MÉXICO -- Todavía ni siquiera está cerca de Primera División y el equipo del Politécnico ya tiene dos goles en contra. Esta escuadra que fue planeada para, en un futuro, protagonizar un Clásico estudiantil contra la UNAM en la máxima categoría del futbol profesional, fue desconocida hace unos días por la institución a la que dice representar. Está apenas en Segunda División y su camino hacia arriba se ve cada vez más complicado.
Raúl Vargas tiene una consultoría que ayuda a las empresas a tener sistemas más eficientes. De hecho, escribió un libro que se titula “Cómo ganar más, sin tomar en cuenta al cliente”, en el que explica un modelo de desarrollo llamado Administración Atómica. La mejor explicación puede leerse de sus palabras: “Todo en la naturaleza funciona como un átomo. Desde la parte más pequeña, hasta cualquier sistema organizacional y eso es a lo que nosotros nos dedicamos. Lo han probado muchas de las grandes empresas del mundo y lo siguen recomendando”. Hace tres años compró una franquicia y la nombró FC Politécnico. Tiene el proyecto de llevarla a Primera División en 2020 y cree que idea empresarial es aplicable al futbol: “Es un modelo matemático que nos puede dar un nuevo funcionamiento en el campo. Es igual basado en la estructura de un átomo. También lo hemos llamado Futbol atómico. Ese nos va a llevar a la máxima categoría”.
Hay gente que no está de acuerdo. Hace año y medio que José Cartas tomó la dirección deportiva del Politécnico y dice que, una semana después de tomar posesión, recibió la visita de Vargas y la directiva del club: “Los escuché en mi oficina, me vendieron su proyecto del futbol atómico, pero, con todo respeto, los corrí de mi oficina. Les dije que a nuestra institución educativa no le interesaba un equipo de futbol y que no estaban autorizados para usar los símbolos guinda y blanco en la cancha. Ellos me dijeron que tenían derecho de hacer negocio y yo les contesté que sí, pero que no a expensas de la imagen de nuestra institución”.
Sin embargo, el FC Politécnico decidió continuar con la utilización del Burro Blanco (Mascota prototípica Politécnica) y los colores de su uniforme siguen con la combinación guinda y blanca. Los dueños dicen que han tomado en cuenta la opinión de la comunidad escolar (que cuenta con 200 mil estudiantes activos y millones de egresados) para darle la identidad a su equipo. En su página de internet ya se venden abonos y hay videos donde se entona el Huelum, la porra de la institución.
Ante la insistencia de los empresarios, el pasado 8 de agosto, el Instituto Politécnico Nacional envió a Decio de María, presidente de la Federación Mexicana de Futbol, un documento firmado por su Abogado General, que decía: “el FC Politécnico no pertenece ni es auspiciado, bajo ningún concepto, por esta casa de estudios”. Tras su escritorio en una oficina en Zacatenco, Cartas insiste en que “estos hombres han insistido en mantenerse en la ilegalidad, a pesar de que les hemos dicho que el Politécnico no está interesado en tener un equipo de futbol. Después de la postura oficial, el Instituto planea acciones cada vez más fuertes para dejarles en claro eso”.
Las noticias no son fáciles para el equipo que pretendía, después de 80 años de historia del Politécnico, poner a esta gran casa de estudios de México en la Primera División. El partido todavía no empieza y ya está casi perdido en la mesa.