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Cuenta regresiva Rusia 2018, día 82: Las grandes rivalidades que podrían verse

Las rivalidades imperdibles que podrían darse en Rusia 2018 ESPN

Clásicos. Todos los equipos tienen un adversario odiado e incluso algunos tienen dos. Cada partido entre rivales históricos tiene un alto contenido de morbo y conlleva una gran tensión para jugadores e hinchas. En la Copa del mundo, sería espectacular ver alguno de estos choques.

BRASIL-ARGENTINA

En el fútbol internacional, e incluso en cualquier otro deporte, no hay un partido mejor que Brasil-Argentina. Los dos países sudamericanos comparten frontera y su calidad de superpotencias en el fútbol mundial, con siete títulos del mundo y 22 continentales entre ambos. Sin dudas, este será el encuentro que todos sueñan con disfrutar en la Copa del Mundo 2018. sobre todo después de lo cerca que estuvimos de tener una final entre ambos hace cuatro años en el Maracaná.

Este clásico no sólo se basa en la cercanía, sino también en una competencia feroz y una gran controversia histórica. Ambas asociaciones no logran ponerse de acuerdo en cuántos partidos han disputado desde el primer choque oficial en 1914, cuando Argentina ganó un amistoso jugado en Buenos Aires. En el mismo lugar, siete días después, Brasil ganó el segundo encuentro y desde esos días todo ha sido muy parejo. Los regristros de la FIFA indican que se han enfrentado en 95 ocasiones, con 38 victorias para la Albiceleste, 40 para la Canarinha y 26 empates, aunque esos datos cambian según de qué lado de las cataratas del Iguazú uno se encuentre.

Los desacuerdos no acaban aquí, todo lo contrario, es sólo el comienzo. El eterno debate por el título de jugador más grande de todos los tiempos nunca se decidió y probablemente no se definirá jamás, aunque las opiniones de Pelé y Diego Maradona, a ambos lados de la frontera están muy establecidas.

En uno de los incidentes más extraños de todos los tiempos, el brasileño Branco denunció haber sido drogado por los argentinos en el partido de octavos de final en Italia 1990, cuando el jugador brasileño tomó agua de uno de los bidones del equipo albiceleste. En 1978, cuando Argentina ganó el título mundial por primera vez, también hubo polémicas tras el enfrentamiento de segunda ronda que culminó 0-0. Después de ese empate, el local enfrentó a Perú y lo venció por 6-0, cuando necesitaba una goleada para llegar a la final.

Los equipos se han enfrentado 33 veces en la Copa América, donde Argentina tiene una importante ventaja a pesar de las últimas conquistas del Scratch. Además, chocaron cuatro veces en Copas del Mundo, donde Brasil salió victorioso en dos ocasiones. El último clásico mundialista fue en 1990, cuando en Italia, Diego Maradona celebró el triunfo en un histórico partido. Ahora, todo el planeta sueña con ver este espectacular enfrentamiento en el primer sudamericano desde Argentina 1978, donde también chocaron, con un empate sin goles.

Si ambos ganan su grupo, sólo podrían verse las caras en la final de Luzhniki, lo que sería uno de los momentos más espectaculares de la historia del fútbol.

INGLATERRA-ALEMANIA

Como alguna vez dijo Gary Lineker, "el fútbol es un deporte en el que juegan once contra once y al final siempre gana Alemania".

El segundo máximo goleador inglés de la historia habla por experiencia, ya que sufrió una de las peores derrotas en un clásico que se remonta a los años 30. Sesenta años después, Lineker y el resto de los hombres de Bobby Robson fue frustrado por "Die Mannschaft" en Italia '90, tal y como Ron Greenwood había sido derrotado en 1982 y Sir Alf Ramsey en 1970.

La victoria de Alemania en México 70, después de ir abajo por 2-0, fue una venganza de la polémica final de 1966. Tras aquella mágica tarde en Wembley, hubo más frustraciones que alegría para los británicos ante sus enemigos alemanes. Sólo una goleada 5-1 en 2001 aparece como la único gran noticia para Inglaterra.

