de la pasada temporada en los dos primeros compromisos ligueros frente a Alavés y Valladolid.
Con una victoria en el primer encuentro y un empate en el segundo en San Mamés, el Huesca igualó el inicio del Girona del pasado curso como debutante, aunque mejorándolo por haber disputado sus dos encuentros fuera de casa. De hecho, el conjunto aragonés sucede al Atlético de Madrid enlazando las primeras tres jornadas como visitante, y antes de recibir en El Alcoraz al Rayo Vallecano el 14 de septiembre ya habrá visitado a Athletic y Barça.
Ascendido el pasado curso bajo el mando de Rubi, hoy entrenador del Espanyol, el Huesca sorprendió al ofrecerle el banquillo a Leo Franco, que se retiró como portero en el equipo, aún en Segunda División, en el verano de 2016 y que desde entonces ejerció como Director del Área Relaciones Externas y Protocolo del club, siendo ésta su primera experiencia al mando de un equipo profesional.
“Somos realistas y sabemos nuestras opciones, pero también cuáles son nuestras armas. Seguramente es uno de los tres partidos más difíciles del año”, admitió el técnico argentino antes de viajar hacia Barcelona, donde le espera un campeón que suma más puntos (6) que brillantez, después de haber ganado en Valladolid un partido que dejó irregulares sensaciones entre los aficionados.
¿LA HORA DE LOS CAMBIOS?
En puertas del primer parón liguero por el regreso al plano de las selecciones, la visita del Huesca se contempla como el momento ideal para que el Barcelona empiece a dar forma a las rotaciones tan anunciadas por el entorno y que, de momento, no ha llevado a cabo Valverde.
El entrenador apenas cambió un jugador entre Alavés y Valladolid, entrando en el once Coutinho por Semedo y cambiando la posición de Sergi Roberto, pero sin dar alternativa a ninguno de los fichajes. De hecho, Lenglet no ha jugado todavía ni un minuto liguero, Arthur disputó 13 minutos en el estreno, Malcom los últimos seis en Zorrilla y Arturo Vidal suma 20 entre los dos encuentros, amén de Munir, quien participó en el tiempo añadido del partido en Valladolid.
No sería descabellado pensar que Valverde agite, por fin, su equipo en un partido más respetado en el interior del vestuario que en el entorno del Camp Nou, donde se da por supuesta la victoria, a la espera, después de ese parón, de la primera ‘semana grande’ con la visita a la Real Sociedad y posterior debut en Champions frente al PSV en el Camp Nou.