SAINT MARTÍN DE RÉ -- Zlatan Ibrahimovic ya puede concretar su futuro. Probablemente en Manchester y con José Mourinho para cerrar su último gran contrato... Que firmará tras despedirse de la selección en silencio.
El sueco llegó a Francia formando parte de los elegidos para la gloria. Iniesta, Müller, Cristiano Ronaldo, Rooney, Lewandowski... Y Zlatan. Pero mientras en mayor o menor medida todos fueron respondiendo para alcanzar los octavos de final, Ibra completó una primera fase desoladora y se marchó, eliminado y fracasado.
Único futbolista que ha superado los 50 goles con la selección sueca (anotó 62 en 116 encuentros), Ibrahimovic lideraba las expectativas en un grupo donde debía jugarse, en buena lógica, la segunda plaza con Bélgica... Y ue acabó en último puesto con un mísero empate después de caer frente a Italia, igualar con Irlanda y ser despedido de mala manera por los Diablos Rojos.
La estadística personal del delantero, aún oficialmente, del PSG se resume en cero goles y tres remates a puerta en 257 minutos para el olvido.
Considerado una leyenda, su impacto mediático ha acabado superando a su trascendencia deportiva, ya sea a nivel de clubs o con la selección. Malmö, Ajax, Inter, Barcelona, Milan y PSG han disfrutado y sufrido a partes iguales su irascible carácter durante una carrera en la que no ha logrado el sueño de la Champions.
Autodenominado rey, juguetón con los medios de comunicación y convencido de su propia grandeza, Zlatan Ibrahimovic abandonó Francia por la puerta trasera y dando la razón a quienes mantuvieron que su fachada, su figura y su autopublicidad siempre fueron muy por delante de su excelencia futbolística.
La Eurocopa ni le echará de menos.