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Manchester United encontró la victoria sobre el final en un duro partido ante Wolves en el comienzo de la Premier League

En un partido que se presentó muy duro y parejo, Manchester United logró una victoria muy trabajada sobre Wolverhampton Wanderers en la primera jornada de la Premier League en Old Trafford.

Al equipo de Erik ten Hag le costó mucho romper el buen planteo defensivo del conjunto dirigido por Gary O'neil y recién lo hizo a los 30 minutos del segundo tiempo, gracias a un gol de cabeza de Raphael Varane.

Man United salió a jugar con todo su potencial ofensivo: Mason Mount, Bruno Fernándes, Antony, Marcus Rashford y Alejandro Garnacho, pero tuvo muchos problemas para inquietar con regularidad al arquero rival José Sá.

Con los centrales Craig Dawson y Max Kilma y el mediocampista Joao Gómes como piezas fundamentales, el visitante plantó una sólida estructura defensiva en Manchester. Además, con el veloz Matheus inquietó en varias oportunidades con contragolpes. De hecho, algunas de las opciones más claras fueron de Wolves.

El local nunca estuvo cómodo en el partido. Le costó encontrar espacios y solo con algunos intentos individuales pudo llegar al arco de Sá.

El gol del triunfo llegó gracias a un buen centro de Aaron Wan-Bissaka y a un certero cabezazo de Varane. Llegó justo cuando parecía que el 0-0 era inamovible.

Sobre el final, hubo una jugada muy discutida por los jugadores de Wolves. El arquero André Onana despejó con los puños y en el movimiento embistió a Sasa Kalajdzic. El VAR no cobró el penal.

Fue un comienzo complicado para Manchester United, que después de una década quiere volver a ganar el título inglés y arrancar con triunfo siempre es importante.