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Diego Simeone cuestiona arbitraje ante el Barcelona

Costa fue expulsado al minuto 28, aparentemente, por insultar al árbitro. EFE

Diego Simeone lamenta la 'doble vara' utilizada por el arbitraje español para medir. Diego Costa vio la roja al minuto 28 del encuentro en que el Atlético de Madrid cayó por 2-0 ante Barcelona, por insultar al árbitro Gil Manzano.

O, al menos, lo que el silbante interpretó como un insulto, pues inmediatamente surgió el debate. Diego Costa bien pudo lanzar una vulgaridad al aire, y en la diferencia de una sílaba, 'me' o 'te', al Atlético se le fue la Liga.

De tratarse de un insulto, Diego Simeone dio la razón al árbitro.

Lo que ha considerado injusto es la diferencia en el criterio.

“El árbitro dice que dijo algo (la p… madre que te parió). Costa dice que no dijo eso.

"Si lo dijo, me parece muy bien, está bien expulsado”, dijo Simeone, quien sin embargo, lamentó que no siempre es el caso.

“Con otros árbitros, muchos futbolistas dicen un montón de cosas y no los expulsan. Hay que mediar un poquito en el equilibrio emocional, más allá de si dijo algo tan grave como para ser expulsado en un partido tan importante como éste”, dijo Simeone.

“No hablé con él (árbitro), pero entre ‘me’ y ‘te’, hay una diferencia. El árbitro interpretó un insulto y si fue así, bien expulsado. Lo que pasa es que no siempre es igual, a veces escuchan cosas y las dejan pasar”, insistió el Cholo en rueda de prensa tras el encuentro.

Ya son siete los jugadores del Atlético de Madrid que han visto la roja en once partidos en el Camp Nou. La de este sábado ha sido, quizás, la más dolorosa pues cambió por completo el plan del Atlético de Madrid para acabar con la racha negativa de 16 años sin ganar en feudo azulgrana y con ello seguir vivo en la Liga.

Simeone aseguró que en cuanto vio la roja en el aire pensó que “había que solucionarlo”.

Y durante un buen rato, su solución mantuvo a flote al equipo. Una solución, además, arriesgada, pues sacó a un defensa para enviar refuerzos en ataque y acabó jugando con dos mediocampistas de laterales. El Atlético, aún con diez hombres, pudo mantener el 0-0 y rascar al menos un punto – que no serviría gran cosa, pero tampoco lo dejaría definitivamente fuera de la competencia– incluso podía llevarse el partido si Morata y Griezmann hubiesen estado un poco más atinados.

Oblak lo paró casi todo – contabilizó ocho atajadas – mientras Giménez y Godín volvieron a ser ese muro infranqueable que tanta fama le ha dado al Atlético de Madrid. Pero se quedaron a cinco minutos de cerrar una actuación heroica. Simple y sencillamente, porque la pegada de los grandes talentos del Barcelona, Luis Suárez y Messi, resultó demasiado.

De ahí que Simeone considerara que la expulsión, si bien le obligó a cambiar el plan y jugar al límite, no decidió el encuentro.

“Yo nunca dije (que la expulsión le costara el partido)… Barcelona juega muy bien. El trabajo de Valverde es tremendo. Lograr que compitan y ganen y vuelvan a ganar, en el 80, en el 94”, dijo Simeone, quien preguntado por qué, entonces, había emitido quejas en torno al arbitraje, respondió: “No son quejas. Son realidades”.