MÚNICH (Enviado especial) – Las calles del casco antiguo de Múnich parecen no haberse enterado de que faltan pocas horas para la primera semifinal de la Eurocopa 2024 entre España y Francia. La gente hace compras y/o aprovecha para almorzar en el pintoresco Viktualienmarkt, visita las tiendas de las peatonales Kaufingerstrasse y Neuhauserstrasse, y la gran mayoría disfruta de las 43 campanas del Glockenspiel del Nuevo Ayuntamiento, que suenan tres veces por día en esta época del año.
Hasta que de repente, la música del Rathaus tiene competencia. “Macarena” de Los del Río, “El meneaíto” de Gaby (con baile incluido) y “Bamboleo” de Gipsy Kings se roban la atención. Sobre todo, porque los que proponen el soundtrack en un parlante llevado en un carrito son “Los Toreros de Cantabria”, un grupo de amigos que acompañan a la Selección española a todos lados.
En furgoneta desde el norte de España
“Estamos contentos, venimos a pasar el día con la afición y nos mezclamos con ellos. Nos llevamos muy bien”, le contó José, su integrante más joven, a ESPN.com. Los casi 30 grados del mediodía no tienen piedad con los simpatizantes que visten sus tradicionales taleguillas, chaquetas y chalecos. Después de un rato al sol, donde son buscados permanentemente para fotos, videos o entrevistas con diversos medios y acceden con la mejor predisposición, encaran para la amigable sombra.
Para los precursores, el debut se dio justamente frente a Francia, en el duelo por los cuartos de final de la Euro 2000. ¿Qué pasó en Brujas? Les Bleus se impusieron por 2-1 gracias a los goles de Zinedine Zidane y Youri Djorkaeff. Gaizka Mendieta empató transitoriamente y Raúl González desperdició un penal. Por eso, estas semifinales tienen sabor a revancha.
Viajaron en una furgoneta de nueve plazas desde el Norte de España con la ilusión de festejar un nuevo título. Al centro de Múnich llegaron 10, pero suelen ser 12. Los habitantes y los turistas de la ciudad no quieren perderse la oportunidad de interactuar con ellos. Y para los españoles, es una gran manera de sentirse como en casa.
Entre los destinos visitados figuran Sudáfrica, donde gritaron campeón en el Mundial 2010 con el gol de Andrés Iniesta a Países Bajos en la final, Ucrania, Macedonia y Rusia, entre tantísimos otros. “Llegamos el primer día y no nos vamos a ir hasta el final”, dicen con confianza.
Más allá del resultado final, cumplen con el objetivo de divertir a la gente. Claro, antes que nada la pasan bien entre ellos. Es la clave del éxito. Y olé.