La Rubia Albión y la Nationalmaanschaft podrían jugar en cuartos de final y todos los ingleses sueñan en que se repita el 4-2 logrado en 1966. La esperanza es lo último que se pierde.

ESPAÑA-FRANCIA

Como otras rivalidades deportivas alrededor del mundo, las diferencias entre españoles y franceses nacieron lejos de una cancha. Las antiguas disputas culturales y regionales se trasladaron al fútbol hace casi cien años, cuando se enfrentaron por primera vez. Fue en 1922 en Bordeaux y los visitantes lograron una gran victoria 4-0.

Aunque chocaron en reiteradas ocasiones en Eliminatorias y Eurocopas (incluso en una final, 1986), recién se vieron las caras en una Copa del Mundo por primera vez en Alemania 2006. La Roja llegaba al duelo de octavos de final después de tres victorias en la fase de grupos y era candidata ante una Francia que había clasificado con solo un triunfo. Sin embargo, el equipo de Zidane dio vuelta el partido y ganó 3-1 para eliminar a los españoles.

Hoy, ambos tienen seleccionados con serias posibilidades de dar la vuelta olímpica. Si ambos confirman los pronósticos y ganan sus respectivas zonas solo podrían chocar en la gran final.

ARGENTINA-INGLATERRA

La rivalidad intercontinental más importante del mundo. Se podría (y ya se ha hecho) escribir un libro acerca de los duelos futbolísticos entre los inventores del juego y los que mejor lo jugaron (quien dude, ver a Diego Maradona y Lionel Messi). En Copas del Mundo jugaron cinco veces, lo que transforma a este duelo en uno de los más repetidos. Cada uno de esos partidos dejó una historia para contar.

El primero fue en Chile 1962, cuando la Albiceleste estaba lejos de ser una potencia y la Rubia Albión buscaba armar una Selección de nivel para pelear el título cuatro años más tarde. Ganaron los europeos por 3-1, sin demasiados problemas. En 1966 se vivió uno de los momentos más polémicos de todos los tiempos, con la expulsión de Ubaldo Rattin y el triunfo local 1-0. Aquello fue la antesala del partido más inolvidable de la historia de los Mundiales. México 1986, Maradona, la Mano de Dios y el gol del siglo.

En 1998 argentinos e ingleses protagonizaron un encuentro con todos los ingredientes: goles, expulsiones (la de David Beckham) y definición por penales. Festejaron los sudamericanos. Lo contrario ocurrió en 2002, cuando el equipo de los Tres Leones contribuyó de manera decisiva a la fracaso del conjunto de Marcelo Bielsa.

En Rusia, Argentina e Inglaterra podrían jugar en semifinales.

URUGUAY-BRASIL

La Celeste fue el primer grande de la historia de los Mundiales. No sólo por el título conseguido en 1930, sino por la autoridad que se ganó en aquellas primeras décadas. Por su parte, la Canarinha la reemplazó en el trono desde finales de los cincuenta. Entre ambas suman siete títulos y las virtudes más importantes de este juego: valentía y talento.

La identidad del fútbol charrúa se debe, en buena parte, al Maracanazo, la gesta deportiva más impresionante de todos los tiempos. Aquel día nació un clásico. Nunca más ninguno de los dos pueblos olvidarían ese partido, que marcó a fuego no sólo a sus seleccionados, sino la vida en general en ambos países. Fue la primera de las dos veces que chocaron en un Mundial. La otra fue para Brasil, en semifinales de México 1970. Antes y después hubo finales de Copa América, partidos definitorios de Eliminatorias y la final del Mundialito.

Si ambos ganan su grupo, chocarían en semifinales.

Triste aclaración: Algunos de los clásicos más extraordinarios del fútbol mundial no podrán verse en Rusia 2018, como por ejemplo Alemania-Holanda, México-Estados Unidos, Italia-Francia y Holanda-Bélgica. Una verdadera pena.