BARCELONA -- Hay un chiste entre los residentes de Castelldefels, un pueblo ubicado en las montañas de Cataluña pero con vistas privilegiadas al Mediterráneo, que dice que la casa de Philippe Coutinho trae mala suerte.
Meses antes de ser vendido al Chelsea, la había comprado Cesc Fábregas. Thomas Vermaelen estuvo más lesionado que activo cuando vivió en la casa. Y André Gomes, mediocampista portugués transferido del Valencia al Barcelona por casi 40 millones de euros, nunca pudo adaptarse al club blaugrana.
Coutinho era el hombre de los160 millones de euros destinado a levantar la maldición. Luis Suárez, su ex compañero de equipo en Liverpool, y Lionel Messi, viven en Castelldefels a 20 kilómetros de Barcelona y ayudaron a Coutinho a encontrar la casa.
Sin embargo, han pasado 15 meses desde que Coutinho se convirtió en el fichaje más caro en la historia del Barça, y parece que puede haber algo en esta aparente "maldición". El brasileño, contratado para reemplazar a Neymar en el corto plazo y a Andrés Iniesta en el largo plazo, ha sido incapaz de cumplir con las expectativas que trae su precio. Hubo un comienzo alentador, con 10 goles en 22 partidos la temporada pasada, pero las cosas se han deteriorado gradualmente en la campaña actual. Hasta el momento, solo tiene nueve goles en más de 40 apariciones y fuentes le han dicho a ESPN FC que el Barça estaría dispuesto a venderlo si recibiera una oferta de más de 100 millones de euros este verano.
"Parece mentira que teniendo 300 días de sol en Barcelona no acabe de arrancar, cuando en Liverpool, con 300 de lluvia, acertaba en la mayoría de sus decisiones", dijo a ESPN FC una fuente que conoce bien al jugador.
¿Por qué Coutinho no acaba de cuajar en el Camp Nou?
Una superestrella sin una posición
Cuando llegó Coutinho al Barça en enero de 2018, la interrogante fue una de dónde ponerlo a jugar. Debido a su gran versatilidad -jugó en el mediocampo por tres temporadas en el Liverpool, prefiriendo el sector izquierdo, mientras que con la selección brasileña se para más al medio o a la derecha, para acomodar a Neymar- el técnico Ernesto Valverde colocó a Coutinho en distintas posiciones la pasada campaña. En ésta, con Iniesta jugando en Japón, lo puso permanentemente en el mediocampo, o al menos ese era el plan.
Tras un puñado de partidos y una derrota sorpresiva ante el Leganés en septiembre, el técnico decidió que un mediocampo con Coutinho era un lujo teniendo en cuanto que están Messi, Suárez y Ousmane Dembelé adelante. Uno de los cuatro tenía que salir, y Dembelé, de manera temporera, perdió su lugar en el cuadro titular.
Entonces Coutinho se trasladó a la banda izquierda y Barcelona mejoró al son de nueve partidos al hilo sin perder, incluyendo triunfos sobre Tottenham y Real Madrid. Y Coutinho marcó el gol inicial en ambos partidos. Luego se lesionó en un partido de la Champions League ante el Inter en noviembre y desde entonces, fue de ser uno de los jugadores más contundentes del club a no ser el mismo.
Dembelé demostró ser esencial para el equipo. Entre la lesión de Coutinho y la Navidad, anotó cuatro goles y armó tres más en siete apariciones. El ritmo y la imprevisibilidad de Dembélé se convirtieron en una de las armas más importantes del Barça. El ascenso del delantero francés, junto con la lesión prematura de Coutinho, hizo que el ex jugador del Liverpool perdiera su lugar en el sector izquierdo. Regresó como titular ante el Villarreal a principios de diciembre cuando Suárez se lesionó, pero fue suplente la semana siguiente y permaneció en el banco durante cuatro partidos consecutivos de liga.
"Es normal lo que le sucede", afirmó Robert Fernández, el ex director deportivo del Barcelona."Es uno de los mejores futbolistas del mundo, pero le pasa una cosa. Una cosa que nos sucedería a todos; si no juegas con regularidad, te acabas hundiendo".
Para Fernández el debate está abierto en la posición. "Lo ponen de atacante, pero él juega en el centro del campo sin problema. Juega y hace jugar, pero para mantener el 4-3-3, él debe desbordar por fuera. Y claro, él sufre y poco a poco debe haber perdido la confianza y sin eso no eres nadie sobre el césped, te llames como te llames".
La confianza es la clave. Cuando Coutinho llegó por primera vez a España, no lo pensaba dos veces para recortar desde la izquierda y rematar con comba hacia la esquina superior. Después de todo, habitualmente produjo grandes goles para el Liverpool en grandes momentos, especialmente uno de la victoria ante el Manchester City durante la carrera por el título de la Premier League 2013-14 y uno con clase contra el Manchester United en la Europa League en 2016. Ahora, sin embargo, se puede observar el titubeo.
