Messi juega y hace jugar. Contagia. Con efecto inmediato su presencia provoca que los malos no lo parezcan tanto y los buenos fortalezcan sus virtudes.
Leo llegó a Miami con un par de certezas: la primera, que el equipo estaba hundido, en depresión por una racha de más de 10 partidos sin ganar en la MLS, situación que lo tiene en el fondo de la tabla de su conferencia.
La segunda, que en cuanto aterrizara iba a disputar un nuevo torneo, la Leagues Cup, en donde tendría la posibilidad de conocer a sus nuevos compañeros y tomar un respiro ante la crisis en la Liga.
Contaba con Sergio Busquets, que no es poca cosa, para tratar de cambiarle la cara a un grupo de futbolistas que nunca había visto en su vida y la misión tenía carácter de ‘urgente’.
Messi puso manos a la obra y desde su primer partido ante Cruz Azul, el cual vivió casi 60 minutos en la banca, identificó que un finlandés por el extremo izquierdo, autor del primer gol, tenía potencial para sacarle jugo en el ataque.
Además de la ya conocida sociedad con Busquet, de inmediato sumó a otros dos integrantes: Robert Taylor —el finlandés— y Josef Martínez, este segundo parecía que lo conocía de toda la vida.
Ingresaron juntos al campo y de inmediato le dieron una nueva dinámica al equipo. El venezolano se sabe mover para explotar los pases del ‘10’ y también es capaz de cambiar roles y asistirlo con alta eficiencia.
Van apenas cuatro encuentros de Leo con el Inter Miami y la metamorfosis que ha sufrido el club resulta sorprendente, pues si bien es cierto que el argentino ha sido el artífice principal de las victorias, no lo ha hecho solo, tuvo el respaldo de esos mismos futbolistas hundidos que no daban una en la Liga.
“No está haciendo ni más ni menos que lo que vimos hace siete meses en la Copa del Mundo. Y menciono el Mundial porque ese fue el reflejo del liderazgo que está teniendo ahora, que es totalmente diferente al de los primeros años (de su carrera) cuando era exclusivamente futbolístico.
“Hoy tiene una incidencia en el campo como siempre, pero además en los entrenamientos, en las conversaciones con los chicos, en explicar alguna idea que se quiere implementar”, resumió Gerardo Martino acerca del peso de Leo en el grupo.
Miami y Messi están a las puertas de una semifinal, la primera en la historia del ‘conjunto rosa’, y por increíble que parezca, los ojos del mundo están puestos en Estados Unidos gracias a las nuevas andanzas del mejor futbolista y sus nuevos cómplices, esos mismos que hace cuatro partidos parecían un desastre y hoy ya no lo son tanto.
Es el ‘efecto Messi’. La metamorfosis escrita y gestada por él.
“Efectivamente está agitando el futbol americano (de Estados Unidos). Lo que hace un jugador de esa categoría es hacer girar la cabeza de todos los amantes del futbol hacia el lugar en el que está. Y si además mete más de un gol por partido y da auténticas exhibiciones, nos deja a todos con la boca abierta”, reseñó Jorge Valdano.
Así, tal cual.