Zlatan profetizó que el día que dejara la MLS, nadie más volvería a ver la liga estadounidense. Una exageración, como la mayoría de las cosas que salían de la boca de este espigado ‘narciso’ sueco siempre que se refería a sí mismo, pero de que lo van a extrañar lo van a extrañar.
Un provocador con los argumentos suficientes para respaldar sus jactanciosas declaraciones con goles.
Y esto pasó mucho, porque el tema favorito de conversación de Zlatan es Ibrahimovic, siempre. ¿Una pose? ¿Una estrategia? ¿Un abuso del amor propio? ¿El grado superlativo de vanidad? ¿Una inteligente forma de tener la atención de todos?
No es nada de eso y todo, pero nadie puede negar que casi siempre tenía razón. Decía ser el mejor, inigualable, un dios del futbol y lo cumplía, salía al campo y anotaba goles inverosímiles, intimidaba a los rivales y era adorado por propios y extraños.
Duró poco, pero lo suficiente para decir que ha sido uno de los más grandes de la historia del Galaxy. Uno de los dos de mayor impacto.
Uno de dos porque no fue como David Beckham que ganó títulos y corazones, (perdona Zlatan es la verdad) pero ‘Ibra’ fue como un Alka-Seltzer en la MLS, cayó, la efervescencia fue inmediata y la pastilla se convirtió en volcán.
Una píldora con un ‘veneno’ rapidísimo que se metió en las venas de la MLS y lo ‘infectó’ de inmediato, desde el primero al último juego, nunca pasó desapercibido, así fue Zlatan.
Hay que mencionar a Landon Donovan, otro símbolo del equipo, un histórico, un emblema, pero no una bomba como ‘Ibra’, lo del sueco fue otra cosa, fue furor y furia sin respiro.
Los 52 goles y decenas de declaraciones ayudaron a que se creara una gran rivalidad con el naciente LAFC. El contraste de su autoconfianza con la mesura de Carlos Vela, el primer gol en su debut en el Galaxy contra el LAFC fue el augurio que bautizó con pasión el ‘Clásico del Tráfico’.
¿Quién mas llegó a la MLS y de ahí a programas como el show de Jimmy Kimmel o James Corden? Esos que ve todo el país. Sólo Zlatan.
Eso sí lo va a extrañar el Galaxy, la MLS, incluso el LAFC, Los Angeles y todos los aficionados (y muchos que no lo son) ahora que ese número 9 ya no esté en el roster de los galácticos. La liga seguirá, no dejará de ser vista, pero sólo un Cristiano Ronaldo, un Messi o un Neymar podrían volver a provocar algo similar.