El campeón italiano hizo la hombrada de desbancar al Atlético de Madrid de Diego Simeone en la Champions League. Los bianconeri necesitaban tres goles para darle la vuelta a la eliminatoria y en el minuto 85 Cristiano Ronaldo consumaba el milagro desde los 12 pasos firmando además su hat-trick.
La Juventus entró en el bombo de cuartos de final esta mañana y enfrentará al Ajax en la siguiente eliminatoria, teniendo que cruzarse al ganador del duelo entre el City y el Tottenham si pasan a semifinales.
Con la liga virtualmente asegurada (18 puntos separan a los juventinos de su inmediato perseguidor, el Nápoles) y eliminados ya de la Copa de Italia, el conjunto turinés ahora se planta ante un reto sumamente complicado: mantener la tensión competitiva sin tener que emplearse al cien por cien cada fin de semana.
Lo que desde afuera podría considerarse como una bendición -no tener que preocuparse tanto por los resultados del torneo nacional y poder enfocarse en los de la Champions League- se ha demostrado año tras año que bien puede ser una trampa.
El Bayern de Munich lleva desde 2013 sin ganar la copa más preciada en el viejo continente. Sin embargo, en ese período de tiempo, el equipo bávaro ha ganado todas las Bundesligas que ha disputado y algunas con un amplio margen de puntos con respecto a sus competidores.
Por eso siempre se ha apuntado a esa falta de competitividad cada fin de semana en el tramo decisivo de los campeonatos locales para excusar que luego el equipo no progresara en el momento de la verdad en la Champions League.
La misma situación se podría decir que le ha ocurrido al PSG en las dos últimas temporadas, donde su firme paso en la Ligue 1 no se ha visto refrendado en Europa, pues ha caído dos años seguidos en octavos de final.
La Juventus vive la misma situación en estos momentos, por lo que bien haría Massimiliano Allegri en asegurarse que en los próximos dos meses tiene a todos sus efectivos en el mejor estado de forma y listos para morder cada vez que salten al campo.
De momento este domingo se enfrentarán al Genoa y se esperan varias rotaciones en el equipo tras la gran actuación de la Juve el martes pasado -pero sin volverse locos-. Quien seguro descansará será Cristiano Ronaldo, quien también lo hizo el fin de semana anterior contra el Udinese, y a quien Allegri quiere cuidar al máximo.
Ronaldo es como un fórmula 1 y la necesidad de tenerlo fino físicamente es imperante dentro del club. Todas las posibilidades de conseguir hacer una temporada histórica -podrían ganar la Serie A imbatidos y llevarse la Champions League- pasan porque CR7 pueda rendir al más alto nivel, por lo que el staff bianconeri se desvivirá en las próximas semanas para asegurarse que el portugués mantiene el gran nivel que está mostrando hasta ahora.
Ahí estará la clave para un equipo que tiene entre ceja y ceja hacer algo muy grande este año.