BUENOS AIRES -- Juan Antonio Pizzi Torroja (Santa Fe, Argentina, 7 de junio de 1968) asume como seleccionador de La Roja después de 8 experiencias como DT. Dirigió en Chile (Santiago Morning y Universidad Católica), Perú (Universidad San Martín de Porres), Argentina (Colón de Santa Fe, Rosario Central y San Lorenzo), España (Valencia) y México (León). ¿Quién es. Cómo piensa?. ¿Cómo juegan sus equipos?. ¿Cómo interactúa con sus jugadores?. ¿Cómo le fue después de su último paso por Chile?. ¿Y cómo va a jugar el Campeón de América bajo sus órdenes?. Preguntas que buscan respuesta, e intentaremos responder en esta columna especial de ESPN.
Familia y amigos le dicen ‘Juanchi’, aunque en España le llaman ‘Lagarto’ o ‘Macanudo’. Apodos al margen, referir a Juan Antonio Pizzi es hacer alusión a un hombre con innata capacidad de supervivencia y amor propio. Virtud que le llevó a superar la pérdida de un riñón a los 18 años cuando comenzaba su carrera como jugador, y otras numerosas frustraciones después de emprenderla. Saber sufrir y adecuarse a pesar de los contratiempos también le permitió, tras abandonar la práctica activa del fútbol, salir indemne y emerger más fuerte de nuevos desencantos en sus primeras decisiones como exfutbolista y en sus inicios como entrenador.
Como jugador ganó 6 títulos con el FC Barcelona entre 1996 y 1998. Como entrenador, otros 2, en equipos a los que les históricamente les ha costado un mundo ganar un campeonato importante. Universidad Católica (Primera División de Chile 2010) y San Lorenzo de Almagro (Torneo Inicial 2013). En Chile llevó al éxito a la Católica. No le responsabilizan tanto a él de la final perdida en el Apertura 2011 contra la Universidad de Chile (UC se impuso 2-0 en la ida y cayó 4-1 en la vuelta), sino al preparador físico Jorge Fleitas, quien en el viaje en bus a jugar el match decisivo tuvo la infeliz idea de repartir artículos de cotillón entre los jugadores para que festejasen un título que erróneamente dieron por logrado. Como se suele decir, nunca hay que contar la piel del oso antes de cazarlo. Católica se ganó el mote de equipo ‘loser’ por perder esa recordada final, y Pizzi regresó a Argentina para superar el trance.
‘Juanchi’ fue rechazado en las inferiores de River Plate. Luego fue aceptado en las de Rosario Central. Construyó una carrera profesional de 16 años, en los que llegó a jugar el Mundial de Francia 1998 para la selección española con la que disputó 22 partidos y marcó 8 goles. A los 34 años, después de colgar las botas, y tras darse cuenta de que montar un negocio o representar jugadores no eran lo suyo, priorizó sus estudios para ser entrenador en un curso en el que coincidió con sus grandes amigos Luis Enrique y Pep Guardiola, entrenadores actual y anterior del FC Barcelona, respectivamente. En Colón de Santa Fe vivió un sinsabor junto a su excompañero en el Tenerife, el internacional peruano José Guillermo ‘Chemo’ Del Solar, al comprobar que ambos habían sido vilmente utilizados por la dirigencia para enmascarar una crisis durante 20 días.
De ahí se marchó a Perú, y luego ancló en Chile, haciéndose notar con un gran trabajo en el modesto Santiago Morning, al que guió a las semifinales del Clausura 2009 ante la Universidad Católica. San Carlos de Apoquindo le brindó el trampolín a su carrera y la consideración mediática. “Soy respetuoso de los jugadores, pero marco la distancia entre entrenador y plantel. Es mi estilo, mi carácter, y no lo puedo cambiar. Sucede como en una familia. Los padres son los padres, los hijos son los hijos, y ni unos ni otros deben dejar de serlo jamás”, dijo entonces.
El nuevo seleccionador chileno reconoce que la manera de dirigir del holandés Louis van Gaal en el FC Barcelona le marcó. Se felicita por haber tenido a Jorge Valdano como técnico en el Tenerife y al legendario Ángel Tulio Zof en Rosario Central, y asegura que ser dirigido por Ramón ‘Pelado’ Díaz, actual seleccionador de Paraguay, no le aportó absolutamente nada. Pizzi ha bebido de fuentes diversas y se nutrió lo suficiente para no sentirse esclavo de una táctica. Puede partir de un 4-2-3-1 o un 4-4-2, pero es flexible y no se ata a un guión preestablecido.
Pizzi, quien no dudó un minuto cuando la ANFP le presentó su oferta para que se hiciera cargo del seleccionado campeón de América, estará secundado en La Roja por Manuel Suárez, ayudante y único profesional chileno en un staff técnico integrado además por Alejandro Chirino, Rolando Carlén y Claudio Ferrer. Suárez ha sido el encargado de trazar las primeras directrices sobre la nueva etapa de la selección chilena. “Los equipos nuestros tratan bien el balón y les gusta ir al área rival, aunque son equilibrados. Vamos a intentar que Chile siga siendo lo que ha sido hasta hoy con Bielsa y Sampaoli. Sabemos que los futbolistas tienen esas ganas de ser protagonistas e intensos”, explicó en una entrevista concedida a Radio Cooperativa. “Hay que hablar con todos los jugadores que sean convocables y por eso nos vamos a juntar con todos. La base está, pero pueden aparecer nuevos”, agregó. Intensidad, ritmo y coraje.
De Pizzi cabe esperar este combo, y existen imágenes históricas que corroboran su virtud de no bajar los brazos jamás, ni aún cuando parece vencido. En los cuartos de final del Clausura 2009, por ejemplo, hay una. A 5 minutos del final del partido vs Audax Italiano, Santiago Morning necesitaba sólo un gol para pasar a semifinales, pero no conseguía perforar al rival. Pizzi entonces asombró a todos. Mandó a la cancha a Víctor Loyola, arquero suplente, con la misión de que jugara ¡¡como delantero!! La loca idea dio su fruto. Loyola cabeceó a la red en el último minuto para batir al arquero internacional Johnny Herrera y Santiago Morning consiguió una clasificación inolvidable.
Después de irse de Chile, Pizzi, quien ha acordado un salario de 1,5 millón de dólares anuales para él y su cuerpo técnico hasta la Copa del Mundo de Rusia 2018, logró terminar subcampeón del Nacional B (segunda división argentina) con Rosario Central en 2011-12. Fue campeón con San Lorenzo en 2013. Con Valencia en 2013-14 tuvo un 60% de eficacia finalizando 8vo en la Liga y llevando al equipo a las semifinales de la Europa League. Fue despedido del equipo che cuando el billonario singapurense Peter Lim se hizo con el control del club. Y al León de Guanajuato lo abandona dejándolo líder del Clausura 2016 en México y clasificado a la liguilla que dirime el título anual.
Jorge Ormeño, Ismael Fuentes y David Henríquez, destacados jugadores a los que Pizzi tuvo a cargo en su exitoso paso por la Universidad Católica, coincidieron en asegurar que “no le pesará dirigir a la selección porque tiene mucha experiencia, es cercano a los jugadores y sabe cómo hacerse respetar”. “Es callado, trabaja mucho en la semana, es igual de exigente que Sampaoli aunque más pausado y tranquilo, y no le gusta fundir a los jugadores. Sin ser tan ofensivo como aquel, no es un entrenador que apueste por defender”, añadieron estos jugadores, para quienes “la adaptación de Pizzi a la selección será rápida y efectiva porque ya conoce la idiosincrasia del jugador chileno”.