"Creo que el error que se comete a menudo es que tratan a los jugadores como herramientas de rendimiento en lugar de personas", dijo a ESPN FC Michael Caulfield, un psicólogo deportivo que trabaja con jugadores de la Premier League en la consultora Sporting Edge. "Ellos viven, respiran, son seres humanos emocionales. No son un robot como Alexa. A pesar de las enormes recompensas que se ofrecen, todavía no he conocido a seres humanos que no hayan sufrido, en algún momento de su vida, un elemento de duda. Un precio considerable puede agregar a [esas dudas].
"El ángel guardián del rendimiento es la confianza. Si te falta eso, no importa lo bueno que seas, lo fuerte que estés o lo bien pagado que estés, el ángel de la guarda que te cuida es la confianza. Y eso se sumerge. Viene y se va con la mayoría de la gente. Puedes eliminar los valores atípicos, Messi y [Cristiano] Ronaldo, pero para la mayoría de la gente, la confianza es un factor muy importante y cuando no estás en forma, no estás jugando o está fuera de posición, tu confianza se ve afectada. Y eso es lo que te cuida, tu ángel guardián del rendimiento".
La confianza de Coutinho probablemente se ha visto afectada de varias maneras: la transferencia récord, las varias posiciones que ha desempeñado sobre la cancha, las lesiones, estar en el banco y, finalmente, perder su condición y las preguntas sobre su rol en el club. Tampoco ayudó un comentario hecho por el asistente de Valverde, Jon Aspiazu, en enero. El entrenador dijo en una entrevista televisiva antes de un partido que Dembelé lo había superado en el orden de jerarquía.
"Pienso que esas declaraciones no le vinieron bien a Coutinho, que antes de lesionarse ante el Inter de Milán en Champions League, estaba jugando muy bien", recordó Fernández. Y es cierto. Coutinho y Suárez fueron los encargados de liderar el juego del equipo cuando Messi se lastimó el radio del brazo derecho ante el Sevilla, en partido de Liga. El carioca jugó e hizo jugar al resto, pero poco a poco desapareció.
Valverde le da oportunidades para que vaya tomando confianza
"Hay veces que acaba más contento que otras, pero el entrenador cree mucho en él", indicó una fuente cercana al club a ESPN FC. "En los entrenamientos siempre deja detalles de mucha calidad y sus compañeros creen abiertamente en él".
El tridente con Messi y Suárez --los tres solían compartir traslados a los partidos juntos cuando Coutinho firmó-- no ha florecido del todo comparado con la relación que disfrutaron Messi, Suárez y Neymar. Pero Coutinho ha encontrado consuelo con otros en el club. Es muy cercano con los otros brasileños del Barcelona y también del portugués Nelson Semedo.
"Los compañeros siempre están por él. Malcom y Arthur [Melo] no lo dejan solo nunca y Semedo también se une bastante a esa pandilla", confió la fuente. "Acostumbran a visitar el restaurante que Rafinha tiene en el puerto de Barcelona. Allí evocan su añorado Brasil".
Pero a pesar del apoyo, el aliento y las oportunidades que está obteniendo, el rendimiento de Coutinho no está mejorando. Marcó solo una vez en sus últimos 10 partido y no ha asistido un solo gol en ese tiempo. En la victoria del sábado en el derby catalán ante el Espanyol, fue nuevamente sustituido en la segunda mitad. No ha completado 90 minutos para su club desde finales de enero.
¿Hay salida de este mal momento?
"Su póliza de seguro está siendo comprometida con la capacitación y la preparación", agregó Caulfield. "Si sigues así, eso te ayudará a superar ese período horrible. Pero si comprometes la preparación, el entrenamiento, el esfuerzo y el compromiso, esto erosionará aún más tu confianza, porque cuando tienes la oportunidad, entonces no estás listo para jugar. Mi consejo es hacer más de lo básico, no menos. Todo el mundo busca una solución secreta. No hay uno Haz lo básico incluso mejor que antes y tienes una oportunidad ".
La preocupación por Coutinho es que incluso lo básico no sería lo suficiente como para salvar lo que describió el crack como una transferencia de ensueño en enero pasado. Le encantaría quedarse, pero el Barça, como reveló ESPN FC, está despertando el interés y no es ningún secreto que el club probablemente tendrá que vender al menos una gran fuente de ingresos este verano. La llegada de Frenkie de Jong proveniente del Ajax por 75 millones de euros en el verano y la mayor factura salarial del juego significa que el Barça, que no cuenta con un benefactor multimillonario como el City o PSG, tendrá que vender este verano si quiere ejecutar algunos de sus otros planes en el mercado de transferencias. Siguen interesados en el defensa del Ajax Matthijs de Ligt y el delantero Antoine Griezmann, a pesar de su "decisión" de alto nivel el año pasado de permanecer en el Atlético de Madrid.
Dembelé está lesionado, pero debería regresar a tiempo para los cuartos de final de la Champions League contra el Manchester United este mes incluso si no está en forma, como fue evidente ante el Real Betis cuando Arturo Vidal fue seleccionado antes que él. Coutinho no tiene garantía de ser titular en los partidos más importantes donde el Barça busca el triplete en la fase final de la temporada. La firma récord del club, el tercer jugador más caro del mundo, no debe reducirse a un rol tan menor.
"Decir sí al Barça fue muy sencillo", dijo Coutinho poco después de firmar con el club. Parece que jugar y hacerlo bien es algo mucho más complicado.