MÉXICO -- Dos días después del sismo de 7.1 grados que afectó al centro de México, en las instalaciones de La Noria, donde cada día entrena el Cruz Azul, continúan las labores de revisión de daños para descartar problemas mayores.
El primer equipo del conjunto celeste volvió a los entrenamientos este jueves, y mientras estaban en la práctica, personal especializado en la materia realizó una evaluación estructural de la zona, con el fin de cerciorar que no hubiera daños mayores que afectaran las instalaciones.
Un grupo de siete personas era el encargado de revisar cada una de las paredes de la zona luego del sismo ocurrido y que causó algunos daños en la entrada principal, sin que impliquen algún peligro para los jugadores.
Si este jueves volvieron las labores habituales en la Noria, el miércoles se suspendieron justamente por la misma situación, mientras se hacía una primera evaluación de las instalaciones. Una vez que se descartaron problemas mayores, se decidió regresar a la actividad normal, aunque las zonas más dañadas fueron cubiertas con lonas, al interior del club.